6 preguntas que todo gran líder debe hacerse

septiembre 15

07:38 2015

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En todas las épocas que han confeccionado, confeccionan y confeccionarán la historia de la Especie Humana, el hombre y la mujer han buscado incansablemente a aquellos capaces de encontrar las respuestas o, en la mayoría de los casos, al menos ser capaces de formularse las preguntas adecuadas.

En realidad, resulta mucho más útil y difícil encontrar y compartir camino con gente capaz de traducir de la vida las preguntas adecuadas, para así al menos tener una posibilidad de acertar en la futura elección, por remota que esta sea.

Pero… ¿qué convierte a uno en un gran líder? ¿Qué hace de nosotros alguien a quien el resto quiera y deba seguir?

Reuniendo datos de los personalidades más destacadas de nuestro tiempo, vemos que en muchos casos no se trata de mentes brillantes, eruditos polivalentes y versados en toda materia, no. Vemos gente capaz de identificar a su alrededor los talentos, virtudes y defectos de quienes les rodean, y les vemos usar las fortalezas de sus aliados para disminuir sus debilidades.

Para conocer las preguntas adecuadas en cada momento, para saber cómo sacar la mayor eficiencia de aquellos que dependen de nuestras decisiones, estas son solo seis pequeñas pautas a seguir que vemos una y otra vez en aquellos que copan los libros de historia:

Verbaliza tus dudas: un buen líder debe ser capaz de reconocer, como ya dijimos, los talentos de quienes tiene alrededor. Del mismo modo, uno ha de conocer los fracasos propios y tratar de subsanarlos y, para ello, debemos expresar toda pregunta que pueda traer claridad al tema en cuestión, sin tener miedo de parecer desinformado o incompetente. Los líderes incompetentes son quienes pretenden saberlo todo pero no ponen medios para que así sea. Pregunta, aprende y guiarás mejor a tu equipo.
Clasifica la información: un buen líder debe también tener la capacidad de discernir entre aquello que puede resultar interesante y aquello que es tan solo ruido. ¿Cómo nos afecta o qué debemos asumir por ello? Son dos buenas preguntas a hacerse antes de embarcarse en nada.
Apasiona a tu equipo: muchas veces hablamos de realismo cuando queremos decir pesimismo disimulado. Trata de enfocar a quienes tengas a tu mando para encontrar lo positivo siempre, descartando dar valor al fracaso de uno para premiar los aciertos de otros. La motivación es fundamental en cualquier ámbito de la vida, y un equipo de trabajo motivado hará que inviertas la mitad de tiempo en conseguir el doble de beneficios. Sé listo.
Fomenta el trabajo en grupo: Es importante que el colectivo en conjunto se conozca, del mismo modo que tú como líder debes conocerles a todos ellos. Un buen guía debe siempre intentar suavizar los puntos donde aquellos miembros del grupo choquen, de forma que acepten sus diferencias sin críticas destructivas. Somos personas, y como es normal se crean tensiones entre nosotros a raíz de nuestros actos, envidias, malentendidos y demás disputas. Como líder, evitar que el grupo trabaje en tensión y de mal humor es fundamental.
Cuenta con los tuyos: puede que seas un buen líder y que este punto se te esté pasando completamente, con lo que terminarás por tener problemas. Si quieres tener éxito, debes tener en cuenta que quienes te rodean y trabajan contigo esperan que delegues responsabilidades en ellos, que cuentes con su opinión incluso cuando no sea necesaria. Y es que, en realidad, debes pensar en ellos como socios, más que como empleados (aunque ese sea el caso).
Desarrolla el poder de liderazgo en otros: a muchos este último paso parece atormentarles, del mismo modo que los grandes profesores de ilustración nunca quieren enseñar todos sus trucos a los alumnos. A fin de cuentas, cobran por ello y no pretenden que la futura competencia dé demasiados problemas. Si quieres destacar por tu capacidad de liderazgo, debes considerarla como un virus: a cuantos más consigas contagiar, mejor. Trata de exponer los propios problemas y aprendizajes de tu experiencia a aquellos con quienes trabajas codo con codo, aunque su cargo sea inferior y no tengan porqué plantearse soluciones. El mejor líder sabe convertir a cada miembro de su grupo de trabajo en líder. Un grupo formado por líderes, hace historia.