¿Qué es un banco malo y para qué sirve?
Desde hace varios meses, en España no se deja de hablar del famoso «banco malo» que pronto existirá en nuestro país. Pero, ¿qué es exactamente un banco malo y para qué sirve? Para entender cómo funciona y para qué se utiliza, debemos primero entender el problema de los activos tóxicos que acumulan las entidades financieras españolas a raíz del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Un activo tóxico es un título que en los balances de un banco tiene un determinado valor, pero que en la práctica su valor es mucho más bajo o incluso nulo. Por ejemplo, digamos que un banco concede un préstamo de 10.000 euros a un individuo. El banco recoge en sus cuentas esa cantidad como riqueza que posee, ya que supone que la recuperará algún día. Sin embargo, si la persona que pidió el préstamo no puede devolver esa cantidad, esos 10.000 serían ficticios ya que en realidad el banco nunca los va a poder recuperar.
Otro ejemplo que lastra las cuentas de los bancos españoles es el caso de las viviendas que éstos compraron durante la burbuja inmobiliaria. Estas viviendas vienen recogidas en sus cuentas por su valor de tasación, pero si quisieran venderlas a día de hoy su precio sería mucho más bajo porque el precio de la vivienda actual es mucho menor que el precio que tenían en el momento de la tasación. Por ejemplo, digamos que un banco adquirió un piso por 200.000 euros en 2005. Esta cantidad es la que el banco refleja en su balance ya que para él, éste es el valor del inmueble. Sin embargo, actualmente el precio real del piso es 150.000 euros ya que nadie estaría dispuesto a pagar más por él. Si lo vendiese hoy a esa cantidad, le supondría una pérdida real de 50.000 euros (200.000-150.000). Pero claro, hasta que el banco no decida vender el piso, éste es suyo y lo seguirá valorando a 200.000 euros, un valor artificialmente elevado 50.000 euros. Hasta que los bancos no reconozcan estas pérdidas, es muy difícil calcular la situación financiera real de estas entidades, por lo que pierden la confianza de inversores y por tanto se ven incapaces de obtener financiación externa. Al no conseguir esta financiación, dejan de conceder préstamos a familias y empresas, lo cual paraliza la economía nacional (las familias dejan de consumir, las empresas no crecen y no contratan empleados, se crea paro, etc.). Cabe destacar que, según diversos cálculos, la banca española acumulaba a cierre de 2011 unos 85.000 millones de euros en inmuebles sobrevalorados, y otros 100.000 millones dudosos o en riesgo de impago.
Un banco malo, o fondo para la reestructuración de activos financieros, es una sociedad pública cuya misión es comprar los activos tóxicos de los bancos, con la idea de sanearles y que vuelvan a tener facilidad para obtener financiación externa y a su vez comiencen a conceder préstamos a familias y empresas. En la forma más habitual del banco malo, éste compraría los activos tóxicos de los bancos a un precio entre el valor contable (artificial) y el real del mercado, por lo que los bancos deberían anotar ciertas pérdidas, y el resto las asume el Estado a través del banco malo. En este caso, el Estado utilizaría dinero público para sanear las entidades financieras, y éstas, aunque reconocerían pérdidas, a cambio de ello mejorarían su imagen y ganarían la confianza de organismos financieros internacionales, tendrían más facilidad de crédito y reactivarían el préstamo a familias y empresas.
* Referencias: Diario El Pais, correntroig.org, Wikipedia.
Seguir a @jslaulhe
Seguir a @club_mba
There are no comments at the moment, do you want to add one?
Write a comment