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Existen muchas debates sobre los emprendedores dentro de una organización, esos ejecutivos altamente valiosos y esos miembros del equipo que tal vez nunca llegarán a ser fundadores de una compañía, pero que han aprendido a aplicar los principios esenciales del emprendimiento en los roles que ocupan dentro de una empresa.

Este tipo de trabajadores son llamados intraemprendedores, personas con las mismas cualidades que los emprendedores pero que desarrollan proyectos con el apoyo de las empresas para las que trabajan. Se trata de trabajadores por cuenta ajena, con altas dosis de pasión y creatividad, pero que desarrollan su talento dentro de un ámbito empresarial menos cercano a la concepción básica del emprendedor que implica un grado de autonomía e individualidad mayor.

El intraemprendedor aprovecha las bases de conocimiento, recursos económicos, y otros recursos humanos de la empresa para desarrollar su creatividad, con las ventajas y desventajas que le acarrea el hecho de pertenecer a una entidad desprendiéndose del concepto “Yo soy mi propio jefe”.

Según publica en Forbes David K.Willian, director ejecutivo de Fishbowl, estos individuos piensan y se comportan como “dueños” y son fundamentales para la buena salud de una empresa. ¿Pero cómo pueden las organizaciones reconocer y desarrollar a intraemprendedores y, lo que es aún más importante, cómo puedes asegurar que no abandonarán la empresa?

Vijay Govindarajan y Jatin Desai han señalado en un post del blog de Harvard Business Review que los intraemprendedores exitosos reúnen una serie de características comunes.

 1. El valor del dinero

Respetan el valor y la importancia del dinero. Entienden los conductores económicos que permiten a la organización alcanzar el éxito y son capaces de apoyar esta realidad fundamental y no luchar contra ella. Hacen su trabajo de manera que muestran a la organización que son alguien que no pueden permitirse dejar ir. El dinero y la progresión les acaban encontrado a ellos.

2. Son “tierra fértil”

Una idea interesante para un intraemprendedor nunca le abandona, germina dentro de su mente y el deseo de descubrir cómo hacer que funcione está siempre muy presente. Con un poco de tiempo es probable que el intraemprendedor convierta la semilla de una idea en un verdadero plan o haya creado un mejor conjunto de planes alternativos en su lugar.

3. Saben cómo dinamizarse

No tienen miedo de cambiar su rumbo, ni temen al fracaso. Impulsan una confianza interna y un coraje que a cada paso les lleva más cerca de su objetivo final sin importar los errores. Williams llama este fenómeno «fallando para arriba» pues celebran las oportunidades de crecimiento, incluso las dolorosas.

4. Se comportan con autenticidad e integridad

Los intraemprendedores exhiben los rasgos de confianza y humildad y no tanto del comportamiento rebelde en sí.

“La Integridad, junto con el respeto, la convicción y el coraje, son clave entre los rasgos que han llevado a mi propia compañía a alcanzar milagrosos logros y son la base de la metodología que describo en mi libro (The 7 Non-Negotiables of Winning). Un empresario en ciernes podría tener características de éxito a raudales, pero sin una base de integridad, no logrará nada. El mundo del trabajo está plagado de muchos ejemplos de tales faltas.” escribe Williams en su artículo.

Como conclusión una empresa fundada con énfasis empresarial y valores intraemprendedores se convierte en un imán para trabajadores y proyectos que incluyan esas características, lo que sin duda redundará en positivo para la empresa como señalábamos en este artículo. Los empleados recomiendan una empresa a otras personas cuando comparten sus valores. Una entidad no puede comportarse sin integridad y esperar encontrar esos rasgos dentro de sus filas por lo que definir las bases de pensamiento y actitud de una empresa fundamentados en los valores antes expuestos, pueden determinar la propia personalidad de sus propios trabajadores.

Fuentes: Forbes, EmprendePymes.