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Un profesor mío solía decir que debemos pensar en la búsqueda de empleo como si de Marketing se tratara: tu CV, o tu persona, es un producto el cual tiene accesorios y características particulares, y que debe posicionarse correctamente en los canales adecuados para tener éxito. Y cuanto más diferenciado y mayor valor percibido por el comprador, mejor.

Imagínate que vas de viaje. Necesitas encontrar un hotel que se ajuste a tus necesidades y a tu presupuesto. Navegando por Internet encuentras un hotel que está bien de precio y parece acogedor, incluso elegante. Pero para acabar de asegurarnos de nuestra elección usamos Internet para buscar opiniones de dicho establecimiento que todos los buscadores señalan y cuya página es llamativa. Imagínate ver ciertos comentarios de anteriores clientes donde se señale que el hotel es ruidoso o que el servicio es poco eficiente. ¿Te suena?

El trabajo de seleccionador de personal ha cambiado en los últimos años, básicamente, debido al poder de Internet. Antes, quizá un simple vistazo al CV era más que suficiente para saber si el candidato se adecuaba al puesto. Ahora, antes de concertar una entrevista, es muy común que dicha persona «investigue» a los candidatos a través de la web, para ver si realmente su imagen concuerda con los valores de la empresa. ¿De verdad eres el candidato perfecto para ese puesto? Veámoslo.

Por lo tanto, antes de comenzar a buscar empleo debemos reflexionar sobre nuestra «reputación» en Internet. ¿Qué es lo que publico? ¿Refleja lo que realmente soy, lo que quiero llegar a ser? Quizá esa foto del sábado por la noche no refleja la seriedad y responsabilidad que estás vendiendo en tu CV, o ese retweet donde se te «ve el plumero» en cuanto a tu ideología política no se corresponde cuando te describes como una persona tolerante, por no hablar de las faltas de ortografía o las faltas de respeto cuando se contesta a otros contactos. ¿No se supone que eras una persona dialogante y tranquila? Hablamos de mantener un perfil correcto, como si estuvieras en la misma entrevista frente al seleccionador. Piensa en Internet como un escaparate, de lo bueno y de lo malo; y que el seleccionador te va a «comprar» como un engranaje más para mejorar el funcionamiento de su empresa.

¿Cuál es la solución? Si de verdad no puedes evitar este tipo de comportamientos, tienes varias opciones : modificar la privacidad de Facebook (es increíble que muchas personas aún no sepan que tienen esa opción), tener dos perfiles (uno más profesional, el cual puede ser una excelente herramienta para buscar empleo) y otro privado, en el cual por ejemplo hagas una leve modificación en tu nombre o apellido y esté completamente blindado. La misma operación puede ser válida para Twitter.

Como dice Enrique Dans (profesor en la IE Business School) :

“Algunos todavía piensan que el CV es algo que se escribe, se imprime y se manda por carta. NO, tu CV está en la red y quien quiera contratarte o quien quiera pensar en ti para una oportunidad profesional de algún tipo se va a meter en la red y mirar qué has hecho, sobre qué has escrito, dónde está esa marca en la red. Ésta es la inversión que realmente vale la pena hacer”