Artículo escrito por Ángel E. Mayoral Hernández.
En este artículo se va a tratar lo referente a vestimenta laboral masculina. Puede parecer algo trivial, sin embargo, el elegir una vestimenta correcta no es algo tan sencillo como parece – si, efectivamente, se quiere hacer correctamente. Según Javier Bernad, uno de los mayores expertos en “public speaking” de nuestro país, la primera impresión es lo más determinante a la hora de establecer una opinión acerca de una determinada persona. Dicha primera impresión se tarda en concebir menos de dos segundos; sin embargo, cambiarla requiere de largo tiempo y trabajo. En palabras llanas, la gente “entra por los ojos”, por tanto, el atuendo es algo vital para transmitir actitud de trabajo y profesionalidad.
COROLARIO
Antes de comenzar en el desarrollo de la cuestión, es importante describir una serie de criterios básicos que nos van a ayudar a “pensar para vestirnos”.
Allá dónde fueres, haz lo que vieres
Es fundamental adecuar nuestra vestimenta a las circunstancias de nuestro trabajo. Por ejemplo, no es lo mismo trabajar para JP Morgan en Londres – situación que seguro requerirá de traje diario – que ser un empleado de una empresa de marketing digital – cuyo ambiente será mucho más distendido e informal – o en una empresa constructora en la obra – en la que habrá que emplear ropa de trabajo. Por tanto, ante la duda, preguntar a los compañeros de trabajo antes de la incorporación cual es el atuendo más habitual.
Viste no para el puesto actual, sino para el siguiente al que aspiras
Si tu actual puesto es Becario y quieres convertirte en un Junior, ¡viste como tal! Transmitirás profesionalidad, compromiso a largo plazo, y tus superiores percibirán que eres un firme candidato al puesto.
Siempre es mejor equivocarse por exceso
Claramente, es más fácil quitarte una prenda que no disponer de ella. Supón que tienes que acudir a una reunión de negocios pero no está claro el atuendo. Si decides ir en traje, y finalmente el ambiente es más distendido, siempre podrás quitarte la corbata y guardarla en el bolsillo del abrigo. El anteriormente mencionado Javier Bernad siempre recomienda ir “un nivel por encima de las circunstancias” – por ejemplo, en una reunión con un cliente, habrá que llevar un atuendo más formal que el suyo, pero sin llegar a desbordarle para evitar que se sienta intimidado.
Prudencia
Si no estamos seguros de cómo combinar colores, estampados, etc. es más adecuado evitar el columpiarse que hacer un ridículo sonado. Un consejo muy útil es preguntar a una amiga que sea sincera – las novias, madres, y, por descontado, abuelas no sirven pues siempre nos ven con ojos poco objetivos.
La ropa transmite personalidad
Comparados con los caballeros ingleses, y, naturalmente, con los italianos, los españoles somos muy tímidos en el vestir. Así como en Milán o en Londres se ven colores, pañuelos, calcetines variados, y un largo etcétera, los españoles parece que vamos uniformados, siempre con trajes gris marengo y azul marino. Un ejemplo muy evidente es comparar a SM el Rey Don Felipe VI, con su hasta hace poco homónimo Carlos de Inglaterra, o el mítico Gianni Agnelli – antiguo CEO de Grupo Fiat. Dejando de lado virtudes físicas de los sujetos o simpatías; el primero, mucho más conservador, no arriesga raramente utiliza complementos; el segundo, utiliza trajes de corte clásico inglés con complementos varios como gemelos o alfileres de solapa – un Emperador del estilo; el último, utilizaba trajes muy estilosos de corte dinámico y los complementos siempre transmitían valores singulares – ¡ojo al reloj por encima de la manga!
¿Qué postura adoptar? Claramente, este punto es polémico, pero yo siempre apuesto por la sofisticación y transmitir algo de valor diferencial. Una persona que vista con cierto gusto un pañuelo de bolsillo discreto o un traje de tres piezas, dará a entender que cuida el detalle y, en mi humilde opinión, nunca restará – siempre y claro se haga acorde al punto anterior, con prudencia.
A continuación, vamos a describir cada una de las partes que forman parte del atuendo masculino profesional.
LOS ZAPATOS
Se dice que el hombre se viste por los pies y por ello comenzamos con los zapatos. Los colores predominantes son el negro, el marrón claro, el marrón oscuro y el burdeos. En cuanto al tipo de piel, la distinción a hacer es que la piel vuelta comúnmente (conocida como ante), más informal, y el zapato de piel estándar, más formal. La siguiente tabla muestra qué zapato elegir según el color del traje y la hora del día.
El zapato Oxford
El Oxford es el zapato básico de todo armario. Es el más formal de todos y con aquel que jamás fallarás. Es el recomendable para el día a día. A su vez, tiene cinco distintas modalidades de más a menos formal: el “monopezzo”, el “plain-toe”, el “cap-toe”, el “semi-brogue” y el “brogue”.
El zapato Derby
El Derby es el siguiente en la categoría tras el hegemónico Oxford. Extendidísimo en los EEUU, el Derby se diferencia del anteriormente explicado en que éste tiene las orejas cosidas por el exterior de la pala y no por su interior. Su uso para negocios diario es aceptado, sin embargo, al ser un calzado mucho más “basto” tendrá que ser sustituido por el Oxford en aquellas ocasiones más formales. Similar a su colega, las distintas modalidades de más a menos formal son: el “plain-toe”, el “cap-toe”, y el “brogue”.
El zapato Monk Strap
El Monk Strap es una variedad del zapato Derby pero que en lugar de cordones, lleva hebillas para el ajuste. De nuevo, su uso para negocios diario es aceptado, sin embargo, no es adecuado para situaciones formales. Disponibles con una o dos hebillas, la simple es más formal que la doble. De nuevo, las distintas modalidades de más a menos formal son: el “plain-toe”, el “cap-toe”, y el “brogue”.
El zapato Mocasín
El Mocasín, “Loafer” en inglés, y comúnmente conocido como “Castellano” en nuestro país, es un tipo de zapato que no lleva ningún mecanismo de ajuste. A pesar de que su uso en España está muy extendido, es importante saber que según el protocolo estricto es un zapato que no es adecuado para llevar con traje puesto que es un modelo informal. Sin embargo, para ocasiones más sport o un “Casual Friday” sí que es aceptado. Su formalidad deriva del empleo de hebillas, borlas, antifaz o el cosido sencillo.
Consideraciones adicionales
Para finalizar con lo correspondiente al calzado, vamos a tratar tres temas adicionales para información del lector que desee profundizar más en el tema: las partes del zapato, los tipos de suelas, y el zapato para ocasiones singulares.
En primer lugar, la partes del zapato vienen indicadas en la Figura 7.
En segundo lugar, analizamos los distintos tipos de cosido para las suelas. Según “mandalashoes.com” existe la comparativa adjunta en la Figura 8.
En tercer lugar, nos referiremos al zapato para ocasiones especiales como son la vestimenta de smoking, chaqué o frac. Pese a que el uso de cada un de ellos se detallará en la sección correspondiente, nos adelantamos anunciando el tipo de zapato más adecuado según corresponda. Lo primero que hay que entender es que según el protocolo estricto, el traje tal y como hoy lo conocemos es una prenda informal, sus mayores son el smoking, que es una prenda semi-formal, y el chaqué y frac, ambos de máxima formalidad. Por tanto, el tipo de zapato a emplear será siempre un Oxford – Cap-toe como mínimo. Puesto que el chaqué es de día y tarde se requerirá zapato de piel normal y para el smoking y chaqué, unos Oxford de charol. Naturalmente, el único color válido será el negro. (Nota: descarto a consciencia el modelo “Opera Pumps” para el smoking con el fin de simplificar el análisis.)
Para finalizar hay que recordar que un buen zapato puede salvar un mal traje, no al revés. Por tanto, merece la pena gastarse dinero en tres o cuatro pares de zapatos, alternarlos y con cuidado adecuado durarán una eternidad
EL TRAJE
Una vez analizados los zapatos toca pasar al atuendo principal de negocios, el traje. Como adelantábamos, el traje es un tipo de atuendo informal comparado con el smoking, chaqué y frac, aunque, eso sí, más arreglado que la ropa de sport. Por tanto, pese a tener ciertas normas, permite cierto juego como combinar telas, colores, y complementos.
En la ya mencionada Figura 2 se detallaba la aptitud de los colores de los trajes para los negocios y su grado de formalidad. Pese a que su interpretación es sencilla se resume a que el básico de los colores “business” son el gris claro, el gris oscuro, el azulón, y el azul marino; por tanto, para todo aquel que tenga que construir su nuevo armario sería buena idea empezar por un traje azul marino y otro gris oscuro. Los colores restantes, pese a ser válidos, dependen del sector, la filosofía de la empresa en la que se trabaje, etc.
En cuanto a la tipología de trajes, o mejor dicho, a la tipología de la chaqueta, básicamente hay dos, la de hilera sencilla – con o sin chaleco – y la cruzada. De nuevo, siendo puristas, el protocolo riguroso advierte que quitarse la chaqueta – incluso en una boda en Sevilla en pleno agosto – es una grave grosería.
El traje de chaqueta cruzada
El traje de chaqueta cruzada – “doublé-breasted jacket” – es el más formal de todos. Pese a que en España rara vez se ve, es un “must” en el armario del caballero británico e italiano. Tal y como se indica en la Figura 10, existen dos tipos de chaqueta en función de los botones: la “4+2” (izquierda) y la “2+2”, siendo la primera la más común. Finalmente, cabe añadir la peculiaridad notable del traje cruzado: no necesita ser desabrochado ni siquiera al sentarse.
El traje de chaqueta sencilla
El traje de chaqueta sencilla – “single-line jacket” – es el menos formal de todos. Es el tipo de chaqueta más extendida en el mundo entero y por tanto, un “must” en el armario. Tal y como se indica en la Figura 11, existen tres tipos de chaqueta en función del los botones: la de botón sencillo, la de doble botonadura, y la de triple botonadura.
Una cuestión recurrente es saber qué botón debe abrocharse en cada caso. Para la de botón único, éste siempre irá abrochado, en la de doble botonadura el superior abrochado y el inferior siempre desabrochado. En la de triple botonadura, el superior es opcional, el intermedio obligatorio, y el inferior habrá de dejarse suelto.
Partes específicas de la chaqueta: las solapas
Básicamente existen tres tipos de solapas, en forma de V invertida, en forma de pico, y redondeadas. Su orden de habitualidad es corresponde con el citado.
Partes específicas de la chaqueta: los bolsillos
Básicamente existen cuatro tipos de configuraciones de bolsillo – sin contar inclinaciones, etc. que son el bolsillo doble sin solapas, el doble bolsillo con solapas, triple bolsillo con solapas, y doble en “parche”.
Partes específicas de la chaqueta: las aberturas
Básicamente existen tres tipos de configuraciones para las aberturas: la chaqueta con abertura trasera, la chaqueta con aberturas laterales, y la chaqueta sin aberturas, siendo éste el orden de formalidad de menor a mayor.
Partes específicas de la chaqueta: las botonadura de las mangas
Los botones de la chaqueta se pueden configurar conforme a lo indicado en la figura inferior. Un truco para saber si una chaqueta es de calidad es ver que los botones se puedan desabrochar. En caso de ser así, la chaqueta tendrá un cosido más cuidado que en caso negativo.
Partes específicas de la chaqueta: el ojal de la solapa y el bolsillo del pecho
Los dos últimos puntos a tratar respecto a la chaqueta son el ojal de la solapa y el bolsillo del pecho. El primero es opcional, pero un símbolo de detalle. Otro truco para reconocer si una chaqueta es de calidad es ver que dicho ojal está perforado y no sólo cosido sobre la tela. El segundo es un tipo de bolsillo sin solapa destinado a portar un pañuelo de bolsillo. De nuevo, es opcional.
El corte perfecto de la chaqueta
El primer aspecto a tener en cuenta es el cuello. Según la Figura 16, y como indica José María López-Galiacho en su blog “elaristocrata.com”, “como bien demuestra la figura del medio de la siguiente viñeta, la chaqueta debe permitir ver parte del cuello de la camisa. No deberá tapar éste ni enseñarlo en su totalidad”.
El citado experto recomienda que “el cuello de la chaqueta debe estar en contacto permanente con la camisa y no debe abrirse ni por delante ni por detrás”; la Figura 17 muestra qué no hacer.
El siguiente aspecto a tener en cuenta es la anchura de hombros de la chaqueta. Una chaqueta que siente bien ha de asentarse de manera homogénea en los hombros sin mostrar ninguna tirantez o doblez en la tela, especialmente en la parte del cuello. Para orientarse, el punto de unión entre la manga y el cuerpo ha de caer justo sobre la línea del fin del hombro. Además, la silueta resultado ha de ser sólida, pero no imponente. Este aspecto es importante, sobre todo en personas que tengan una constitución débil o fuerte. Las fuertes deberán huir de armados excesivos pues su propio cuerpo ya transmitirá robustez. Aquellas personas de constitución menos atlética podrán optar por chaquetas más armadas – tipo inglés – que realzarán su figura y constitución.
A continuación, estableceremos que el largo de manga. Ésta ha de ser tal que permita que cuando el brazo está extendido la el puño de la asome dos dedos por debajo. En la Figura 18 se muestra la opción correcta en la izquierda.
López-Galiacho establece que “se determinará la longitud de la chaqueta teniendo en cuenta la relación de su longitud con el brazo. De esta forma permaneciendo de pie y dejando caer libremente nuestro brazo, la altura de los nudillos establecerá la longitud de la chaqueta”. La Figura 19 muestra en su izquierda la opción correcta.
Finalmente, El Aristócrata se refiere al ancho de la chaqueta diciendo que “la chaqueta debe permitir tener el suficiente espacio entre ella y nosotros para movernos con libertad. Una chaqueta no debería producir ninguna arruga ni aunque introdujéramos la cartera y el móvil en ella. Incluso debe admitir sentarnos con ella abrochada sin que esto nos resulte incómodo. Y todo esto, por supuesto, sin que parezca en ningún momento que nos está ni un centímetro grande”. La Figura 20 muestra la opción correcta a la derecha.
El chaleco
El chaleco es una prenda que se emplea en conjunto con el traje de chaqueta de hilera sencilla y, muy rara vez, con el de chaqueta cruzada. Aunque tradicionalmente ha sido un elemento muy extendido, hoy en día está perdiendo presencia en el atuendo, sobre todo, por las condiciones más benignas del clima. Pese a ello, es una prenda de gran elegancia que puede complementar un traje sobre todo en situaciones de climatología fría.
El chaleco es una prenda que cuenta con diferentes estilos. En la Figura 21 se detallan los modelos más clásicos para chaleco con sus respectivas aclaraciones.
A pesar de lo expuesto, el chaleco es una prenda completamente adaptable si contamos con los servicios de un sastre, y por tanto podemos personalizarlo añadiendo solapas en diferentes tipos, etc. En la Figura 22 podemos encontrar un chaleco de diseño específico con solapas en forma de pico.
El corte perfecto del chaleco
Para discernir cual es el corte del chaleco, éste tiene que permitirnos sentarnos holgadamente sin que por ello vaya a explotar o a quedarnos holgado. Por otro lado, su largura se dirime con respecto a la del pantalón y ambos deben ir acordes. Como se muestra a la derecha en la Figura 23 el chaleco debe ocultar la cintura del traje – incluido el cinturón – pero sin ser demasiado largo.
¡No olvidar que el último botón del chaleco ha de quedar desabrochado!
El pantalón: básicos y corte
El pantalón es una prenda mucho más sencilla que la chaqueta, pero no por ello carente de aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, hay que establecer que el pantalón debe ajustarse a la cintura y no a la cadera tal y como se indica en la Figura 24.
En segundo lugar, el cierre del botón o broche puede ser de dos tipos: vertical – al a izquierda – y con solapa – a la derecha – según la Figura 25.
En tercer lugar, la cintura puede contar con ninguna, una, o dos pinzas tal y como se adjunta en la Figura 26.
Por su lado, el bolsillo lateral puede ser bien inclinado o recto tal y como se muestra en la Figura 27.
La parte trasera del pantalón ha de ajustarse a nuestra silueta sin estar demasiado ceñida ni demasiado holgada tal y como se muestra en la Figura 28.
La raya del pantalón ha de discurrir por el medio de la pierna pasando por el centro de la rodilla tal y como se muestra en la Figura 29.
Respecto al largo del pantalón, el autor del “aristocrata.com” comenta “el largo del pantalón es seguramente la opción en la que es más difícil equivocarse al no existir una norma claramente establecida. Independientemente del largo que escojamos, se debe evitar enseñar el calcetín”. Hay que recordar que el dobladillo es más informal.
El pantalón: medios de ajuste y sujeción
Es importante mencionar las opciones que tenemos para ajustar el pantalón a la cintura y sujetarlo para evitar su caída. Básicamente existen tres sistemas de menos a más discretos y formales: cinturón, pletinas laterales, y tirantes.
El cinturón
El cinturón es el medio más extendido de sujeción, pero no por ello el más adecuado. El cinturón tiene bastantes desventajas en comparación con sus alternativas. Primero, oprime el cuerpo innecesariamente; segundo, corta el cuerpo en dos partes rompiendo la armonía de un buen traje; tercero, no evita que los pantalones terminen cayéndose, especialmente al final del día. Como nota estilística, es mejor apostar por aquellos con una hebilla sencilla frente a los que son muy llamativos.
Las pletinas laterales
Las pletinas laterales tienen un principio de funcionamiento similar al del cinturón. A pesar de que al final adolecerán del problema de la presión excesiva sobre el abdomen y que en última instancia no sostendrán el pantalón en su sitio, tienen las ventajas de que son más armoniosas con el conjunto pues no cortan el cuerpo en dos.
Los tirantes
Los tirantes son unas cintas elásticas que se fijan al pantalón bien mediante pinzas o tiras de cuero abotonadas al pantalón. Aunque socialmente no están vistos como algo habitual, es importante darse cuenta de que este fenómeno no es sino una falta total de reflexión sobre el cometido del objeto. Los tirantes son el mejor elemento de sujeción posible por los siguientes motivos: 1. no ejercerán presión sobre el abdomen en ningún momento; 2. no dividirán al cuerpo en dos pues quedarán siempre ocultos por la chaqueta; 3. por su principio de funcionamiento a tracción el pantalón siempre estará en su sitio.
La tela del traje
Pese a que no es el objetivo de esta publicación profundizar mucho en el tema, es necesario enunciar una serie de conceptos fundamentales.
Primero, hay que distinguir entre telas de verano y telas de invierno y tratar de no emplear los mismos trajes durante todas las estaciones uniformemente – cosa que beneficiará sobremanera nuestro confort físico. Las trajes veraniegos son mucho más finos y en muchas ocasiones cuentan con menos forros y entretelas. Por su lado, los trajes de invierno son de telas más gruesas y con forros más poblados.
Segundo, hay que distinguir entre telas lisas y con patrón. A su vez, las telas de patrón contienen diferentes tipologías como son las telas con raya diplomática, príncipe de gales, etc. Grosso modo se puede decir que todas ellas son adecuadas para los negocios sabiendo que las telas lisas son las más formales y que aquellas con patrón serán aceptadas siempre y cuando su color principal cumpla el criterio establecido con la Figura 2. Por ejemplo, imaginemos un traje príncipe de gales con el dibujo en gris claro como color principal, más gris oscuro y negro como secundarios, en dicha tabla se tabularía como gris claro en su conjunto. En la Figura 34 se adjuntan imágenes con los tipos de tela más comunes. Es importante recordar que hay que huir de telas brillantes tipo jugador de fútbol – con todos mis respetos.
Finalmente hay que hacer dos puntualizaciones sobre el traje de raya diplomática. Uno, es un traje en exclusiva para los negocios, por tanto, llevarlo a un bautizo no sería adecuado. Dos, un truco para saber que el traje está bien cosido es ver que sus rayas del hombro coinciden por la parte frontal y trasera en su encuentro.
Qué tipo de traje elegir según nuestra constitución
La siguiente tabla puede ayudarnos a saber qué tipo de traje elegir considerando nuestras virtudes físicas.
LA CAMISA
La camisa es según el protocolo estricto una prenda interior, por tanto, no debería mostrarse en exceso – razón por la que se debería evitar quitarse la americana. Habitualmente tiene un color más claro que el del traje y el de la corbata, de manera que “ilumine” la cara.
Partes específicas de la camisa: el cuello
Lo primero a tratar con respecto al cuello es dejar claro que las camisas con botones son sport y por tanto no se deben llevar en caso de utilizar corbata o pajarita. Por tanto, el cuello quedará “suelto”, motivo por el cual las camisas suelen incorporar unas piezas denominadas ballenas que pueden ser de plástico, plata, nácar, etc.
En cuanto a los tipos de cuellos, la Figura 36 se ilustran los tipos de cuello más comunes en las camiserías. Para saber qué tipo de cuello elegir debemos basarnos en el grosor de nuestra cara. Para gente delgada, los cuellos anchos o con gran abertura serán adecuados; sin embargo, para la gente más entrada en peso, es más recomendable ir a cuellos verticales, picudos, y esbeltos. Finalmente, hay que mencionar que la camisa de cuello blanco es la más formal; por encima de la de cuello de color o de patrón.
Partes específicas de la camisa: la pechera
La pechera es la parte frontal de la camisa. Con afán de abreviar, simplemente hay que mencionar la posibilidad de incorporar bolsillo y, en cuanto a la botonadura, ésta puede quedar oculta o vista con diferentes acabados.
Partes específicas de la camisa: el puño
El puño de la camisa se divide en tres categorías, puño sencillo abotonado, puño doble, y el puño “turnback”. No hay grados de formalidad en este aspecto ya que depende mucho de la cultura de cada sitio; bien es cierto, que en España tiende a considerarse el puño doble como más formal. En la Figura 37 se adjuntan ejemplos de cada uno de ellos. Al igual que en el cuello, el puño blanco es el más formal de todos. (Nota: el modelo “turnback” es casi inexistente.)
El corte perfecto de la camisa
Para la camisa el criterio genérico de nuevo es que no quede ni muy holgada ni demasiado entallada. Bien es cierto que hay diferentes estilos y en los cánones de la estética actual predomina el “slim-fit” aquellos caballeros que opten por cortes más clásicos no deberán acomplejarse. En cuanto a la anchura, es importante como ya se ha mencionado que la línea de hombros esté bien medida y caiga en su sitio. Por su lado, el ancho del cuello ha de permitirnos respirar. En cuanto al largo de la manga, ésta ha de cubrirnos la muñeca entera incluso cuando el brazo esté doblado tal y como se indica en la Figura 38.
La tela de la camisa
Los tipos de tela más habituales para camisería se detallan en la Figura 39.
Como adorno al propio color de la tela, algunas telas incorporan dibujos de diferentes tipos, como por ejemplo, en el ejemplo Twill de la figura superior. Básicamente, se dividen en cinco de mayor a menor grado de formalidad según la figura inferior. Es importante saber que las camisas de topos y cuadraditos no cien por cien adecuadas para los negocios y dependen del sector. Finalmente, las camisas estampadas no son adecuadas para los negocios.
LA CORBATA
La corbata es una prenda a la que se le debería prestar especial ilusión – no sé por dónde leí que gran mayoría de las mujeres recuerdan a un hombre por la corbata que lleva. Por tanto, a pesar de que cada día el ambiente laboral se esté relajando, vestirla representará un gran respeto por nuestros demás colegas, clientes, etc.
La corbata ha de elegirse según nuestra constitución. Por ello, las personas entradas en peso deberán optar por corbatas anchas ya que de lo contrario, una corbata fina parecerá un espagueti. Las personas más delgadas podrán permitirse emplear corbatas más estrechas. De más a menos formal se adjunta la clasificación de corbatas en la Figura 41.
El nudo de la corbata
Sin entrar en profundidades excesivas, existen cuatro nudos típicos, el “four in hand”, el “medio Windsor”, el “Windsor”, y el “Shell”. No hay grados de formalidad, pero sí que el más habitual es el primero. Como consejo, hay que adaptar el nudo al cuello de camisa, es decir, un cuello ancho pedirá un nudo más grueso tipo “Windsor”; por su lado, un cuello estrecho pedirá un nudo “four in hand”. El largo de la corbata ha de ser tal que ésta quede en la cintura.
LA PAJARITA
Sustitutiva de la corbata y antaño muy extendida, su uso hoy es prácticamente testimonial a pesar de la tendencia actual de reavivarla. No hay que olvidar que sus tonalidades blanca y negra son para smoking y frac respectivamente.
El nudo de la pajarita
Como único apunte, sugerir que la pajarita no sea de nudo preexistente, una vez que el caballero está familiarizado con el tema, chirrían a la vista. Para ello, sugerimos aprender a lazarla según la Figura 44.
Complementos
Pasamos a describir los complementos más significativos que podemos encontrarnos en la vestimenta del traje. Dejaremos de lado relojes de pulsera, relojes de bolsillo, pulseras, anillos, etc. De éstos sólo hay que mencionar que la clave está en apostar por la simpleza y que como tradicionalmente se ha dicho, las únicas joyas que un hombre ha de llevar son su anillo de casado y un buen reloj. Lo demás, lo mejor, descartarlo.
El pañuelo de bolsillo
Si el traje tiene una abertura en el pecho es para algo. Vestir un pañuelo de bolsillo es muy elegante a la par que útil – por mucho que se empeñen en decir que es snob. Por ejemplo, sirve para limpiar las gafas a falta de otros medios, eliminar sudor en la frente en momentos puntuales, etc. En la Figura 45 se muestran algunas alternativas para colocarlo.
Por supuesto, podrá optarse por diferentes colores y maneras de colocarlo. Pero una apuesta sencilla siempre será discreta y ayudará a demostrar que la persona presta atención a los detalles.
Los gemelos
Los gemelos se emplean en el puño francés para sujetar los dos extremos de éste. Suelen estar disponible en metales, plásticos y telas. De nuevo, la apuesta es la sencillez y recomendamos dejar de lado aquellos gemelos más divertidos – por ejemplo, con forma de pieza de lego – para ocasiones más informales.
El pasador de corbata
El pasador de corbata es un mecanismo que se emplea para que la corbata quede siempre en posición vertical y no se desplace hacia los lados. Es especialmente útil en los trajes cruzados en los que la corbata tiende a moverse hacia el lado de la solapa que queda por debajo. Como siempre, aconsejamos apostar por la sencillez.
Combinación de colores, estampados y patrones
Para la combinación de colores, nos referiremos a la Figura 48. Ésta relaciona pares de colores comunes en el atuendo masculino. Tres o más colores combinarán entre sí si cada uno combina independientemente.
Por su lado, la combinación de patrones puede ser más complicada. Para aquellos que no queráis fallar, seguid lo indicado en la Figura 49. Como norma, hay que evitar mezclar más de tres patrones; dos será habitualmente más que suficiente.
QUÉ ES ELEGANTE
Aunque aventurarse a decir qué es hortera es algo muy pretencioso, es tarea más sencilla definir qué es elegante, en éste caso quién. Como aportación personal, recomiendo los siguientes nombres como iconos de estilo y elegancia: Cary Grant, el Príncipe Carlos de Inglaterra y su padre el Duque de Edimburgo, el Sr. Lino Ieluzzi de Al Bazar en Milán, Roger Sterling de Mad Men, David Niven, Robert Redford en “The Great Gatsby”, y por supuesto Sean Connery y Pierce Brosnan en sus etapas como 007.
VISIÓN PERSONAL Y “LA DIFERENCIA ENTRE COSTAR Y VALER”
Como indica el mentado autor, hay una gran diferencia entre costar y valer. Si sirve como experiencia personal, cuando la gente me pregunta por mi opinión siempre digo tres cosas:
- Lo más importante son los zapatos, merece la pena gastarse dinero en un buen par de zapatos y cuidarlo bien. Una vez que lo pruebas, reconoces un mal zapato sólo con tocarlo.
- La gente no sabe lo que es un sastre hasta que lo prueba. Una vez que pasas por un sastre ya no quieres volver a vestir pret-á-porter.
¿Preguntas?
En el foro tenemos un hilo donde hablamos sobre todos estos temas, ¡no dudes en pasarte!
Artículo escrito por Ángel Ezequiel Mayoral Hernández.
BIBLIOGRAFÍA:
Recomiendo encarecidamente leer el blog del mencionado José María López-Galiacho, “elaristocrata.com”, su columna “El Mayordomo” en “extraconfidencial.com”, y su libro “Manual del perfecto caballero” en el que además de mucha de la información aquí expuesta, se tratarán temas como la vestimenta del chaqué, el smoking, o el frac.
Las fuentes son diversas, pero la mayoría se incluyen en la siguiente lista que hace referencia a las figuras específicas:
- Figura 1 – Felipe VI de España, Carlos de Inglaterra y Gianni Agnelli
Imágenes obtenidas de “Ibeconomía.com”; “usmagazine.com”; y “thestandardedition.files.wordpress.com”
- Figura 3 – El zapato Oxford
Imágenes obtenidas de “Crockett & Jones”.
- Figura 4 – El zapato Derby
Imágenes obtenidas de “Crockett & Jones”.
- Figura 5 – El zapato Monk Strap
Imágenes obtenidas de “Crockett & Jones”.
- Figura 6 – El zapato Mocasín
Imágenes obtenidas de “Zapatos Castellano” y “gody.es”.
- Figura 8 – Tipos de cosido para suelas de zapato
Texto obtenidos de “mandalashoes.com”.
- Figura 9 – El zapato para ocasiones especiales
Imágenes obtenidas de “Church’s”.
- Figura 10 – La chaqueta cruzada
Imágenes obtenidas de “elaristocrata.com”.
- Figura 11 – La chaqueta de hilera sencilla
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 12 – Tipologías de solapas
Imágenes obtenidas de “5thavefashions.com”.
- Figura 13 – Tipologías de bolsillos frontales
Imágenes obtenidas de “denverbespoke.com”.
- Figura 14 – Tipologías de aberturas
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 15 – Botonadura de las mangas
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 16 – El cuello de la chaqueta respecto a la camisa 1
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”
- Figura 17 – El cuello de la chaqueta respecto a la camisa 2
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 18 – Longitudes de manga en chaquetas
Imágenes obtenidas de “menofcolorstyle.blogspot.com.es”.
- Figura 19 – Longitud de la chaqueta
Imágenes obtenidas de “elaristocrata.com”.
- Figura 20 – Anchura de la chaqueta
Imágenes obtenidas de “elaristocrata.com”.
- Figura 21 – Tipologías de chaleco
Imágenes obtenidas de “henryherbert.com”.
- Figura 22 – Modelo de chaleco personalizado
Imágenes obtenidas de “henryherbert.com”.
- Figura 23 – El corte del chaleco
Imágenes obtenidas de “menofcolorstyle.blogspot.com”.
- Figura 24 – Altura del pantalón respecto a la cintura
Imágenes obtenidas de “menofcolorstyle.blogspot.com”.
- Figura 25 – Tipos de cierre del pantalón
- Imágenes obtenidas de “realmenrealstyle.com”.
- Figura 26 – Pinzas en la cintura del pantalón
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 27 – Tipologías de bolsillos laterales en pantalones:
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 28 – El trasero del pantalón:
Imágenes obtenidas de “artofmanliness.com”.
- Figura 29 – La raya del pantalón:
Imágenes obtenidas de “kingofdhaka.com”.
- Figura 30 – El largo del pantalón
Imágenes obtenidas de “elaristocrata.com”.
- Figura 31 – El cinturón
Imágenes obtenidas de “John Lobb”.
- Figura 32 – Pletinas laterales en el traje de Sean Connery en Dr. No
Imágenes obtenidas de “thesuitsofjamesbond.com”.
- Figura 33 – Traje con tirantes
Imágenes obtenidas de “sinabrochar.com”.
- Figura 34 – Tipologías de tela para traje
Imágenes obtenidas de “sastreriacortes.com”.
- Figura 35 – Ballenas para cuello de camisa
Imágenes obtenidas de “planchic.es”.
- Figura 36 – Tipos de cuello de camisa
Imágenes obtenidas de “deolububbles.wordpress.com”.
- Figura 37 – Tipologías de puño de camisa
Imágenes obtenidas de “hughandcrye.com”; “psyche.co.uk”; y “thesuitsofjamesbond.com”.
- Figura 38 – El largo de la manga de la camisa
Imágenes obtenidas de “deolububbles.wordpress.com”.
- Figura 39 – Tipologías de tela de la camisa
Imágenes obtenidas de “sastreriacortes.com”.
- Figura 40 – Dibujos para la tela de la camisa
Imágenes obtenidas de “itailor.com”.
- Figura 41 – Tipologías de corbata
Imágenes obtenidas de “turnbullandasser.co.uk”.
- Figura 42 – Tipologías de nudo de corbata
Imágenes obtenidas de “swungover.wordpress.com”.
- Figura 43 – La pajarita
Imágenes obtenidas de “pinstripemag.com”.
- Figura 44 – El nudo de la pajarita
Imágenes obtenidas de “ties.com”.
- Figura 45 – Estilos para el pañuelo de bolsillo
Imágenes obtenidas de “lootandlaw.com.au”.
- Figura 46 – Los gemelos
Imágenes obtenidas de “es.aliexpress.com”.
- Figura 47 – El pasador de corbata
Imágenes obtenidas de “grupojosvil.es”.
- Figura 48 – Combinación de colores
Imágenes obtenidas de “trajesguzman.com”.
La verdad es que hay que reconoceros la gran información que habéis recopilado en este post que nos sirve tanto a los trabajadores como empresarios. Un abrazo!
«Hola a todos!
Muy buen contenido, muy completo. Sin embargo,a propósito de la tenidas formales, me gustaría hacer algunos comentarios:
1) Respecto al color de traje y formalidad, creo que el azul marino no es ideal para ocasiones formales. Me parece mucho más idóneo el negro.
2) Para efectos del zapato, me parece que la mejor opción es el Monopezzo. Tiene que ser lo más liso posible. Comparto plenamente los zapatos para ocasiones espceciales, en particular el charol.
3) Para la chaqueta, creo que el modelo sencillo con cuello V invertido es la mejor opción. Siempre con un bolsillo recto o poco inclinado y sin aberturas.
4) El chaleco debe ser con botones rectos, nunca cruzados. Y debe ocultar cinturón.
5) El pantalón puede variar, en general. Pero para efectos de una tenida formal, creo que la solucón “Mid-Atlantic” es la mejor.
6) En cuanto a la camisa, creo que el cuello debería ser siempre “classic” o “standar”. En lo personal, para ocasiones formales no me gustan los cuellos muy abiertos. Y el puño, doble sí o sí.
Saludos a todos.»
Mil gracias por toda la información. De mucho valor!