Software y tecnología ¿burbuja o nuevo modelo económico?
«No hay una burbuja tecnológica», dice Marc Andreessen.
El software y las nuevas tecnologías viven una constante expansión en el mercado que parece no tener fin. En los últimos años empresas como Google, Linkedin o Facebook están alcanzando cotas de beneficio ingentes; sus productos y servicios han cambiado la forma de ver el mundo; ningún ámbito se escapa: la economía, la vida diaria o laboral, el ocio, la información…
Ante esta situación algunos han aventurado que estamos ante una burbuja del sector tecnológico que a no mucho tardar acabará por explotar. La verdad es que ciertos datos parecen apuntar a esa preocupación pues ciertos aspectos se asemejan al furor provocado por las empresas puntocom a finales de la década de los 90, que llevó a muchas empresas de Internet a la suspensión de pagos, provocando pérdidas ingentes a sus inversores.
Las nuevas y millonarias startups
Las empresas nuevas, o startups, como Airbnb, TaskRabbit. y RelayRides han utilizado aplicaciones de software para abrir una nueva economía donde los consumidores comparten sus materiales y servicios, en un modelo de negocio que parece asentado: hace años Google era la empresa con la duodécima mayor capitalización de mercado; hoy en día es la tercera.
Si observamos las startups que existen en la actualidad encontramos por lo menos 25 cuyo valor de mercado es de 1.000 millones de dólares o superior; datos que publicó el New York Times en un reportaje el 4 de febrero de 2013. Éstas forman parte del club de las “startups millonarias”. Entre ellas se encuentran nombres bien conocidos como Evernote, en el sector de aplicaciones de productividad, Airbnb, web de reservas de hospedaje, SurveyMonkey, software de cuestionarios online, y Spotify, empresa de streaming de música online.
Existen diversas razones para tal auge, según manifestó Marc Andreessen en una entrevista concedida al Wall Street Journal: “En los 90, si querías formar una firma de Internet tenías que comprar los servidores de Sun, los equipos de redes de Cisco, las bases de datos de Oracle, (ORCL) los sistemas de almacenamiento de EMC. Y esas empresas cobraban una barbaridad para apenas ponerse a funcionar con lo básico.”
“En la actualidad, las startups no compran nada de eso. Literalmente no le compran nada a esas empresas. En lugar de ello, van a Amazon Web Services y pagan por su uso y están pagando un precio entre 100 veces y 1.000 veces más barato por unidad de computación, por unidad de almacenamiento, de redes, de software.”
Los causantes del miedo
Estos son los ejemplos que ponían diferentes medios de posible burbuja debido a sus valoraciones en este año. Dropbox, que recibió 250 millones y está valorada en 8.000 millones; Uber, que recibió 258 millones y está valorada en 3.800, o Pinterest, que recibió 338 millones y está valorada en 3.800. Todas conforman empresas valoradas en más de mil millones de dólares. Sin embargo la mayoría tienen negocios considerables- Dropbox cobra por aumentar la capacidad de almacenamiento y facturó unos 200 millones; Uber se lleva comisión por su uso y facturó unos 213. Podríamos decir que el ojo está más bien puesto en aquellas que de momento no ganan nada más que gente registrada como por ejemplo Pinterest.
Aunque Pinterest sea muy popular y haya atraído el interés de empresas de capital de riesgo, todavía no se ha comprobado la eficacia de su modelo de negocio. Hace poco anunciaron la futura incorporación de publicidad y una nueva herramienta que permitirá enlazar las cuentas de empresas que quieran acercarse a los usuarios que comparten sus intereses.
Otro caso más es Snapchat, que desde su fundación en 2011, lleva 123 millones de dólares acumulados y está valorada en dos mil millones y aún no ha ingresado ni un solo euro, aunque realmente cuente con 60 millones de usuarios.
Según Miguel Arias, socio fundador de IMASTE y miembro de Chamberí Valley «Está claro que no se valoran por los ingresos actuales, sino por la capacidad brutal de ingresos futuros. Twitter tiene cientos de millones de usuarios, ha cambiado el modo en el que nos relacionamos con las noticias, que compartimos, hasta cómo vemos la televisión. ¿Cuánto vale eso? A lo mejor no se puede valorar en facturación hoy, pero mañana tiene el potencial de valer muchísimo. Hoy hay más mercado en internet que hace diez años. Hay burbuja, pero de menor nivel»
Los datos de las empresas más reconocidas
Si analizamos las empresas más conocidas en el sector del software y las tecnologías encontramos que las acciones de Apple cotizan a 450 $ cada una, lo que corresponde a aproximadamente diez veces los beneficios proyectados por acción de 44 $ en el año fiscal de 2013. Por otro lado las acciones de Google se negocian a 815 $, es decir 18 veces los beneficios proyectados por acción en el año fiscal 2013. Mientras tanto las acciones de Yahoo se negocian a un valor 21 veces superior al beneficio anual de la empresa y las de Microsoft por un valor diez veces superior a las ganancias del año fiscal 2013. Los ratios de precio/beneficio son difíciles de concebir como una inflación del mercado.
“El mercado hoy no está ni un poco inclinado a la especulación, porque los inversores recuerdan bien las lecciones dolorosas aprendidas del colapso de las empresas puntocom”, dice Jeremy Siegel, profesor de Finanzas de Wharton, quien predijo el estallido de las puntocom en los 90. «Las personas quedaron escaldadas. No se han olvidado de ello y son más cautelosas».
Los inversores, causas y razones para invertir
Sin embargo existen ciertos inversores que envían arrolladoras cantidades monetarias a estas empresas sabiendo que las startups tienen un 80% de probabilidades de fallar. Ante esta pregunta Andreessen contestó al Wall Street Journal “En mi opinión, nada está ocurriendo a un nivel generalizado. No existe ninguna burbuja. Las burbujas son fenómenos específicos en los que interviene una psicología de masas, donde cada inversionista particular, hasta los taxistas y los lustrabotas, compran acciones en lo que sea que esté de moda. Así ha sido desde la burbuja del Mar del Sur hasta la burbuja puntocom”.
El retorno medio anual de los inversores de riesgo es aproximadamente entre 15% al 20%, sin embargo ese número descendió hasta un 6% debido a la dificultad de encontrar buenas apuestas. Los inversores en startups no obtienen suficiente compensación para el riesgo que corren, por lo que prefieren dedicarse a otros mercados.
¿Pero entonces porque se sigue invirtiendo tanta cantidad de dinero en las startups?
Raffi Amit, profesor de Gestión de Wharton trata de explicarlo «Existe el fenómeno de manada. Algunos sectores se consideran calientes, por eso un volumen desproporcionado de capital se mueve hacia empresas de esos sectores».
Voces en contra
Sin embargo existen detractores de esta supuesta seguridad del mercado y sus afirmaciones de que no derivará a una burbuja, de hecho Bruce Sterleing, autor de ciencia y ficción y colaborador en Wired, declaró en una conferencia sobre internet llamada Next Berlin «En el mundo startup trabajáis deprisa para hacer a otra gente rica. Otra gente. Sois una pequeña élite de jóvenes muy inteligentes que trabajan para una élite aún más pequeña de financieros baby-boomers. Así pueden comprar gobiernos, callarlos, destruir la clase media… Y ese será el juicio de la historia a vuestra cultura startup: fue una alianza tácita entre las nuevas empresas de las favelas hackerspaces y los paraísos fiscales».
No es el único que ha criticado el acelerado rumbo que ha tomado la creación de negocios de internet. Por citar otros textos, uno en Wired “Silicon Valley no es una meritocracia y es peligroso convertir a sus emprendedores en héroes” y otro también destacable sobre el poco debate mediático en cómo la comunidad tecnológica participa en el contexto socioeconómico. Al autor le sirvió para introducir que dejaba de trabajar “haciendo juguetes para ricos” y que, en su lugar, empezaba a trabajar en el sector público de Reino Unido, que está impulsando la digitalización e innovación de la administración.
A pesar de que existe un miedo a esta supuesta burbuja los argumentos y testimonios parecen no tener la respuesta final, aunque los testimonios aportados por los expertos e interesados parecen inducir a que no existe tal posibilidad.
No obstante en la actualidad persiste la idea de que el modelo de negocio de estas empresas cada vez se aleja más de la filosofía de “Calidad”, ”Eficiencia” y “Usabilidad” a “Rápido”, “Bonito” y “Barato”; pues parece que las posibilidades de lanzamiento de un producto vienen más influenciadas por empresarios y gente de marketing que por los propios ingenieros. Además el hecho de especular con el futuro de las startups dada su naturaleza mercantil preocupa a muchos, existiendo numerosos análisis que avalan que no son una fuente tan fiable de futuros ingresos. Muchas de las apuestas no dan el retorno esperado. Incluso entre las inversiones que llegaron al nivel de Pinterest, «se discute mucho si las empresas serán capaces de mantener su valor«, dice Doug Collom, vicerrector de Wharton del campus de San Francisco, y añade «La prueba real tiene lugar cuando la empresa sale a bolsa«.
Debemos recordar que actualmente hay más de 2000 millones de personas utilizando Internet frente a los 50 millones de hace una década. Además en los próximos 10 años se calcula que por lo menos cinco mil millones de personas en todo el mundo van a tener un smartphone que les brinde acceso instantáneo a Internet en cualquier momento y en cualquier lugar. Es lógico pensar que haya un auge espectacular de estas empresas pues han venido de la mano de un cambio que engloba a gran parte del mundo, sin embargo como siempre solo el tiempo dirá, pues algunos datos económicos inducen a la preocupación y la historia siempre recuerda que los que no aprenden de ella están condenados a repetirla.
Fuentes: tecno.americaeconomia.com, BLOGgnutic, Wall Street Journal, New York Times.
Imagen de Flickr por kevin dooley
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