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Todos esperamos desarrollarnos y llegar todo lo lejos que podamos en nuestro ámbito laboral pero… ¿existe alguna receta para conseguirlo? Quizá no haya una fórmula matemática perfecta para ello pero sí existen pautas que nos facilitarán mucho el trabajo. ¡Vamos allá!

1. No te engañes a ti mismo

La sinceridad es un valor importantísimo en la sociedad pero mucho más cuando se trata de no mentirnos a nosotros mismos. Constantemente solemos convencernos de que podemos hacer cualquier cosa y, aunque en muchos casos sea cierto, tenemos una responsabilidad con nosotros mismos mayor que con cualquier otro. Debemos ser francos y aceptar nuestras limitaciones para no perder energía y tiempo en aquello que no nos conviene o que no dará los frutos que deseamos. Medir es vital a la hora de enfrentarse a la vida: medir el tiempo que empleamos en las cosas, el esfuerzo y la dedicación, el impacto o la repercusión… Se franco contigo mismo y podrás evitarte muchos problemas.

Del mismo modo, mantente fiel a aquello que sí esté en tu radar y no abandones. La perseverancia es un arma muy poderosa y, cuando parece que ya nada tiene sentido, aquellos que dominan el arte de la constancia ven los gratificantes resultados que aporta.

2. Establece tu agenda a corto, medio y largo plazo

En muchas ocasiones la gente no fracasa por falta de empeño o ilusión: lo hacen por no barajar bien el mazo de cartas del que disponen. Un valor indispensable es el tiempo y, para administrarlo, es importante tener claros nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. Saber hacia dónde vamos nos ayudará a enfocarnos en aquello que realmente sea importante para nuestra causa. Como solían decir antiguamente: el que mucho abarca poco aprieta. Si necesitas apretar, lo importante es saber en qué sí y en qué no. Solo así podrás dar el cien por cien y superar las barreras que nos inmovilizan cuando nos vemos saturados por todas partes.

Dirige tu pasión y tu esfuerzo hacia el progreso y los resultados y conseguirás más por menos. Si buscas un patrón para el éxito piensa en focalizar esfuerzos y verás cómo nada es imposible si mides con cabeza y le pones el corazón a cada minuto de trabajo.

2. Nunca te dejes vencer por el miedo.
El miedo no es más que oportunidades disfrazadas

Hablamos de dos proverbios japoneses muy interesantes. Por un lado dicen que “el clavo que sobresale recibe más golpes” (lo diferente no encaja) y, por otro, que “el tiempo de crisis es tiempo de cambio, de oportunidades”. Con todo esto es fácil que veamos contradicciones pero, de ser así, os invito a verlo de este modo: los golpes nos hacen más fuertes y ser diferente no implica necesariamente tener menos oportunidades, sino ser más visible. Al mismo tiempo, las crisis solo implican que el modelo que se estaba gestionando hasta la fecha no funciona y que hay nuevas variables en la ecuación.

Cuando creas que el miedo se apodera de ti recuerda estas palabras y continúa adelante: no todo el mundo consigue enfrentarse al miedo y vencer, con lo que de hacerlo estarás marcando la diferencia.

Dedicación, esfuerzo, constancia y tesón. Otra buena frase que no deberíais olvidar nunca es esa que dice: “que nadie te diga nunca lo que puedes y no puedes hacer. Descúbrelo tú mismo”.

Fuentes: Business Insider
Imagen: Unsplash