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Una alta inteligencia emocional es, como hemos dicho en más de una ocasión, aquello que diferencia a los grandes líderes del resto.

Son aquellas personas plenamente conscientes de sí mismas, que saben auto regularse y que se motivan para poder mejorarse, cada vez más, a sí mismos.

Estamos ante líderes carismáticos que van más allá de la competencia y que son capaces de motivar también a sus propios equipos de trabajo en aras de lograr aquello que otras personas consideramos imposible.

La comprensión de cómo las emociones afectan a su rendimiento es vital. Al igual que es fundamental la comprensión de cómo las emociones afectan al rendimiento de los equipos con los que trabajan.

¿Cómo podemos cambiar, entonces, el funcionamiento de nuestro cerebro para alcanzar un nivel superior y, en consecuencia, prosperar?

A continuación te contamos algunas maneras prácticas que te servirán para cultivar tu inteligencia emocional.

1# Pregúntate qué tipo de líder quieres ser

Si estás soñando con ser uno de los mejores líderes (si no, el mejor), estupendo. ¿Cómo sería el mejor líder? ¿Qué le hace ser un gran líder?

Puedes identificar todas tus debilidades siempre y cuando puedas ver qué está haciendo ese líder y después pensar en cómo lo estás haciendo tú. Utiliza esta estrategia como punto de partida para conseguir crecer más adelante.

2# Plantéate retos que supongan un cambio duradero

Realizar cambios en nuestra vida en pequeñas dosis es bueno. Si, por ejemplo, me propongo ir a una clase de CrossFit y lo consigo (sin querer morir después), debo ser capaz de plantearme otro reto que superar. Si puedes afrontar tus debilidades y ver en tu mente cómo hipotéticamente responderías a según qué situaciones, puedes esforzarte para conseguirlo en la vida real.

Imagínate a ti mism@ y cómo gestionarías ese cambio o confrontación. Ponte cómodo y prepárate: cuando te enfrentas a los problemas de la vida real, los acabas superando con mayor facilidad que si, simplemente, agachas las orejas desde el principio.

3# Deja que te ayuden tus amigos

Si tienes amigos que, como tú, buscan el crecimiento en su carrera, siempre puedes pedir su apoyo. Sin son tus amigos también fuera de la oficina, esto puede servirte de gran ayuda. Ofrecer un feedback sincero es muy importante para el crecimiento.

Eso sí, no debemos confundir sinceridad y veracidad con dureza. Una confianza y un apoyo de estas características te permitirá crecer sin perjudicar a la otra u otras personas.

4# Sal de la oficina y cambia el chip

En muchas ocasiones, resulta muy buena idea abordar cuestiones relacionadas con nuestros negocios fuera del sitio donde solemos tratarlos. Salir a tomar algo o ir a ver un partido de baloncesto (por ejemplo) puede resultar muy gratificante y llegar a ser una excepcional manera de romper con los viejos hábitos de interacción con tu equipo. De esta manera, podrás probar nuevos patrones de respuesta en tus compañeros. Además de pasar un buen rato juntos, desde luego.

5# Mejora tu confianza en ti mism@

Crea una autoevaluación realista y disfruta de la recompensa, incluso en aquellas victorias más pequeñitas. En el caso de que los plazos no se hayan cumplido, haz todo lo posible para planificar mejor tu tiempo y conseguir tus objetivos en el tiempo estipulado.

Siéntete cómodo siempre buscando un circuito de retroalimentación constructiva constante. Puede que ésta sea la parte más incómoda, pero será la parte que realmente te ayude a construir nuevos hábitos sobre tus puntos más débiles.

6# Refuerza tu confiabilidad

Y esto solo puedes hacerlo a través del control de tus relaciones emocionales. De esta manera evitaremos reprender a nuestro equipo por su bajo rendimiento. Debemos dar un paso atrás para poder hacer frente a su verdadera causa. En muchas ocasiones, el bajo rendimiento de nuestros equipos pueden deberse que a estamos demasiado tiempo fuera de la oficina. En este caso, deberíamos (con toda seguridad) modificar nuestros horarios como líderes.

7# Contagia tu estado de ánimo a tu equipo

La inteligencia emocional, sea alta o sea baja, viaja a través de las empresas como un reguero de pólvora. Por lo tanto, la empatía y la compasión por tu equipo también lo harán, si actuamos correctamente y les transmitimos (o, mejor dicho, contagiamos) nuestro estado de ánimo ganador.

Ser optimista no siempre tiene por qué ser algo natural, especialmente en aquellas situaciones de tensión, pues es parte de un líder el poder seguir siendo positivo también en la adversidad.

¿Quieres probar cómo funcionan estos pasos en tu caso? ¿Estás de acuerdo con ellos?

Fuente: 7 practical steps to harness the power of emotional intelligence

Foto: Salzburg Global Seminar / Flickr