Emprender como freelance: ¿una buena o una mala idea?
¿Es recomendable emprender como freelancer? Dar el salto al mundo del emprendimiento no es una tarea fácil, pero puede dar unos frutos muy generosos.
Durante los últimos años, sobre todo tras 2020, la figura del freelance ha crecido exponencialmente. Pero, ¿qué es exactamente?
Quizá ya lo sepas, pero un freelance no es lo mismo que un autónomo. Al primero se le caracteriza porque puede trabajar por proyectos, cobrando ingresos puntuales por prestar sus servicios a terceros. Tras firmar un contrato, cobra la cantidad correspondiente a su trabajo y se embarca en otro proyecto.
El autónomo no es así. Esta figura, más tradicional, suele mantener una relación más continuada con sus clientes, cobrando cantidades variables. Además, es una figura jurídica reconocida, mientras que el freelance no lo es. De hecho, un freelance puede trabajar sin darse de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos), mientras que el autónomo está obligado.
Aunque, para gestionar esa situación sin darse de alta, lo más recomendable es contar con los servicios de una buena gestoria autonomo online que asesore y ayude a cumplir todas las responsabilidades fiscales sin problemas.
Teniendo esto aclarado y con las diferencias marcadas, toca abordar la cuestión clave: ¿Es recomendable emprender como freelancer? La respuesta no te va a sorprender, porque es un rotundo sí. Y ahora te vamos a explicar por qué.
Por qué es mejor emprender siendo freelance
La libertad de poder facturar sin tener que estar dado de alta en el RETA exime de responsabilidades propias de los autónomos. Al no haber una fuente de ingresos constante, el freelance no tiene por qué presentar documentación como el Modelo 303 de la liquidación del IVA. Eso, por otra parte, lleva a no tener que cargar IVA a sus clientes.
Ese punto de partida es bastante positivo, ya que permite empezar estableciendo unas tarifas más competitivas y con precios más ajustados. Ahora bien, también va ligado a ciertos límites.
Y es que, según la jurisprudencia, un profesional no dado de alta en el RETA no puede superar el SMI y no puede tener ingresos constantes. Por lo tanto, es importante mantener esa naturaleza ocasional en los cobros y proyectos.
La parte más positiva es que, para quien busca emprender, es un régimen bastante cómodo y versátil. Puede mantener su actividad laboral habitual y complementarla con su trabajo como freelance. Así, hasta que su facturación no empiece a ser considerable, puede mantener otra fuente de ingresos sin el riesgo que supone emprender sin un respaldo.
Para un emprendedor, el modelo freelancer es idóneo. Se libera de ciertas responsabilidades fiscales, puede plantear presupuestos más económicos y puede tener la seguridad de mantener su trabajo actual en caso de que las cosas no vayan bien.
Es una vía que, además, está muy vinculada al teletrabajo, por lo que permite conciliar mucho mejor la vida personal con la laboral, y da mucha más libertad a la hora de trabajar desde donde se desee y cuando se desee. En definitiva, sí. Es muy buena idea ser emprendedor apostando por la figura freelance.
Source: Foto de Peter Olexa en Pexels
Si es una buena o mala idea dependerá de muchos factores. Lo que sí hay que tener en cuenta es que debes tener una buena idea, un buen proyecto, un buen equipo y muchas ganas de emprender. Lo demás, con trabajo, vendrá solo!