5 Consejos tras el umbral de los 20
Los 20 años: esa época de la vida en la que todo está a tu alcance, en la que uno no tiene metas inalcanzables. Una época de nuestra vida en la que debemos prepararnos y formarnos en aquello que nos acompañará hasta nuestra jubilación: una vocación. Un oficio. Las decisiones que tomemos nos llevarán por un camino de la vida u otro y, pese a la presión que ello supone, somos libres para elegir nuestro camino.
Hoy os dejamos 5 consejos tras el umbral de los 20. ¡Esperamos que os sean de ayuda!
1. Se empieza desde abajo
Vivimos en una generación que ha prescindido del concepto paciencia. Al menos como hasta ahora se entendía el mismo. Creemos que podemos conseguir nuestros sueños y también creemos que no hace falta esperar demasiado a que ocurra. Los tránsitos son odiosos pero necesarios y, llegados a este punto, mantenerse a flote es más importante que nuestro ego u orgullo. Se empieza desde abajo para ir mejorando, como todo en la vida, y en esa escalada está la sal de la vida.
No exijas más de lo que mereces de buenas a primeras: construye tu camino poco a poco y llegarás mucho más lejos.
2. Aprovecha las herramientas que el Siglo XXI ofrece
Tenemos internet a nuestro alcance: toda una red repleta de gente que podrá ayudarnos a comprender mejor nuestra labor. Profesionales con diferentes orígenes, culturas y necesidades, pueden complementarnos mejor de lo que pensamos. Aprovecha las oportunidades y recuerda que, por muchos avances que tengas en tu mano, no hay nada mejor que el cara a cara para demostrar tu iniciativa y tu potencial.
Todo en su justa medida ayuda: aprender a medir tus herramientas y sus posibilidades sin dejarte llevar por las mismas es una oportunidad para crecer personal y laboralmente. ¡No lo olvides!
3. La predisposición lo es todo
Busca causas que te llenen y vuélcate en ellas al cien por cien. Las metas y objetivos son muy importantes en la vida pero sobre todo en los comienzos: decide qué camino quieres seguir y no abandones. Traza planes a medio y largo plazo y mantén tu predisposición alta.
A veces, la mejor recompensa no es el dinero.
4. Invierte todo lo que puedas en ti
Eres un valor en alza. Siempre. Invierte en mejorar tus habilidades y competencias para nunca quedarte atrás. La vida es una competición en la que todos tratamos de mejorar para mantenernos a flote. Advierte qué capacidades son las que deseas pulir acerca de ti mismo, cuales son cruciales para desarrollarte y cuales son simplemente descartables. Enfócate y no dejes de invertir en ti mismo: el talento hay que regarlo para que dé frutos y tú eres la persona adecuada para hacerlo posible.
Cree en ti para que el resto del mundo lo haga.
5. Arriesga con cabeza
Estás en un momento de la vida en el que te será mucho más fácil asumir riesgos. Conforme pasa el tiempo tendemos a estabilizarnos y ello conlleva responsabilidades que probablemente convertirán los riesgos en verdaderos problemas. Ahora tienes ante ti la oportunidad perfecta para medir tus probabilidades de éxito y, como suele decirse, el que no arriesga no gana.
Aprende de ti mismo para que, cuando los riesgos puedan convertirse en un problema, sepas cómo evitarlos o cómo minimizar el posible fracaso.
Con estos cinco pequeños consejos podrás explotar tus comienzos y llevarlos a otro nivel. Recuerda que la presión está ahí para jamás dejarte llevar por ella. Respira hondo y, cuando caigas, vuelve a levantarte. Serás más fuerte y habrás aprendido una valiosa lección: de los errores se aprende.
Imagen: Unsplash
There are no comments at the moment, do you want to add one?
Write a comment