¿Son las mujeres más inteligentes que los hombres?
Esta es una pregunta realmente compleja se mire por donde se mire. Para muchos, un tema que no hace más que alimentar las diferencias entre hombres y mujeres. Para muchos otros; simple y llanamente, ciencia.
Y es que desde hace ya algún tiempo, el ser humano ha establecido sus propios métodos para medir la inteligencia.
En primer lugar, como especie hemos sido capaces de clasificar todas y cada una de las cosas que vamos aprendiendo en la vida. Del mismo modo se hizo con la inteligencia. Para entenderlo, es muy importante diferenciar dos conceptos básicos: Inteligencia Emocional (EQ) y Coeficiente Intelectual (CI).
Inteligencia Emocional
Es la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento. Mide las cinco emociones que determinan la supervivencia humana: miedo, enfado, alegría, afecto y tristeza.
Coeficiente Intelectual
Se trata de un examen que mide las capacidades cognitivas de cada persona, estableciendo un valor numérico en función de su observación, asimilación y resolución de problemas psicotécnicos.
Hasta la fecha no existe oficialmente ningún tipo de examen que mida la inteligencia emocional del mismo modo que el CI lo hace. Si bien es cierto que, en las pruebas de TalentSmart, las mujeres destacan notablemente por encima de los hombres.
Así mismo, y de forma no tan aplastante, se colocan en primer lugar en la media de CI superando en un par de puntos al promedio de los hombres.
«Las mujeres que intentan ser iguales a los hombres carecen de ambición.»
-Timothy Leary
Según el estudio, solamente hay un punto en el que tanto hombres como mujeres comparten la misma calificación: “Autoconciencia”. Podríamos definirlo como la capacidad de entender las propias emociones en cada momento, así como sus tendencias.
La Autogestión es lo que haces con tus emociones una vez eres consciente de ellas. La autogestión eficaz requiere de canalizar tus emociones en la producción de la conducta que desees. Es, de todos, el único punto en el que los hombres superaron en calificación a las mujeres. Es lógico pensar que, del mismo modo que los roles de hombres y mujeres no han sido los mismos a lo largo de la historia, existan diferencias tan claras.
La Conciencia Social podría definirse como la capacidad que tenemos para comprender las emociones y experiencias ajenas. Requiere de diversas habilidades que incluyen la expresión corporal y la empatía.
Las mujeres superan ampliamente a los hombres en esta categoría, demostrando un mayor vínculo con el resto de la sociedad.
Si cogemos los tres puntos anteriores y los mezclamos en uno solo, obtendremos la “Gestión de las Emociones”, que engloba nuestra capacidad para autorregularnos. Las mujeres tienen una ligera ventaja en la gestión de las relaciones, probablemente por razones de contexto social y nuestra histórica división de roles por género.
Por tanto, queda claro que aunque a todos nos suene más eso de coeficiente intelectual, la inteligencia emocional es igual o más importante incluso, por razones descritas a lo largo de este artículo.
Ante ello se nos formula una nueva pregunta:
¿Cómo mejorar mi Inteligencia Emocional?
1. Controla la Cafeína
Cuando tomamos café o cualquier otro producto de este tipo, provocamos un estado de excitación a nuestro cuerpo, una dosis extra de energía que, si bien podría sernos muy útil escapando de un gorila en mitad de la jungla, puede ser un problema a la hora de responder a un mail desagradable.
2. Duerme Bien
La importancia del sueño es espectacular en una gran cantidad de aspectos, incluyendo la inteligencia emocional. Cuando dormimos, nuestro cerebro elimina proteínas tóxicas que es incapaz de expulsar cuando estamos despiertos.
Por ello, nuestra memoria, autocontrol y atención se ven claramente reducidos con unas cuantas horas menos de sueño.
3. Piensa en Positivo
Como especie, tendemos a perdernos en el “¿y si no lo consigo?” vislumbrando toda una suerte de posibilidades catastróficas para cada paso que damos en la vida. Es, simplemente, un mecanismo de supervivencia; una forma que tenemos de estar preparados para lo peor.
Por ello, una persona con buena gestión de sus emociones, tratará también de recapacitar y disfrutar de todo cuanto ya ha conseguido.
Y, para terminar, una pregunta…
¿Crees que está de algún modo relacionada la situación de inferioridad laboral de la mujer, con el hecho de que, por media, superen en ambos rankings a los hombres?
Fuentes: Linkedin, TalentSmart
Imagen: Flickr by Universidad de Antioquia
Yo leí un estudio que decía que el CI de los hombres superaba por 5 puntos a las mujeres en adultos.