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Vivimos en una sociedad muy competitiva en lo que al mundo de los negocios se refiere. Ser trabajador y apasionado por el trabajo que desarrollas son cualidades necesarias para conseguir cierta estabilidad laboral. De hecho, estos son los comportamientos que la empresa espera de ti. Sin embargo, también es importante que tú mismo/a sepas dónde acaba esta necesidad, y donde empiezan tu derecho al descanso. De lo contrario, el trabajo podría consumirte fácilmente.

A continuación te presentamos una lista con seis signos que indican que estás dando demasiado de ti mismo/a en tu puesto de trabajo:

1# Piensas en el término “tiempo libre” como algo extraño

Aunque puedes llegar a involucrarte tanto en tu trabajo que tienes poco tiempo disponible para nada más, tu trabajo no debería consumir tu tiempo de forma que no te queden horas para nada más. Si no puedes recordar la última vez que hiciste planes con familia o amigos, viste una película interesante, fuiste de compras o simplemente hiciste algo que no estaba relacionado con tu trabajo, esto puede ser un indicador clave de que tu trabajo abarca toda tu vida y debes empezar a cambiar el chip.

2# Cuando llevas tú toda la carga de trabajo

Cuando somos demasiado perfeccionista, podemos llegar a tener la necesidad natural de asegurarnos de que todo aquello en lo que estamos involucrados, aunque sea de manera remota, está perfectamente hecho. Sin embargo, esta tendencia no debe traducirse en la frase “toda la carga la llevo yo”. Recuerda que no tienes súper poderes: no puedes hacerlo todo tú, sin ayuda de nadie. Y aunque pudieras, no es lo que la empresa debería esperar de ti. Esto es lo que, desgraciadamente, les ocurre a los autónomos y es por eso que, cuando se lo pueden permitir (y no siempre es así) se ven obligados a contratar a otras personas que puedan asumir parte de sus tareas.

3# Cuando todas tus aspiraciones están relacionadas con el trabajo

Tener metas laborales puede ser muy admirable, pero no deberían ser los únicos objetivos que tengas en tu vida. Trata de crear un equilibrio e incluye en estas metas a tu familia, tus intereses e incluso el altruismo. Tu futuro debe reflejar algo más que llegar a la cima de tu carrera. Cuando alguien te pregunta acerca de tus aspiraciones y tus únicas respuestas están relacionadas con el trabajo, obviamente le estás dando demasiada importancia a este importante, pero no único, aspecto de tu vida.

4# Cuando tu mente está siempre en “modo trabajo”

Una cosa es llevarte ocasionalmente trabajo a casa, y otra muy distinta estar pensando todo el tiempo en el trabajo. Incluso cuando estás en casa. Habrá momentos en los que será inevitable que tengas que llevarte trabajo extra a casa, pero no es bueno obsesionarse constantemente con los informes que debes hacer, las presentaciones que debes preparar o los planes que necesitas realizar para llevar a cabo tu próximo proyecto. Si tu mente o tu cuerpo están siempre trabajando, especialmente cuando no estás en la oficina, ésta es una señal de que has cruzado la línea y debes empezar a pensar un poquito más en ti.

5# Cuando solo hablas de trabajo

Es totalmente comprensible que hables de trabajo de vez en cuando. Sin embargo, esto se convierte en un problema cuando tu trabajo es la única cosa de la que puedes o sabes hablar. Recuerda que el hablar solamente de trabajo puede hacer de ti una persona especialmente aburrida con la que poca gente querría pasar su tiempo libre.

Por lo tanto, si en compañía de familia y/o amigos, el trabajo es tu único tema de conversación, éste será un signo seguro de que estás trabajando demasiado y debes cambiar de rumbo.

6# Cuando tu trabajo condiciona toda tu vida

Es evidente que tu carrera constituye una parte importante de lo que eres, pero nunca éste debe ser el único factor que te defina. Tus intereses o tienen por qué estar obligatoriamente ligados a tu trabajo. Encuentra actividades y aficiones fuera del trabajo simplemente por placer: solo por diversión o por pasar el rato. Si tu trabajo define cada decisión que tomas y determina cuál es tu reacción para cada situaciones (aunque no tenga nada que ver con tu puesto de trabajo), es el momento de volver a analizar cuánto de ti mismo/a estás ofreciendo a tu actual empleo.

Muchos son empleados que se dan cuenta de que sus vidas están consumidas por sus puestos de trabajo. Si tú te encuentras en una situación tan extrema como la que hemos definido en líneas anteriores, ha llegado el momento de contratar y delegar, especialmente en el caso de aquellas personas que regentan su propio negocio. Serás más feliz y vivirás una vida más saludable cuando puedas crear una vida por ti mismo/a fuera del trabajo.

Fuente: 6 Signs You Work Too Much and Need to Get a Life

Foto: Amit Gupta / Flickr