La represión financiera y sus efectos
La represión financiera es un mecanismo a través del cual los gobiernos pretenden reducir su deuda a través de reducciones artificiales de los tipos de interés, que afectan a la inflación y esto a su vez reduce la deuda en términos reales. Se trata de un fenómeno que influye en una gran cantidad de variables, y que tiene una gran influencia en los mercados, tanto modificando las expectativas de los agentes que participan en los mismos, como alterando las valoraciones de los activos financieros negociados en dichos mercados.
Los efectos de la represión financiera
En momentos como los que estamos viviendo donde nuestro país, así como la gran mayoría de países de nuestro entorno están intentando reducir la deuda que han ido acumulando durante los últimos años, se podría pensar que algo como la represión financiera es positivo, puesto que ésta posibilita la reducción de la deuda en términos reales. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿cuál es el coste que hay que pagar por ello?.
En primer lugar, es preciso señalar que las acciones que los gobiernos adoptan para reducir su deuda tienen un efecto pernicioso en los mercados financieros, en tanto en cuanto éstos últimos no reflejan la realidad en muchos casos, y es por ello que en estos tiempos se habla de la posible formación de burbujas en algunos mercados. Las consecuencias de la formación de una burbuja en la economía pueden llegar a ser bastante graves, como ya ha demostrado la historia a través de las distintas burbujas que se han ido produciendo.
Por otro lado, la inflación es otra de las causas de la represión financiera. Es bien conocido por los participantes del mercado que la inflación beneficia a los deudores y perjudica a los ahorradores, porque al no poder éstos últimos lograr una rentabilidad sobre sus fondos acorde a la tasa de inflación vigente, pierden poder adquisitivo. Se puede pensar, por tanto, que la represión financiera es una transferencia de riqueza desde los ahorradores a los deudores.
Cabe destacar también la aportación que hacen a la materia Carmen M. Reinhart, Jacob F. Kirkegaard y M. Belen Sbrancia en su artículo «Financial Repression Redux», donde señalan que la represión financiera es un fenómeno que se produce a consecuencia de «la implementación de políticas por parte de los gobiernos encaminadas a la canalización de fondos hacia ellos mismos, que en un mercado no manipulado se habrían canalizado hacia cualquier otro agente económico». Siguiendo el razonamiento propuesto por Reinhart y sus colaboradores, se puede inferir otro contratiempo que la represión financiera genera, el efecto crowding out. Si los gobiernos comienzan a acaparar fondos en los mercados de capitales, la inversión que las instituciones privadas podrán llevar a cabo tendrá que reducirse, debido a que los fondos disponibles en los mercados son limitados, y esto a su vez fomentará que dichos fondos acaben financiando proyectos ineficientes, penalizando el crecimiento económico en el medio y largo plazo.
A la luz de todo lo expuesto anteriormente, se puede concluir que no está claro que los beneficios derivados de la represión financiera excedan sus costes, lo que cuestiona la viabilidad de este tipo de prácticas.
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