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El espíritu emprendedor nos da la oportunidad de crear una marca, sea a nivel mundial, nacional o local, y de mejorar la vida de muchas personas. También nos da libertad financiera, y de horarios. Pero para conseguir algo así, en la mayoría de los casos es necesario hacer algunos sacrificios.

1# Llevar a cabo más tareas administrativas que de otro tipo

Muchas personas, cuando deciden emprender un negocio, suelen elegir un sector u otro simplemente porque alguno de sus aspectos le gusta. Un amateur de la cocina decide abrir un restaurante, o alguien a quien le gusta escribir, decide crear un periódico.

Sin embargo, crear una empresa no es solo eso. Un buen negocio debe reclutar gente, tener en cuenta otros factores como las ventas, la contabilidad, el marketing, los recursos humanos… de manera que el emprendedor se convierte automáticamente en un administrador, quedándole menos tiempo para llevar a cabo aquellas tareas que realmente le gustan, y que son la razón por la que decidió crear un negocio.

2# Pagar cosas de su propio bolsillo

En general, cuando decidimos emprender, nuestro capital de partido es más bien limitado. Esto conlleva la necesidad de utilizar buena parte de nuestros propios ahorros para pagar algunas necesidades de nuestra nueva pequeña empresa (o start up, como lo llaman ahora).

Llegados a este punto, es importante anticiparse: cuando decidimos crear un negocio, no suele ser una idea que surge de la nada. Y como llevamos tiempo queriendo montar el tinglado, debemos empezar a ahorrar algún tiempo antes de dar el paso.

3# Controlar nuestro tiempo

Muchas personas que se embarcan en un negocio creen que serán capaces de gestionar su propio tiempo a la hora de organizar sus tareas como jefe. Esto no es así necesariamente. Un nuevo negocio necesita muchísimo tiempo y energía, y lo peor es que cuánto tiempo y cuándo exactamente no siempre es predecible.

4# Seguridad

Está claro que cuando comenzamos un nuevo negocio velaremos por garantizar un determinado tipo de seguridad para nosotros y nuestras familias. Pero es algo que debemos planificar.

Estudios de viabilidad, análisis de mercado y planes de negocio con metas medibles no son asequibles a todo el mundo, porque no todo el mundo cuenta con el conocimiento y experiencia para trabajar a este nivel. A esto se le une el hecho de que pueden ocurrir imprevistos personales y profesionales: ¿somos realmente capaces de sacrificar esta sensación de seguridad para nosotros y los nuestros por emprender un negocio, aunque solo sea por un tiempo?

5# Vida social y relaciones con otras personas

Emprendemos un negocio, y apenas nos queda tiempo libre para según qué otras cosas. ¿Qué ocurre? Intentamos minimizar el impacto que esto tiene sobre nuestro tiempo libre y nuestra vida social. Lo mejor es ser totalmente sincero con familia y amigos, y decirles claramente que estás liado, o puedes acabar perdiendo amistades por no saber gestionar bien tus emociones y obligaciones. Una comunicación honesta con los tuyos, puede brindarte también el apoyo que necesitas de ellos.

Si estás dispuesto a hacer todos estos sacrificios a la hora de emprender tu propio negocio, no hay más que decir: estás preparado para hacerlo. Si no… será mejor que sigas buscando trabajo por cuenta ajena. ¡Buena suerte con tu negocio!

Fuente: 5 Sacrifices Every Entrepreneur Must Make to Be Successful

Fotografía: Shawn Robbins