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Descansar correctamente es la clave para mejorar nuestra productividad, pero también nuestra felicidad, la toma de decisiones inteligentes y el desbloqueo de otras ideas más grandes.

Sin embargo, las investigaciones han demostrado que existe una correlación directa entre dormir poco y la ineficiencia en nuestro lugar de trabajo.

Trabajar cuando no hemos dormido bien, en la actualidad, es como decir que hemos ido a trabajar ebrios, según Arianna Huffington, autora de “La revolución del sueño” y editora jefe de The Huffington Post.

El truco para dormir lo suficiente es la planificación y, desde luego, no dejar que los malos hábitos nos saboteen.

A continuación te explicamos aquellos hábitos que pueden sabotear tu sueño:

1# Saltarte el entrenamiento

Entrenes por la mañana o por la tarde puede llegar a aumentar la calidad y cantidad del sueño de una persona por la noche. Es más, practicar deporte podría agregar a nuestro sueño unos 45 minutos extra.

Mantenernos activos puede no curar las alteraciones del sueño, pero al menos reducirá las probabilidades de que éstas se den.

2# Comer antes de dormir

Si hacemos una gran comida y después nos vamos directamente a la cama, el sueño no va a ser tan reparador, pues nuestro sistema digestivo estará ocupado en realizar la digestión, en lugar de reducir la velocidad y recargar energías para el día siguiente.

Comer más temprano durante el día también puede ayudar a mitigar el hambre y, cuando nos acostemos, ya habremos hecho la digestión.

3# No desconectar mentalmente antes de dormir

¿Alguna vez te ha ocurrido que estuviste estudiando o trabajando justo antes de dormir y después te costó dormir?

Cuando alimentamos nuestro cerebro minutos antes de acostarnos, éste permanece activo durante un rato, lo que impide que podamos dejar la mente en blanco y, por lo tanto, quedarnos dormidos.

Debemos tomar un momento para relajar nuestra cabeza antes de ir a dormir, porque de lo contrario será muy difícil conciliar el sueño. Un buen truco sería hacer un listado de tareas a realizar el día siguiente, pues es una forma de vaciar nuestra cabeza.

4# Navegar por Internet en el móvil desde la cama

Una mala costumbre que tenemos es utilizar el móvil cuando ya estamos metidos en la cama. Las pantallas LED de nuestros Smartphones emiten lo que llamamos luz azul, la cual puede llegar a dañar nuestra visión y suprimir la producción de melatonina, que es la hormona que nos ayuda a regular el ciclo del sueño.

5# Trabajar en la cama

Cuando trabajamos en la cama (en realidad, cuando hacemos cualquier actividad que no sea dormir en la cama) nuestra mente empieza a asociar la cama con el trabajo. Por eso podría costarnos dormir.

También es cierto que la luz emitida por el portátil puede evitar que el cerebro bloquee la liberación de melatonina. Además, estaríamos cometiendo errores ya mencionados, como el hecho de hacer trabajar nuestra mente hasta minutos antes de irnos a dormir, evitando la desconexión y la relajación de nuestra mente.

6# Consumir alcohol antes de acostarse

Tendemos a pensar que tomar una copa antes de acostarnos será como un sedante. Sin embargo, cuando nos quedamos dormidos no acabamos de descansar bien debido a la ingesta de alcohol.

Cualquier Instituto Nacional de Salud ratificará que el consumo de alcohol antes de acostarse disminuye la cantidad de tiempo que transcurre en nuestra fase REM (que es la fase en la que el sueño es más profundo y reparador). Por lo tanto, el alcohol no nos deja descansar con profundidad.

7# El consumo de café tarde y noche

Suena tentadora la idea de tomar un café por la tarde o por la noche para mantenernos despiertos y terminar a tiempo todo lo que tenemos que hacer. Sin embargo, esto puede hacer que nos sintamos más cansados a largo plazo.

La cafeína puede llegar a tardar hasta seis horas en desaparecer de nuestro organismo, lo cual puede perturbar gravemente el sueño.

8# Dormir demasiado los fines de semana

Si hay una gran diferencia entre nuestros horarios de sueño entre semana y nuestros horarios de sueño durante el fin de semana, es muy probable que esto llegue a pasarnos factura.

Dormir hasta tarde los fines de semana hace reiniciar nuestro reloj biológico a un ciclo del sueño distinto, y este factor es, precisamente, el que hace que nos cueste tanto levantarnos los lunes por la mañana.

Es una especie de jet lag, como si tomáramos un vuelo cada viernes a otra zona horaria y volviéramos todos los domingos.

La mejor estrategia para conseguir un mejor sueño es ceñirse a un horario constante.

¿Cuál de estos malos hábitos suelen arruinar tus horas de sueño? ¿Qué piensas hacer al respecto?

Fuente: 8 Bad Habits that are Ruining your Sleep

Foto: Kyle Meck / Unsplash.com