Grandes errores que hacen que buenos empleados se marchen
Entramos en el mundo laboral y, poco a poco, vamos subiendo esa escalera que nos permite ir ganando responsabilidades, mejores salarios y, posiblemente, ocupar altos cargos.
Cuando esto sucede, es inevitable que empecemos también a gestionar personas. Y aquí es cuando vienen los verdaderos problemas. ¿Cómo vamos a gestionar personas si todavía no hemos encajado convenientemente nuestras propias tareas?
También les ocurre a esas personas que emprenden, que crean una empresa y, cuando empieza a ir ésta viento en popa, crece el trabajo y aparece la nueva necesidad de contratar empleados. Cuando esto ocurre nos vemos desbocados: no acabamos de entender la filosofía de una correcta gestión de personas, de cómo podemos hacer que éstas sean más productivas y, lo más importante, qué debemos hacer para que los buenos empleados se queden cerca de nosotros.
A continuación te contamos algunos de los principales errores que cometen las empresas y que podrían ser el motivo por el cual los buenos empleados terminan dejando su puesto para buscar oportunidades en otro lugar de trabajo.
Imponen reglas estúpidas
Todas las empresas necesitan tener reglas, eso es un hecho. Sin embargo, las reglas no tienen por qué ser disparatadas ni, desde luego, extremas. Con un par de reglas de este tipo, los mejores empleados pueden llegar a volverse locos. Y, desde luego, cuando un buen empleado siente que lo están vigilando constantemente, estará en todo momento buscando oportunidades en otros lugares de trabajo.
Tratan a todos por igual
Esta estrategia puede funcionar muy bien con los niños en el colegio, pero en una empresa esto debe funcionar de manera distinta. Tratar a todos los empleados por igual puede ser percibido por tus mejores empleados como que no valoras la cantidad y la calidad de trabajo que desempeñan diariamente, frente a otros compañeros que encaran tareas más sencillas o irrelevantes.
Toleran el bajo rendimiento
Dicen que en las bandas de jazz, la banda puede llegar a ser tan buena como el peor músico de todos los que la conforman. Si todos los músicos que componen la banda escuchan y toleran al peor de todos, al final la banda da al traste. En un trabajo es igual: cuando la empresa tolera bajos rendimientos y dan carta blanca a los empleados responsables de este comportamiento, al final, el resto de empleados acaban siendo arrastrados con ellos.
No hace falta decir que esto puede frustrar a los buenos empleados, haciendo que estos busquen otro lugar donde trabajar.
No reconocen los logros
De vez en cuando, restamos importancia a hechos como dar la enhorabuena, una palmada en la espalda o, simplemente, dar las gracias. A todos nos gusta que nos feliciten y que reconozcan nuestro trabajo. Dar las gracias a un empleado por realizar exitosamente sus funciones de manera individual no es ninguna tontería. Es uno de los aspectos más importantes de la comunicación interpersonal.
Generalmente estos logros no son reconocidos por parte de la empresa, y esto hace los buenos empleados no se sientan valorados y, entonces, se vayan de la compañía con otro destino.
No se preocupan por las personas
Muchas personas dejan su trabajo debido a su mala relación con el jefe. Las empresas inteligentes tienden a asegurarse de que sus jefes de proyecto y departamento saben equilibrar su lado profesional con su lado humano. Éste sería el tipo de jefe que celebra los éxitos de sus empleados y empatiza con ellos cuando pasan por momentos difíciles. Los jefes que no se preocupan por sus empleados suelen sufrir altas tasas de rotación de personal.
Y es que es imposible trabajar para alguien más de ocho horas diarias cuando esta persona no se involucra de manera personal con el empleado.
No enseñan a sus empleados la visión general del proyecto
Una función debe tener un objetivo común en una empresa. Cuando los jefes asignan tareas a sus empleados sin explicarles para qué servirán y qué objetivos cumplen dentro del proyecto, el empleado termina por no comprender nada acerca de su trabajo y sus funciones en la empresa, se frustra y se va.
Los empleados deben sentirse parte de un todo, entender el proyecto y, desde luego, sentir que forma parte de un equipo de trabajo.
No dejan que los empleados persigan sus sueños
Generalmente, los buenos empleados son apasionados. Por eso, darles oportunidades para que puedan perseguir sus pasiones y objetivos mejorará su productividad y satisfacción en el trabajo. Por el contrario, pretender que un empleado trabaje metido en una cajita todos los días acarreará que un buen empleado se acabe marchando.
No hacen cosas divertidas
Si la gente no se divierte en el trabajo, algo estás haciendo mal. Está claro que vamos a la oficina a trabajar, pero debemos ser conscientes de que una persona que se divierte, lo da todo. Además, la diversión relaja tensiones entre compañeros.
¿Qué otros errores que cometen las empresas y los jefes podrían estar haciendo que los buenos empleados se marchen a buscar nuevas oportunidades?
Fuente: Bad Mistakes Make Good Employees Leave
Foto: Sybren Stüvel / Flickr
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