Europa proclama el fin del roaming y defiende la neutralidad en la red
Las nuevas tecnologías y el desarrollo suponen un cambio progresivo y continuado en la vida de las sociedades modernas, impactando todos los ámbitos y planteando controversias o situaciones en el libre mercado que los órganos competentes tardan a veces en identificar, analizar y atajar.
Fin del roaming
Finalmente una petición largamente demandada será satisfecha: el 15 de diciembre de 2015 los costes de itinerancia (roaming) o recargos que cobran las compañías a sus usuarios cuando realizan una llamada o se conectan a internet fuera de su país (en este caso dentro de la Unión Europea), serán eliminados. Así lo decidió el pasado 3 de abril el Parlamento Europeo tras una larga disputa entre las autoridades comunitarias y más de 100 compañías de telefonía móvil.
Actualmente los precios del roaming incluyen aproximadamente el pago de 24 céntimos de euro por cada minuto cuando se hace una llamada y 7 céntimos cuando se recibe. Además se pagan 8 céntimos por el envío de SMS y 45 céntimos por descarga de megabyte si hay conexión a los datos del móvil.
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroe, firme defensora de la eliminación de estas tarifas declaró: “Este voto es la respuesta que da la UE a las expectativas de los ciudadanos. Se trata precisamente de la razón de ser de la Unión: hacer la vida de los europeos más fácil y más barata. Casi todos dependemos en nuestra vida diaria de las conexiones a las redes móviles y a Internet. Debemos por tanto saber lo que compramos, sin que se nos engañe, y tener la posibilidad de cambiar de opinión. Las empresas, por su parte, han de tener la oportunidad de dirigirse a todos y cada uno de nosotros, y este nuevo reglamento se lo pone más fácil. Todo el mundo sale ganador”
A pesar de las reticencias ante esta medida por parte de muchas empresas de telecomunicaciones algunas abandonan este camino y empiezan a elaborar medidas acordes a las nuevas circunstancias. Es el caso de Orange que ha eliminado el roaming con el lanzamiento de la tarifa ‘Go Europe’, que ofrece 100 megas al día por un euro, lo que supone un coste equivalente al precio nacional. Así habla el director general del Negocio Residencial de Orange, Samuel Muñoz, sobre la nueva oferta de navegación ‘Go Europe‘:
«Esta oferta va a permitir a nuestros clientes navegar con su móvil y tablet en Europa con total tranquilidad, igual que en España, evitando sorpresas en la factura y a velocidad 4G».
Tres años de consultas, eventos públicos y reuniones privadas (incluyendo dos importantes acontecimientos públicos con más de 1.000 participantes en junio) informan de una serie de propuestas que definen un plan de la UE que adopta un conjunto de medidas legislativas para un “Continente conectado”, es decir, la construcción de un mercado único de las telecomunicaciones destinado a crear una Europa competitiva, conectada y generadora de empleo e industrias digitales sostenibles.
Su objetivo es acercar a los ciudadanos a un verdadero mercado único de las telecomunicaciones en la Unión acabando con los costes de itinerancia. Además garantiza un internet abierto a todos, prohíbe el bloqueo de la red y la degradación de su contenido, coordina para los servicios de banda ancha inalámbrica los procedimientos de concesión de licencias de espectro, aporta a los clientes un mayor nivel de transparencia en sus contratos de Internet y de banda ancha y les permite cambiar de proveedor con más facilidad.
Neutralidad en la red
Otra gran pretensión es la garantía de la neutralidad en la red, la cual forma parte del consenso de la Unión Europea a la hora de proteger los derechos y libertades de sus ciudadanos. La UE plantea una regulación que hará que las operadoras de Internet no puedan dar prioridad a ciertos tipos de tráfico en internet o a cierto servicio sobre otro que, por ejemplo, no pague por una “autopista de peaje” o dicho de otra forma las operadoras no priorizarán algunas páginas web por encima de otras y todos los datos en la red se tratarán de la misma forma y sin ningún tipo de restricción.
Las telecomunicaciones y las redes coexisten ligadas por las recíprocas oportunidades de desarrollo que ofrecen para sí mismas y la sociedad. Existen usuarios que aún defienden la importancia de móviles que únicamente sirvan para llamar y recibir llamadas pero la mentalidad general es radicalmente distinta. Los avances tecnológicos y la interactividad, cada vez más centrada en la colaboración interdisciplinar de diferentes medios, marcan significativamente el rumbo de las sociedades desarrolladas.
Un móvil ya no es lo mismo sin internet, las consolas también reproducen Blu-Ray se han convertido en centros de ocio para el salón y la adquisición de Oculus VR (empresa pionera en realidad virtual) por Facebook apunta a que la comunicación “vía texto” puede ser cosa del pasado. Internet es el catalizador de todos estos avances de manera más directa o indirecta.
Los cambios y la diversidad están presentes en todo ámbito que hoy día prospera pero este mundillo parece avanzar demasiado rápido y asusta a muchos por el hecho de no poder controlarlo en absoluto, pero no desde una perspectiva de control en sí, sino de plena falta de voz ante el rumbo que tomarán las cosas.
Las empresas de telecomunicaciones están en su derecho de manifestar sus desalientos ante las nuevas medidas pero la necesidad de una regulación parece más que obvia. La falta de transparencia en la aplicación de las facturas en el extranjero y las dificultades del cambio de compañía vinculados a la permanencia son, entre otras, quejas muy recurrentes entre los usuarios, que a medida que pagan gradualmente más, no ven resueltos los problemas que acarrean estas empresas casi desde sus comienzos como la fluidez constante de la línea en los hogares (aunque la fibra óptica parece apuntar a una solución a este problema).
Europa parece liderar la lucha contra los miedos que generan las grandes empresas de las redes, Estados Unidos confunde a partir de sus medidas que ondean de un lugar a otro sin un rumbo claro. Nuestro continente suma numerosas querellas contra gigantes como Google y en cierto sentido evocan un sentimiento de libertad gratuita y universal que permita al ciudadano y las empresas aprovechar adecuadamente este gran medio que sin duda alguna ha revolucionado la humanidad, además parecen representar aquella máxima del estado no controlado por la empresa que sin embargo está aún por definir. Sin embargo la medida adoptada respecto al roaming aclara la intención de Europa de definir un rumbo que no controlen únicamente las entidades privadas.
Fuentes: Xataka, El País, El Mundo, Rtve.
Imagen de Flickr por barryskeates
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