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Generalmente se ha considerado que el éxito profesional es fruto del trabajo duro (acompañado de suerte y/o tener los padrinos/contactos adecuados). Según Robert E. Moritz, socio sénior y presidente en Estados Unidos de la firma PwC (PricewaterhouseCoopers), el éxito depende del desarrollo de los siguientes cuatro atributos:

• IQ: La inteligencia es, sin lugar a dudas, un predictor claro de la carrera profesional. Para tener éxito se debe disponer de conocimiento y capacidad y ser capaz de conectarlos y plasmarlos en competencias en un entorno de negocio exigente. La pasión por el aprendizaje ayuda, así como también el esfuerzo para incrementar continuamente el propio conocimiento. Para la mayoría de nosotros esto requiere trabajo duro.
  Podría decirse que la inteligencia es el menos importante de los atributos. Bill Gates tiene un IQ de 160 y John F. Kennedy tenía un IQ de 119. Ambos tuvieron gran éxito por lo que la inteligencia no lo es todo.
• EQ: La inteligencia emocional es el segundo de los atributos. La buena noticia es que esta puede ser practicada y aprendida. Las personas con gran EQ escuchan y están abiertas a recibir feedback. Incluso más importante, se aplican dicho feedback y trabajan para una mejora continua. Admiten cuando se equivocan, no tienen problema en salir de su zona de confort, asumen riesgos y se adaptan rápidamente a los cambios. Son personas con quien nos gusta trabajar ya que promueven el trabajo en equipo. No les asusta el éxito de los demás, de hecho, son grandes mentores y profesores.
• CQ: La inteligencia cultural es quizás una de las menos conocidas. Se trata de la capacidad para navegar en el actual entorno de negocio cada vez más global y lleno de diversidad. Afortunadamente este atributo también puede ser adquirido. Existe un cierto solapamiento con la inteligencia emocional ya que requiere apertura mental y adaptabilidad al cambio. El CQ se basa en la sensibilidad para los sutiles matices de cada cultura, género, orientación sexual, diversidad generacional y el simple hecho de que cada organización y persona son diferentes. Requiere respeto y empatía. Una de las mejores formas para potenciar el CQ es vivir una temporada en el extranjero lo cual ayuda a crecer personalmente y profesionalmente.
• PQ: Aunque probablemente sea un atributo poco reconocido, según Robert E. Moritz este es el más importante de todos: la pasión. Tienen éxito las personas que quieren profundamente marcar la diferencia. ¿Por qué ser apasionado es importante en el trabajo? En primer lugar las personas apasionadas tienden a estar más centradas, trabajan en resolver los problemas hasta el final raramente desviándose del objetivo. Steve Jobs tenía pasión. Sus productos y organización han tenido éxito por este motivo. Además las personas apasionadas tienden a disfrutar haciendo sus tareas lo que les ayuda a soportar los momentos buenos y malos. Finalmente, son curiosos intelectualmente y con mucha energía.
  Tal y como escribió E.M. Forster “Una persona con pasión es mejor que 40 sencillamente interesados”.

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