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Los grandes líderes tienen resolución y visión pero son humildes al respecto. Tienen en mente las ambiciones de la empresa, en lugar de solo centrarse en su propio beneficio interno. Los ejecutivos más efectivos no aceptan la mediocridad. No pueden aceptar la idea de que nada es lo suficientemente bueno y nunca dejan que otros adopten esa creencia.

Para tener una amplia perspectiva de cómo funciona la mente de un buen líder, te dejamos 10 comportamientos y rasgos de grandes líderes. ¡Empezamos!

1. Aprender continuamente

Los líderes nunca están satisfechos con lo que saben. Diariamente, asignan tiempo para familiarizarse con los nuevos aspectos del negocio. Ellos entienden que aprender es la mejor manera de salir de cualquier trampa. A través del aprendizaje constante, tienen la confianza para probar muchas cosas nuevas, mantener las que funcionan y descartar rápidamente aquellas que no lo hacen.

2. Ver las cosas desde las perspectivas del otro

Los ejecutivos verdaderamente grandes poseen la capacidad de mirar más allá de sus propios intereses y pueden considerar un problema desde todos los ángulos posibles. Son libres de prejuicio cuando analizan una situación que les permite comprender situaciones complejas al máximo.

3. Ampliar constantemente su mundo

Si bien la mayoría de las personas en las empresas están casadas con el status quo (es decir, piensan en forma pequeña y segura), constantemente encuentran formas nuevas e innovadoras de realizar negocios.

4. Adquirir pensamiento enfocado

Al eliminar las distracciones y el desorden mental, los líderes poseen la capacidad de concentrarse durante largos periodos de tiempo y, por lo tanto, pueden concentrarse en un solo problema y pensar con claridad. Los ejecutivos efectivos se enfocan en la contribución externa: impulsan sus esfuerzos para centrarse en los resultados en lugar de en el trabajo en sí.

5. Ver los problemas como temporales y superables

Una de las características definitorias de un líder es que tienden a creer que la derrota es un revés temporal. En lugar de convertir los reveses en desastres, ven los obstáculos como desafíos a superar y, por lo tanto, lo intentan más.

6. Tratar eficazmente con la desaprobación

Los líderes no permiten la aprobación o desaprobación particular de otros para influir indebidamente en ellos. Cuando se encuentran con el rechazo no caen en una espiral autodestructiva, simplemente saben que se trata de la opinión de otra persona que puede o no saber de lo que están hablando.

7. Confianza en sí mismo

La autoconfianza y la convicción deben estar presentes en un líder de hoy. Estos rasgos hacen que un gerente sea audaz y decisivo, lo cual es absolutamente crítico en momentos en que debe actuar rápidamente. Los grandes ejecutivos se sienten cómodos con su propia piel, lo que promueve un comportamiento decisivo.

8. Energizar a los demás

La energía positiva hace que otras personas se aceleren. Entienden que las personas que se animan pueden inspirar a su equipo a asumir lo imposible y disfrutar al máximo de hacerlo.

9. Resistencia de trabajo pesado

Todo líder comete errores, tropieza y cae. La pregunta es si pueden reagruparse y luego ponerse en marcha nuevamente con renovada velocidad, convicción y confianza. Nada como la superación personal para ganar resistencia en trabajo pesado.

10. Tener pasión por su trabajo y su vida

Los verdaderos líderes saben que el objetivo no vale la pena llegar si no disfrutan el viaje. Ellos aman lo que hacen y, por eso, lo que hacen también les ama a ellos.

Una de las mejores partes del liderazgo es que, conociendo las habilidades y puntos débiles de nuestro equipo, aprendemos a conocernos mucho mejor a nosotros mismos. Y, para terminar, un requisito indispensable para llegar a ser un gran líder: saber escuchar.

Fuentes:  entrepreneur