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El liderazgo a veces es saber aplicar la idea correcta en el momento correcto. No es solamente dirigir a un equipo o dar órdenes concretas, sino observar la situación general y saber en todo momento qué es lo importante para la consecución de cada tarea individual. He aquí algunas pautas a seguir para tener todo bajo control.

1. Ser el primero en ofrecerse.

Hay gente que es terrible en esto. ¿Hay que sustituir el tóner en la impresora? ¿O se ha derramado café en la sala de descanso? Es usual dejar estas tareas “nimias” a cualquier otra persona. Mala idea. Al no ofrecerte voluntario para hacer el trabajo sucio, te estableces como un dictador privilegiado. Ofrecerse a hacer tareas duras o incluso trabajos humillantes muestra que eres uno del equipo.

2. Confronta la pereza con energía.

No debes dejar que la pereza pueda contigo, llevándote a enterrar papeleo en la papelera guardándolo para luego o quedándote en tu cubículo en lugar de aparecer pronto en las reuniones listo para colaborar. Aunque es un doble revés. Como líder, si no confrontas al empleado improductivo, estás dejando que el problema empeore y estás haciendo que parezca algo aceptable a ojos de los otros empleados.

3. Quédate hasta tarde para desarrollar relaciones, no para finalizar informes.

A veces estás tan centrado en finalizar un informe a última hora que no te das cuenta de que el objetivo último, es ser productivo y feliz en el trabajo. Es prioritario fomentar mejores relaciones para lograr esta meta, lo que acarreará una mejora en el trabajo para todos.

4. Sobresáltate sobre las victorias de un competidor.

Puede llegar a ser un hábito para un jefe alterarse cuando no consigue realizarse totalmente un trabajo, ya sea por error propio o no. En lugar de esto, es recomendable enfadarse (de forma controlada) en demostración de preocupación por verse derrotado. Es importante nombrar un adversario, para empujar al equipo adelante.

5. Comunica tanto visiones como tareas.

El líder es el que da órdenes, o eso pensamos. Erróneamente. El liderazgo es algo mucho más que establecer una visión y asignar trabajos. ¿Por qué esta tarea es importante? ¿Quién debe hacerla? ¿Cómo este objetivo ayuda a un mejor resultado? Se deben plantear estas cuestiones antes de trazar cualquier directriz para asegurarse de estar guiando a los empleados en la dirección correcta.

6. Muévete ágilmente para proporcionar las herramientas necesarias.

Es importante a la hora de dirigir un equipo asegurarse de que están haciéndolo lo mejor posible, no sólo en cuanto a rendimiento, sino a herramientas de trabajo. Una clave para obtener resultados más rápidos y beneficiosos es mantenerse al día tanto en lo tecnológico como en lo procedimental, optimizando al máximo cada tarea. La innovación siempre es fundamental en cualquier área.

7. Comparte el mérito como debes

Hay una forma de compartir el reconocimiento con un débil gesto sin mucha convicción, simplemente para hacer saber que otra gente contribuyó a tu éxito. Es como la persona que lee una lista de nombres en una ceremonia de premios y entonces toma todo el crédito. Es importante mirar de cerca quién realizó el trabajo e hizo las mayores contribuciones. En lugar de simplemente “compartir” el éxito y atribuirse el mérito, es mejor intentar que la gente obtenga premios específicos por su colaboración.

Imagen de Flickr por Martin Gysler