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Nada más y nada menos que el New York Times ha sido el responsable de hacer eco del reciente escándalo sobre discriminación en la Escuela de Negocios de Stanford.

Él, decano recientemente enviudado, ella, una profesora estrella separada de su marido. Se conocieron, una cosa llevó a la otra y, finalmente, nació el romance. El exmarido de dicha profesora, también profesor, decidió actuar al respecto a golpe de demanda pero, obviamente, el decano decidió ponerse de parte de su nueva novia.

Se trata de Garth Saloner, quien pese a tachar de no tener fundamento alguno en dicha acusación, decidió renunciar a su cargo como decano por no empañar la reputación de la escuela.

Por supuesto, el caso quedaría falto de interés alguno si no se tratase de un decano que ha supervisado al que fue marido de dicha profesora, llamada Deborah Gruenfeld y de quien ya hemos hablado en otros artículos que os invitamos a leer.

Por lo visto, y a raíz de la polémica relación, han salido a colación otras tantas irregularidades sobre la gestión de Saloner como decano, y cabe destacar que en buena parte de ellas están implicadas otras profesoras. El exmarido de Gruenfeld, consiguió en 2014 un total de 46 firmas de empleados, expresando su descontento con “un ambiente de trabajo hostil” que reflejaba prioridades claras sobre edad y género. James Phills, el exmarido, dejó claro en su demanda cómo Saloner y su amante pero aún esposa de Phills, Deborah Gruenfeld, conspiraron contra él para echarlo.

Recordemos, pues, que de la Graduate School of Business, de la Universidad de Stanford, han emergido grandes firmas como las de Microsoft o General Motors, y se yergue como un campo de inversión e investigación en cuanto a gestión empresarial se refiere.

La querella, en manos de la Corte Superior del Condado de Santa Clara, se excluyó de dichos poderes intermediarios entre la pareja durante el proceso de divorcio. Por su parte, la pareja de supuestos amantes ha dejado claro que Phills fue tratado de forma “proporcional y equitativa” con su capacidad de desempeñar su posición, elogiando sus capacidades pero dando a entender que solo éste es el motivo de su despido, pero la administración no está con él: se habla del miedo, de un sistema férreo y corrupto por dentro, del que su mayor representante sería, de ser cierto, el ya exdecano, Garth Saloner.

“Cuando Garth se convirtió en decano, pasamos de buenos días en Estados Unidos a la Rusia Soviética” Son palabras de Sharon Hoffman, exvicedecana que dirigió el programa de MBA desde el 2001 hasta 2012, año en el que renunció.

Para que podamos comprender un poco más qué podría haber estado ocurriendo en el interior de la Escuela de Negocios de Stanford, podemos comprender que Deborah Gruenfeld no es nada más y nada menos que “psicóloga social con un doctorado de la Universidad de Illinois, es una de las principales expertas del mundo en psicología del poder”. Por otro lado,  quien fuera su esposo, Phills; “campeón de lucha en Harvard, donde obtuvo su doctorado en comportamiento organizacional”.

Hasta tener más información sobre la Corte Superior de Santa Clara, parece que tendremos que quedarnos con la incertidumbre:

¿Qué habrá ocurrido realmente
entre las paredes de la Graduate School?

¿Hasta qué punto ha conseguido afianzar su poder
la profesora Gruenfeld?

¿La dimisión de la vicedecana Hoffman,
la dimisión del decano Saloner?…

Tendremos que esperar para ver en qué posición deja todo esto a Deborah Gruenfeld, aunque, de no encontrar nada en su contra, claramente saldrá muy beneficiada de su nueva situación laboral.

Fuentes: International New York Times , Vanity Fair, The Telegraph, The Daily Beast