Entramados empresariales (I): prácticas monopolísticas
Los monopolios son una realidad cuya repercusión en la sociedad afecta al día a día de los individuos. A pesar de que las prácticas monopolísticas en ocasiones se imponen de forma natural, abundan los casos de actuaciones ilícitas que derivan a la competencia desleal. Entidades como Microsoft y Google han sido acusadas por organismos gubernamentales por un supuesto desarrollo de estas prácticas, que permiten a estas empresas aprovechar, mediante su enorme elenco de recursos, para sacar ventaja asentando su posición privilegiada en el mercado.
La enorme influencia que han adquirido ciertas entidades pone en jaque a los diferentes sistemas gubernamentales que ven cómo a pesar de la imposición de leyes y multas que tratan de coartar la libre voluntad de las que en ocasiones hacen gala estas empresas, no son suficientes para el correcto control de las mismas.
Si buscamos el significado de monopolio aparece definido como una situación de mercado caracterizada por la falta de concurrencia que origina la formación de unos precios especiales y elevados. Como forma de mercado son el extremo opuesto a la competencia perfecta y surgen cuando una industria está en manos de un único productor. El monopolista tiene el poder de influir en el mercado; reduciendo su producción, además puede hacer que el precio aumente o baje a placer, influyendo de manera directa en el funcionamiento del mercado. Si un monopolio genera beneficios, estos no existirán incentivos para la entrada de nuevas empresas en la industria a causa de las circunstancias que protegen al monopolista, denominadas barreras de entrada (patentes, legislaciones específicas, economías de escala cuantiosas, etc.).
Las situaciones de monopolio son diversas y aunque normalmente se relacionan con prácticas injustas existen también situaciones monopolísticas necesarias para el correcto y justo desarrollo de ciertas empresas. Casos como las patentes y el denominado monopolio natural permiten aprovechar las innovaciones y creaciones propias.
Sin embargo la situación monopolística coercitiva, es decir que activamente prohíbe la entrada de competidores en el campo o los castiga con prácticas apoyadas en su situación privilegiada, provoca desordenes varios cuyas consecuencia no solo influyen en el mercado, sino en la sociedad e incluso en los derechos de los individuos.
Las diferentes jurisdicciones de los múltiples sistemas gubernamentales se encuentran en una situación de desventaja ante ciertas prácticas vinculadas a algunas entidades globales. Observemos algunos casos:
Los 13 bancos y los derivados crediticios
Entre 2006 y 2009, 13 de los bancos más importantes del mundo se pusieron de acuerdo para impedir que los operadores bursátiles entraran en el entonces muy lucrativo negocio de los derivados crediticios (como los CDS o seguros de impago de deuda). La Comisión Europea anunció que este acuerdo -al que llegaron gigantes de las finanzas como Bank of America Merrill Lynch, Barclays, Bear Stearns (ahora parte de JP Morgan), BNP Paribas, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, JP Morgan, Morgan Stanley, Royal Bank of Scotland y UBS- vulnera las reglas antimonopolio de la UE.
En el pliego de cargos de Comisión Europea acusó a los 13 bancos de presionar a ISDA y a Markit para que sólo concedieran permisos para operar Over-The-Counter (OTC), donde se intermedian operaciones bilaterales a medida entre inversores privados y de forma habitualmente opaca. De este modo, DB y CME no pudieron ofrecer operativa de CDS en mercados abiertos.
La Comisión concluyó que los bancos protegieron mediante etas prácticas sus propios ingresos derivados de la intermediación de CDS en mercados OTC, argumentando que si las bolsas hubieran ofrecido este servicio el precio se habría abaratado.
Microsoft e Internet Explorer
Otro caso es el de que la Comisión Europea contra Microsoft por imponer su alta posición en el mercado de los navegadores favoreciendo a Internet Explorer. La multa ascendió al 10% de los ingresos anuales de la entidad, cuyo volumen de facturación en 2012 fue de 56.545 millones de euros.
La Comisión Europea acusó a Microsoft de incumplir su compromiso de 2009, en el que la compañía prometía garantizar a sus usuarios de Windows el poder escoger un navegador diferente a Internet Explorer. En julio de 2012 la institución europea abrió una investigación para verificar si se estaban cumpliendo las condiciones propuestas en este asunto.
Se llegó a la conclusión de que entre febrero de 2011 y julio de 2012 parte de los usuarios de Windows pudieron no contar con la posibilidad de elegir navegador. Microsoft se defendió afirmando que se trató de un error técnico y apuntó que estaba trabajando para poner las medidas necesarias y evitar que se repitiera.
Microsoft argumentó que sí mantenía la posibilidad de incorporar un navegador alternativo, lo cual es una afirmación verídica. A pesar de ello se le achaca la falta de disponibilidad que ofrece a estos recursos y que en limitadas ocasiones no existía siquiera esa posibilidad.
Por ejemplo en mayo de 2012, Mozilla advirtió en su blog oficial que la versión de Windows 8 RT tendrá dos entornos en los que el usuario podrá operar: «Metro, que está abierto para todos los navegadores; y Windows Classic, donde solo podrá funcionar Internet Explorer». Hecho que denunció de manera pública el abogado de Mozilla, Harvey Anderson: «Microsoft está haciendo una nueva versión de su sistema operativo que limita la elección del usuario, reduce la competencia y la innovación. Hacer de Internet Explorer el único navegador en la plataforma es un retorno completo a las edades oscuras digitales cuando solamente había un navegador en Windows«.
Finalmente la UE sancionó a Microsoft por no cumplir los compromisos asumidos para corregir una situación de posición dominante que impone Bruselas a una compañía. Para calcular la sanción, se tuvo en cuenta la importancia y la duración del incumplimiento (desde mayo de 2011 hasta julio de 2012) quedando la multa en 4.000 millones de euros.
Finalmente, el reconocimiento de la firma norteamericana, que incluso permitió una auditoría para localizar el problema, sirvió para reducir la multa hasta los 561 millones de euros.
El gigante de Internet
En el caso de Google la Comisión Europea cree que puede estar violando normas comunitarias por dar prioridad a sus anuncios y aprovechar contenido de competidores en su propio beneficio, por lo que abrió una investigación al respecto en 2008. Cuatro son las preocupaciones principales de este organismo:
- La primera de ellas dar prioridad a sus propios anuncios y servicios especializados, como por ejemplo su sección de noticias o buscadores de restaurantes, a los que daría un «trato preferente» respecto a herramientas similares que ofrecen sus rivales.
- Otra preocupación es que Google copie material original de las páginas web de sus competidores, como por ejemplo los comentarios de los usuarios de residencias o restaurantes, para luego utilizarlos en su propia web sin permiso previo, sacando provecho de ello sin tener en cuenta la fuente.
- En tercer lugar, la Comisión Europea ha mostrado su preocupación por los acuerdos de «exclusividad de facto» firmados entre Google y sus socios en los sitios web donde Google incluye anuncios de búsquedas, pues considera que esto impediría la entrada de rivales que también ofrecen servicios de publicidad en la Red.
- Por último Bruselas considera perjudicial para la competencia que desde Google se impongan restricciones a la portabilidad de las campañas de publicidad relacionadas con las búsquedas en línea, desde su plataforma AdWords a otras plataformas de competidores.
Desde el primer toque de atención se le han ofrecido dos ocasiones a Google para modificar aquellas actividades sospechosas de violar el artículo 9 de la ley comunitaria antimonopolio. La CE optó por permitir a Google que llevara a cabo los cambios pertinentes mediante una advertencia que evitó la presentación de un “pliego de cargos”, documento en el que Bruselas especificaría oficialmente sus acusaciones.
Google respondió que ya ha realizado “cambios muy significativos” para atender a las preocupaciones de Bruselas por un posible abuso de posición dominante en el mercado de los buscadores de Internet; como por ejemplo el aumento de la visibilidad de las herramientas y servicios de sus competidores.
La oferta de Google que tantas críticas ha cosechado se basaba en permitir a sus rivales mostrar sus logotipos y hacer más visibles sus páginas web. Además, en las búsquedas en las que todos los resultados pueden ser de publicidad pagada, la compañía ofreció rebajar los precios mínimos que acepta de los anunciantes de 10 céntimos a tres. También propuso relajar las condiciones por las que se trata de poner obstáculos para que los anunciantes lleven sus campañas a otros motores de búsqueda, como Yahoo! o Bing.
Dado que la CE considera insuficientes las dos rondas de posibles remedios presentados por la empresa estadounidense amenazan al gigante con tomar verdaderas cartas en el asunto, Almunia hizo hincapié en que «no necesitamos más a lo largo del próximo año, necesitamos más en las próximas semanas«.
El comisario recordó que la primera ronda de propuestas «no fue satisfactoria y el test de mercado fue muy negativo«, mientras que la segunda ronda «incluía mejoras pero de nuevo las reacciones que obtuvimos de un amplio abanico de partes interesadas o de quienes habían planteado quejas fueron también negativas«.
Si finalmente Google no aporta medidas que satisfagan las expectativas de Bruselas finalmente se procederá al envío de un pliego de cargos; con el que se podría imponer una multa de 5000 millones de euros al gigante de Internet. El último paquete de soluciones no satisfizo a sus competidores como Microsoft o la web británica Foundem, que acusó a Google de que con los cambios propuestos realmente conseguiría aumentar su posición dominante.
«Estoy esperando a la reacción de Google a mi declaración pública y también a declaraciones privadas en mis conversaciones y relaciones con esta compañía, en las que decía que, desafortunadamente, sobre la segunda ronda de propuestas no estoy satisfecho, necesitamos más«, indicó Almunia.
Además añadió que «no son aceptables» las ofertas recibidas de Google porque no solventan ninguno de los problemas de competencia detectados por la Comisión Europea; como son la manipulación del algoritmo para favorecer los servicios de Google frente a los de terceros, la utilización de los contenidos de los editores sin autorización ni abono de retribución alguna, la imposición de cláusulas de exclusivas en contratos de publicidad y las restricciones a la portabilidad de las campañas de los anunciantes a otras plataformas.
“Es muy importante que la Comisión Europea utilice esta oportunidad para fortalecer las reglas de competencia y para asegurarse de que se restaure el juego limpio, no solo para las empresas que han resultado perjudicadas, sino también para aportar un mayor abanico de posibilidades de elección a los consumidores e impulsar la economía europea”, señaló David Wood, abogado del lobby Icomp, que agrupa a los competidores de Google.
Las reacciones de Google ante la publicidad
Google ante los hechos acontecidos eliminó dos extensiones de la tienda de su navegador Chrome por mostrar publicidad a los usuarios. Estas extensiones han sido «Add to Feedly» y «Tweet This Page», y ambas contenían un código responsable de mostrar anuncios, lo que atentaba contra la reciente actualización de los términos de servicio de Google, modificados el pasado mes de diciembre para evitar que los desarrolladores utilizaran sus extensiones para mostrar publicidad. Ante las nuevas condiciones que incluyen que las extensiones deben tener “un único propósito” y ser “fácil de entender” está eliminando aquellas con múltiples fines.
Según afirmó The Wall Street Journal, las extensiones de Chrome «Add to Feedly» y «Tweet This Page» han sido eliminadas por Google porque a sus desarrolladores se les pagaba por alterar su código y mostrar anuncios, provocando numerosas quejas de sus usuarios, que argumentaban que dichas extensiones se actualizaban “silenciosamente” para mostrar publicidad.
La preocupación de los editores por la privacidad y los derechos de autor
La Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) y la Asociación de Revistas de Información (ARI) mostraron su apoyo “firme y decidido” a las declaraciones del comisario de Competencia; y criticaron los “abusos de Google en competencia, propiedad intelectual, abuso fiscal y violación de privacidad”; consecuencia directa del escándalo que surgió ante la digitalización y escaneo de millones de libros por parte de la entidad y la violación de los derechos de autor y la herramienta de Google News, que para algunos provocó la crisis de los medios impresos de ciertas empresas informativas.
Según AEDE, ARI y varias decenas de compañías personadas en el procedimiento seguido en Bruselas, los compromisos persiguen perpetuar la manipulación por parte de Google del algoritmo del buscador en beneficio de sus propios servicios y contenidos, así como mantener la usurpación que Google realiza de los contenidos de los editores de prensa y revistas sin respetar sus derechos de propiedad intelectual y sin abonar a los editores una justa remuneración.
Los entramados empresariales son una realidad compleja difícil de dilucidar (como el que pudo ser Phoebus, sin embargo existen indicios que parecen avalar ciertas prácticas vinculadas a la competencia desleal y la violación de normativas judiciales que pueden permitir ciertas actitudes monopolísticas. A pesar de que los organismos gubernamentales tratan de detener el desarrollo de estas acciones encontramos que a medida a estas grandes entidades se les achacan prácticas ilícitas el proceso no parece preocuparlas mayormente. Las consecuencias directas suelen ser multas que dentro de la ingente cantidad de ingresos de estos conglomerados no resultan ser un eficiente método para eliminarlas. No obstante existen muchos callejones sin salida que el tiempo solo podrá aclarar y cuyas consecuencias esperemos encuentren una solución viable que permita el lícito desarrollo de la actividad económica.
Fuentes: FayerWayer, ABC., El País, El Mundo, PC actual.
Imagen de Flickr por wwarby
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