Futuro tras el MBA: espera lo inesperado
Innumerables sucesos acontecen a la gente a lo largo de los 10 años siguientes a conseguir su MBA; promociones y despidos, éxitos y fracasos de sus startups, matrimonios felices y divorcios, etc. La clase de INSEAD de 2002 tuvo su ración de estos inesperados giros y vuelcos del destino, y alguna sorpresa más.
Algunos de ellos compartieron recientemente sus reflexiones sobre lo que les había sucedido desde que dejaron la escuela como parte de un proyecto de investigación del matrimonio de profesores de INSEAD Jennifer y Gianpiero Petriglieri.
La pareja pidió a todos los graduados de 2002 que escribiesen sobre el trabajo, la familia y sus vivencias personales e incluyeron las 19 respuestas que recibieron en un caso de estudio que pasó a formar parte de las investigaciones de INSEAD sobre cómo la gente aprovecha sus MBA. Inspirados por el caso de estudio “Perfiles de la clase del 76” de Harvard, los Petriglieri querían averiguar cómo les había ido a algunos de sus alumnos recientes. Historias de éxito y fracasos y algunos casos peculiares fue lo que consiguieron.
Aunque todas las historias eran únicas, presentaban algunos temas comunes. Varios de ellos tuvieron que abandonar la idea de perseguir posiciones más elevadas para volver a roles que ya desarrollaron anteriormente debido a la pobre situación económica. El caso más repetido es el de los que tomaron decisiones profesionales en base a sus preferencias a nivel personal. Sirva como ejemplo un graduado de una escuela de negocios de prestigio que se convirtió en instructor de yoga y pilates, u otro que se dedicó a enseñar inglés en Francia. Otros dejaron el tradicional camino laboral para trabajar desde casa y poder criar y compartir más tiempo con sus hijos.
Como se puede intuir, el balance trabajo/vida aparece en todas las historias y no siempre relacionado con criar a los hijos. Algunos querían más tiempo para perseguir una pasión o atender a sus padres ya mayores y/o enfermos. Otros, simple y llanamente, sólo querían más tiempo para sí mismos.
“Aunque mi rendimiento y resultados en los negocios eran muy buenos, se producían a costa de un precio muy alto en cuanto a conciliar mi vida laboral y personal y de un nivel extremo de estrés”, escribía un alumno que en ese momento era director de marketing de una compañía de Europa del Este y hoy día trabaja para una compañía de seguros. “Esto condujo a noches de insomnio y serios problemas de salud, culminando en problemas cardíacos”.
Jennifer Petriglieri discutió el caso de las “Clase de 2002” con estudiantes en su clase “Psychological Issues in Management”. Después de leer las historias de los antiguos alumnos, muchos de ellos se sintieron aliviados sabiendo que su carrera no se arruinaría si no conseguían un trabajo espectacular al salir de la escuela. Digamos que las historias les ayudaron a relativizar la visión de su futuro.
Dichos alumnos escribieron sus propias previsiones para intentar determinar dónde estarían dentro de una década. Algunos tenían una vana idea, otros no… Simplemente, aún estaban explorando, disfrutando del camino y preparándose, como hizo la Clase de 2002, para poder elegirlo.
Fuente: Businessweek
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