3 Diferencias entre un Jefe y un Líder: ¿Cuál eres tú?
Dentro de cualquier organización, se necesitan sistemas y estructuras para asegurar que se consigan todos los objetivos. Contar con un sistema universal aplicado que todos los miembros puedan seguir y acatar es una gran manera de mantener los estándares, aumentar la rendición de las cuentas y promover la unidad de equipo. Se necesitan personas responsables de llevar a cabo estos sistemas y garantizar que se apliquen adecuadamente. A lo largo del tiempo, estas personas han tenido muchos nombres distintos: jefe, oficial, señor, duque… sólo por nombrar unos pocos. Actualmente, hemos añadido nuevas nomenclaturas, como supervisor, director general o gerente.
Mientras que estos nombres relacionados con puestos de poder han ido cambiando de forma (aunque no necesariamente en su contenido y ejecución), hay un título que ha perdurado a lo largo del tiempo y cuyo nombre no ha cambiado: líder.
Esto ha ocurrido porque un líder puede lograr cosas que ninguna de estas otras figuras puede conseguir. Los líderes poseen cualidades únicas y rasgos que les impiden ser clasificados como simples supervisores o gerentes.
¿Cuáles son esas cualidades?
1# Subordinados vs. Seguidores
La delegación de responsabilidades, la designación de tareas y la espera de resultados son las principales tareas de un simple jefe. Aquellos que trabajan para un jefe, como tal, actuarán como se les dice: no por una devoción ciega, sino siempre esperando algo a cambio, ya sea dinero, elogios o una posible promoción.
Sin embargo, el líder no tiene subordinados: tiene seguidores. Un líder no considera a las personas individuos por debajo de ellos, sino más bien gente que le sigue. Los que trabajan para un verdadero líder están constantemente alentados e inspirados, y éste es el factor que impulsa su trabajo. Cuando tienes seguidores en lugar de subordinados, que se esfuerzan por ir más allá con tal de conseguir un objetivo y, en poco tiempo, confiarán en ti.
2# Miedo al cambio vs. Mentalidad de crecimiento
Cuando un jefe busca la mejor manera de lograr los objetivos de la empresa, suele quedarse con lo que hay en ese momento. No realiza cambios para mejorar, con tal de no arriesgar. No quiere decir que esto sea algo negativo, pero sí es cierto que no deja espacio para la verdadera mejora y crecimiento. Y se estanca.
Un líder, en cambio, siempre está dispuesto a innovar y cuenta con una mentalidad de crecimiento que hace que no se sienta cómodo trabajando siempre al mismo nivel. Ya lo dijo Marshall Goldsmith en su libro: lo que tienes aquí, no te llevará allí. Los líderes buscan constantemente el cambio en aras de llevar a su equipo a niveles superiores.
3# Recursos vs. Personas
Un jefe sabe cómo trabajar dentro de unas normas y asegurarse de que los demás están haciendo lo mismo. Su principal preocupación es la de perfeccionar el sistema ya existente para acoplar a él los recursos disponibles (los empleados).
Los líderes, sin embargo, priorizan a las personas y crean nuevos sistemas que sirvan de apoyo a su activo más importante: el individuo. El líder se relacionada con su gente y la entiende. Esta habilidad implica conseguir lo mejor de las personas con las que trabaja y ajustar el sistema a ellas.
Llegados a este punto, es sencillo entender por qué el título de líder se encuentra en una categoría propia. Un jefe cumple un papel importante y es vital para el éxito de un negocio, pero un verdadero líder tiene un valor incalculable. Saber la diferencia entre los dos conceptos es esencial. Si eres capaz de reconocer y entender qué necesitas para ser un líder, podrás desarrollar tus propias habilidades de liderazgo y, por lo tanto, harás que las personas que trabajan a tu lado desarrollen las suyas propias, dando lo mejor de sí mismas.
También es importante aclarar que no existe un manual universal de liderazgo, pues cada persona tiene sus propias fortalezas y debilidades. Cada líder es distinto a los demás, pues su manera de pensar es creativa y añade su toque personal a la hora de inspirar al resto de individuos.
Ser jefe es, simplemente, seguir las reglas impuestas y vigilar que éstas se cumplan.
Fuente: Are You a Manager or a Leader? Here’s How to Tell the Difference
Foto: Pop Tech
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