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El respeto no es algo que se dé de manera automática. Es algo que hay que ganarse. Cuando te encuentras en una situación de liderazgo, es fundamental que la gente con la que trabajas te respete. Probablemente ellos respetarán tus hábitos de trabajo, tu inteligencia o tu habilidad para cerrar un trato. Sin embargo, existen más aspectos de ti mismo que deben respetarse, aparte de los que acabo de mencionar. Si te ganas su respeto como persona, entonces realmente habrás ganado el juego.

A continuación te damos algunos consejos para ganarte el respeto de las personas que te rodean.

Sé educado

Sé siempre educado con todos aquellos con los que te encuentres durante el día, esto incluye a tu familia, pero también a tus compañeros de trabajo y a la persona que te atiende cuando vas a hacer la compra de la semana. Ofrece a otros el mismo respeto que te gustaría recibir a ti. Utiliza todas aquellas acciones propias de la buena educación para ofrecer tu respeto a los demás.

Abre la puerta a la persona que va detrás de ti cuando entres al metro o a una cafetería, o deja que aquel o aquella que va detrás de ti en la fila de la compra y solo lleva un producto, pase antes que tú. Di “por favor” y da las gracias siempre que sea posible.

Actúa con respeto

Elimina los comportamientos irrespetuosos como poner tus ojos en blanco, interrumpir o hablar de manera negativa sobre alguien. Y no sólo son estas las acciones no respetuosas. En lugar de esto, trataremos de escuchar más atentamente a la otra persona, pues todo el mundo merece ser escuchado, incluso cuando no estamos de acuerdo con lo que la otra persona está diciendo. Ten en cuenta esto: plantéate cómo te gustaría que te trataran a ti, independientemente de la opinión que vayas a dar.

Escucha todo lo que puedas a la otra persona

Escuchar es un proceso activo, y no pasivo, como pueden creer algunas personas. Muy frecuentemente en las conversaciones de hoy en día, las personas tienden a pensar en alto. Piensa antes de hablar y plantéate si estás hablando demasiado de ti y no estás dejando hablar a tu interlocutor. Escucha y haz preguntas a la otra persona, demuéstrale que te interesa lo que te cuenta y haz preguntas.

Ayuda a las personas en todo lo que puedas

La gente se gana el respeto estando siempre dispuesta a echar una mano o una oreja siempre que los demás lo necesitan. Busca oportunidades de ayudar a las personas. ¿Necesita ayuda un compañero tuyo de trabajo de cara a un proyecto importante? ¿Puedes traer una taza de café a alguien? Intenta ser útil a los demás todo lo que puedas a lo largo de tu día.

No pongas excusas

Tus acciones se basan en las elecciones que haces y, salvo circunstancias excepcionales, no hay razón para poner excusas (malas, generalmente). Asume tus acciones. Por ejemplo, si constantemente llegas tarde, no inventes excusas. Acepta tus errores y en lugar de disculparlas, busca oportunidades para dejarlas atrás y hacerlo mejor la próxima vez. En lugar de centrarte solo en ti, pregúntate “¿Cómo puedo rectificar mi comportamiento o determinada situación?”.

No te enfades

Los enfados y los rencores no hacen daño más que a uno mismo, por eso tenemos que evitarlos en la medida de lo posible. Si algo te molesta, tienes un margen para enfadarte o molestarte de manera momentánea, pero cuanto antes deberás salir adelante, rectificar la situación y/o dejar atrás aquello que te incomodó o molestó.

Debes estar dispuest@ a cambiar

Si no reúnes las cualidades anteriores, al menos ésta deberías tenerla en cuenta. Si eres maleducado, irrespetuoso, no sientes respeto por los demás, no escuchas, ni ayudas a los demás, además de estar constantemente enfadado con el mundo, la gente no te respetará. Haz un esfuerzo por crecer como persona: aprende nuevas habilidades, prueba nuevas actividades y, especialmente, re-analiza tus comportamientos automáticos.

Y no olvides felicitarte a ti mismo por el esfuerzo que has realizado por convertirte en una mejor persona.

Fuente: 7 Qualities of People Highly Respected

Foto: Unsplash.com