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Si dedicáramos un día entero a preguntar a la gente que nos cruzamos por la calle, probablemente una inmensa mayoría respondería que prefiere dedicar más horas a la familia, amigos, pasatiempos y demás actividades relacionadas con el tiempo de ocio, en vez de trabajar, trabajar y trabajar. Por supuesto, acudimos al refranero con eso de “el que algo quiere, algo le cuesta“,  en lugar de aprender a no malgastar el poco que tengamos.

Para ello es necesario que miremos en nosotros mismos y nos organicemos teniendo en cuenta nuestros puntos fuertes y flacos. Para eso os dejamos esta pequeña lista, que si bien no ha de tomarse como “los diez mandamientos”, es importante saber en qué cosas nos vemos más flojos para invertir más tiempo en mejorarlo.

1# Aprende a Desconectar

Es curioso que empecemos la lista con algo que nada tiene que ver con ella. En realidad, desconectar es la parte más importante del trabajo ya que nos ayuda a mirar las cosas con perspectiva. Aquellos acostumbrados a trabajar por objetivos saben perfectamente de qué va esto: “si llenas mucho el carro, avanzará más despacito.”

2# Organiza la Faena

Para enfrentar un trabajo, sea del tipo que sea, tenemos dos opciones muy simples. Por un lado, organizar y esquematizar los procesos, partes y tiempos de nuestro proyecto y, por el otro, no hacerlo. Huelga decir lo importante de optar por la primera opción; nos brindará la posibilidad de rentabilizar los tiempos, acoplar tareas similares y demás estrategias para minimizar costes de todo tipo.

3#Reflexiona

Es algo que todos creemos hacer habitualmente pero, como todo en la vida, no basta con hacerlo; hay que hacerlo bien. ¿Recordáis lo del primer punto? Aquí es donde empezamos a sacarle partido a nuestros “días libres”.

4# Haz Ejercicio

Aprovechar el tiempo libre para entrenar físicamente no es el número cuatro de esta lista por casualidad o descuido: segregar endorfinas nos hará caer en un estado de relajación que nuestro cerebro sabrá agradecer bien. No dejes de guardar un poco de tu tiempo para salir a trotar o practicar algún deporte. Lo agradecerás.

5# Apasiónate

Los más notables triunfadores de todos los tiempos tienen este punto en común como mínimo. Si amas tu trabajo dejará de ser trabajo, si tu trabajo deja de ser trabajo, formará parte de tu tiempo libre. Se inteligente y dedica tu tiempo a pensar de qué forma puedes sacar rendimiento económico a lo que de verdad te gusta.

6# Relaciónate

No pierdas de vista a la gente sea cual sea tu trabajo. A veces, nos “atrincheramos” y nos olvidamos un poco del mundo, limitándonos a seguir los acontecimientos importantes a través de la televisión, internet u otros medios. Se trata de un error fatal, pues nos aleja de la perspectiva de quienes nos rodean.

7# Experimenta

Entender el trabajo como rutina es un pasito para traducirlo todo en una cárcel de las peores que existen: una sin paredes, invisible si no sabemos que existe. Cerrarnos a vivir un bucle nos aleja de la emoción, la adrenalina, la pasión que comentábamos en el punto cinco. Vive historias de esas que luego cuentan los abuelos a sus nietos.

8# Usa Agenda

La ventaja de organizarse, es que podemos sacar partido a establecer una “rutina” que no sea para nada “rutinaria”. Tu trabajo y tus tiempos de trabajo están por un lado dentro de ese esquema de cosas por hacer, el tiempo libre está por otro. Es ahí donde tienes la gran oportunidad para planear las páginas de la novela más importante del mundo: la de tu propia vida.

Y tú, ¿pones ya en práctica alguno de estos trucos?  o  ¿conoces algún otro que te sea útil y quieras compartir? 

Pues ya estás tardando en comentar 😉

Fuente: Entrepreneur