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Recibimos muchos consejos a la hora de pujar o de empezar en un nuevo trabajo. Consejos normalmente centrados en el desempeño eficiente de nuestras funciones pero… ¿Qué hay de los consejos que intervienen en los peores momentos? Cuando somos despedidos, cuando hay problemas de por medio, cuando recibimos las culpas de algo que no nos concierne…

Hoy, en Club MBA, hablamos de cómo reaccionar ante estos inoportunos momentos con 3 consejos para cuando nada puede ir peor. ¡Empezamos!

1. Piensa en cómo reaccionaría tu ídolo particular

A veces es muy difícil pensar en “cómo” cuando tenemos la tormenta sobre la cabeza pero, un buen truco para reaccionar de la mejor forma posible es respirar hondo y pensar cómo reaccionarían nuestros ídolos.

Es muy fácil culpar a otros, insultar o publicar por las redes sociales nuestras frustraciones y, más aún, señalar con el dedo a quienes creemos culpables de nuestros males pero, ¿servirá para algo? Piensa que, una vez en el hoyo, lo peor ya ha pasado y no tiene sentido continuar cavando hacia abajo.

Céntrate en encontrar soluciones y no en criticar o señalar aquello que resulte evidente para quien quiera informarse. Dejar las cosas claras es una cosa y reincidir o faltar al respeto durante el proceso, otra muy diferente. Levanta la cabeza y busca invertir tu tiempo en aquello que pueda generarte nuevas oportunidades. Deja atrás los malos tragos y no brindes más tiempo valioso a ellos. Cuando quieras darte cuenta… ¡todo habrá terminado!

2. Evita el oportunismo tanto propio como ajeno

En muchas ocasiones tenemos ante nuestros ojos la oportunidad perfecta para llegar a donde nunca pensamos que podríamos llegar. En sí es algo muy positivo a no ser que, para ello, tengas que pisar alguna que otra cabeza. Nadie llega muy lejos haciéndolo porque, si lo piensas, a nadie le gusta ese tipo de gente y menos trabajando con uno.

Evita los atajos y construye tu imperio desde la constancia y el trabajo diario, el esfuerzo y la devoción por lo que haces. Puede que no consigas lo que buscas con tanta rapidez pero puedes tener por seguro que, una vez consigas lo que te propones, lo habrás afianzado de la mejor forma posible.

No dejes que una falsa oportunidad de oro te aleje de infinitas oportunidades de plata que, con esfuerzo y dedicación, te llevarán justo a dónde quieres ir. Constancia y paciencia.

3. Aprende a conocer tus fracasos y tus puntos flacos

Porque es muy fácil conocer nuestras virtudes, dominar aquello que se nos da bien y en lo que nos sabemos mejores que el resto, pero… ¿y lo difícil que es lo contrario? A la gran mayoría le cuesta mucho aceptar sus carencias profesionales por no pararse a pensar en ellas lo suficiente.

Trata de mirarte a ti mismo desde la perspectiva de otra persona y busca todo aquello que no te gusta: el primer paso es reconocer el problema. Una vez tengas claro todos tus fracasos en el sector, podrás convertir toda esa información en el mejor punto a favor: comprenderte sólo te ayudará a mejorar. A superarte a ti mismo y a dejar atrás las carencias que te han acompañado en tu último mal trago.

Lo más importante: autoconocernos, respetarnos tanto a nosotros como al resto y saber estar a la altura en los peores momentos de nuestra carrera. Nada dura para siempre por doloroso que sea. Valórate, levántate y vuelve a intentarlo.

Imagen: Unsplash