Los 7 Pecados del Principiante
Eres el nuevo o nueva y quieres causar una buena impresión. Todas las miradas están puestas en ti y cualquier comentario desafortunado puede salir muy caro. Respira hondo y echa un vistazo a estos 7 pecados para evitarlos en la medida de lo posible. ¡Ten cuidado!
1. “Es que pensé que…»
No tengas miedo de hacer preguntas (es lo que se espera de ti como recién llegado). Mantente alejado de este tipo de excusas y céntrate en prevenir antes de curar. Infórmate y pregunta todo lo que puedas para averiguar cómo quieren que se haga todo de primera mano. Tendrás tiempo para demostrar tu punto de vista con el tiempo. Adáptate.
2. “¿No es eso trabajo de otro?”
Aunque tal vez sea cierto hará muy desagradable el trabajo en equipo desde ya. Puedes hacer que suene poco cooperativo y puede ser una bandera roja para los compañeros. Recuerda que el trabajo en equipo hace que el todo funcione. Trata de no crear conflictos sin dejarte avasallar o permitir que recaigan en ti culpas ajenas. A fin de cuentas, la responsabilidad de uno u otro no es importante si se consigue el objetivo y cada pieza funciona. El tiempo para reflexionar quién ha hecho qué y quién es más o menos imprescindible llegará después y tú estarás la mar de tranquilo.
3. «Intenté hacerlo lo mejor posible…»
No, no lo intentes, simplemente ¡hazlo! Los primeros días tienes que tratar de alcanzar, e incluso superar, las expectativas. Tu objetivo debe ser añadir valor al equipo y contribuir todo lo que puedas.
En lugar de dar excusas, trata de hacer progresos.
4. «¿Por qué los jefes de equipo pueden trabajar desde casa? No es justo”
Mostrar disgusto por las políticas de trabajo flexibles de la compañía o cómo los compañeros de trabajo programan su trabajo no te generará ningún amigo en la oficina. Sin duda, ha habido discusiones recientes sobre la percepción de cargas de trabajo injustas entre trabajadores solteros sin hijos y compañeros casados o con familias pero este no es un debate en el que los nuevos empleados deben participar (al menos no públicamente). Si deseas un horario de trabajo flexible debes discutirlo con tu jefe directamente.
5. «En mi trabajo anterior solíamos hacerlo así…”
Tan tentador como esto, sí, te suena y mucho ¿verdad? Ten cuidado con cuántas veces se te desliza. Una o dos está bien pero no quieres que tus nuevos compañeros piensen que no puedes dejar los procesos de tu pasado en… el pasado. Aprende a abrazar nuevas herramientas, tácticas y procedimientos. Una vez que hayas aprendido el protocolo, no dudes en sugerir ajustes o eficiencias.
6. «Debería haber pedido más dinero»
Puede que estés muy arrepentido por las condiciones salariales pero no te ayudará nada compartirlo a los cuatro vientos. Una reunión con el jefe (privada) es la mejor solución para este tipo de problemas y, de ser nuevo, no es muy recomendable empezar por ahí. Todo llega. Llegar a un lugar exigiendo es una mala carta de presentación desde tiempos inmemoriales.
7. «Eso no tiene ningún sentido para mí»
Es fácil confundirse cuando eres el nuevo del trabajo. Sin embargo, en lugar de ser negativos, simplemente haz preguntas probatorias para entender lo que tu compañero está diciendo. Intenta tirar más de eso de: «Quiero saber más del tema, ¿puedes ponerme al día?»
No pierdas nunca la oportunidad de desechar este tipo de respuestas siempre. No importa si eres nuevo o el jefe: no te ayudará en ningún caso pero, por supuesto, en el caso de ser el nuevo o recién llegado a la empresa (y volviendo al comienzo del artículo): “Todas las miradas están puestas en ti y cualquier comentario desafortunado puede salir muy caro. ¡Ten cuidado!”
Fuentes: Business Insider
Imagen: Unsplash
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