Empleado de Microsoft abandona la compañía a causa de un mal jefe
Conocemos Microsoft como una de las empresas más grandes del mundo, y suponemos que, por ello, todos sus protocolos, procesos y sistemas son perfectos tanto fuera como dentro de la compañía.
Robert Parks, un desarrollador con talento, no piensa lo mismo.
Me he encontrado recientemente con una historia que voy a contar a continuación y que está íntimamente relacionada con el post que publiqué hace un par de semanas acerca de cómo un gran profesional puede llegar a dejar su puesto de trabajo por no contar con un jefe adecuado.
Robert Parks empieza con mal pie en el campus
Parks es contratado por Microsoft, pero empresa y empleado no acaban de entenderse bien. El desarrollador es tan nuevo en la ciudad como en la compañía, y no sabe siquiera moverse por los sistemas de transporte que se utilizan para desplazarse por el campus.
En su primer día, le dan el nombre de su jefe y el número de oficina, pero en la recepción su jefe no se presenta, y cuando la recepcionista consigue ayudarlo a encontrar su lugar de trabajo, resulta que el jefe está de vacaciones.
Durante estos días, Parks intenta mantenerse ocupado y ayudar a sus compañeros para sentirse útil, sin tener muy claro, eso sí, cuáles son sus objetivos como empleado en el proyecto.
Un mal comienzo con el jefe
Semana y media después, por fin puede darle un apretón de manos al que va a ser su jefe. Él espera que éste lo llame al despacho o, al menos, le mande un e-mail de bienvenida, pero no es hasta dos semanas más tarde que el jefe decide tener una charla con él.
Esta reunión no se desarrolla como Parks espera.
Su jefe empieza a acusarlo de no comunicarse correctamente con él, de no haber sido él quien tuviera la iniciativa de sentarse a hablar con su responsable. Invierte la situación para culparlo a él.
La situación se vuelve insostenible
Los meses se suceden de la peor manera: a la mínima de cambio, el jefe aprovecha para acusarlo de no hacer demasiadas preguntas en torno a su función en el proyecto.
Él no entiende qué pretende su responsable, pero lo cierto es que éste se comporta de una forma fría y distante con él, llegando a ser pasivamente agresivo y encontrando errores en todas las tareas de Parks, errores reales… o imaginarios.
Le denuncia, pero él alega que es un “conductor” (o líder) y que su trabajo es “conducir a la gente de su equipo de la forma correcta”. Casualidades de la vida, el resto del equipo y los nuevos empleados nunca han sido tratados de este modo por el mismo jefe del que estamos hablando.
Recomendaciones tanto para Microsoft… como para cualquier compañía
Robert Parks, al fin, decide renunciar tras cuatro meses en las oficinas de Microsoft. Sus compañeros se dieron cuenta de su ausencia unos dos días después.
En un post que Parks publicó en su blog, ofrece una serie de recomendaciones básicas, válidas no solo para Microsoft, sino para cualquier otra empresa en sus procesos de contratación y sus sistemas de comunicación interna:
- Propone un nuevo sistema de orientación a la hora de contratar nuevos empleados, en el que estos tengan la posibilidad de comunicarse con sus responsables, antes de ponerse manos a la obra.
- Es importante tener en cuenta las opiniones del equipo a la hora de poner al frente a un responsable o a otro.
Es obvio que la experiencia vivida por este desarrollador es extrema. Él mismo ha llegado a reconocer que también su actitud podría haber sido distinta al respecto de su jefe.
Microsoft no se llegó a pronunciar al respecto de los comentarios formulados por su ex empleado en su blog.
Ese cambio que Microsoft necesita, empieza a verse poco a poco desde que Satya Nadella, el nueva CEO de la compañía, se incorporara a su puesto de responsabilidad. Pero todos los cambios de este tipo son progresivos y, por desgracia, tardan en notarse.
Fuente: This Microsoft employee says he quit after just four months because of a nightmare boss
There are no comments at the moment, do you want to add one?
Write a comment