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Muchos son los consejos con los que intentan “aleccionarnos” cuando nos disponemos a buscar trabajo. Sin embargo, ¿cuáles son aquellos que debemos tener en cuenta y cuáles debemos evitar?

Cuando la experiencia nos dice qué debemos hacer, todo parece mucho más sencillo. Sin embargo, cuando acabamos de licenciarnos o hemos terminado recientemente un máster, nos sentimos unos novatos en la búsqueda de empleo.

Es entonces cuando, después de hablar con varias personas y leer un sinfín de informaciones en Internet acerca de qué hacer en esta situación, nos sentimos confusos y no sabemos exactamente qué recomendaciones seguir a la hora de buscar trabajo. ¿Qué errores debemos evitar?

Utilizar palabras “mágicas”

Cuando nos dicen que utilicemos palabras en nuestro Currículum tales como “resultados”, “conseguir” u “optimizar” quizá no nos están dando el mejor consejo. Este tipo de expresiones que parece que en principio podrían llamar la atención de nuestro entrevistador, en realidad acaban transmitiendo una imagen negativa de nosotros mismos al no decir nada relevante en el contexto en el que las hemos utilizado.

Prepararse demasiado una entrevista

Está claro que cuando nos citan para una entrevista debemos conocer un mínimo la empresa en la que trabajaríamos. Se han dado casos de candidatos que iban a las entrevistas sin saber muy bien su nombre o a qué se dedicaban en aquella compañía.

Los extremos no son buenos. Por lo tanto, saber un mínimo de la empresa para la cual nos van a entrevistar es algo positivo; pero la sobreinformación puede jugarnos una mala pasada. Al final, lo importante no es saberlo todo acerca de la compañía, pues a los entrevistadores también les gusta que se les escuche.

Incluir demasiadas experiencias laborales en el Currículum

Es muy común encontrarnos con Currículum extensos donde el candidato ha incluido una gran variedad de empleos que ha tenido y que, a la hora de la verdad, no están relacionados con el puesto que en un determinado momento les interesa conseguir.

Llegados a este punto debemos conocer bien los requerimientos del puesto al que estamos optando y, conforme a ello, elaborar nuestro Currículum. De esta manera, estaremos informando al entrevistador de todo aquello que realmente le interesa saber de nosotros.

Creer que desempleado es lo mismo que estar ocioso

Cuando decimos que estamos en el paro, no quiere decir necesariamente que estemos parados. Podemos no tener un empleo, y es por ello que nuestra ocupación principal debe ser encontrar uno.

Es importante que, aun sin empleo, tengamos una rutina diaria: despertarnos con un objetivo diario, organizarnos para llamar a empresas, asistir a eventos del sector y seguir formándonos, nos ayudará a mantenernos activos.

Utilizar tus virtudes como falsas debilidades

Cuando el entrevistador nos pregunta por nuestras debilidades, su intención es conocernos mejor, hablar honestamente de cuáles son (o han sido) nuestros puntos flacos en nuestra experiencia laboral y qué hicimos para solucionar esos defectos a la hora de desarrollar nuestras tareas.

Decir que somos “muy exigentes con nosotros mismos” o “demasiado responsables” no hará más que transmitir una imagen falsa de nosotros mismos en esta parte de las entrevistas de trabajo.

Es importante que, a la hora de intentar asesorarnos antes de una entrevista laboral, nos paremos por un momento a pensar si aquello que nos están recomendando es más absurdo que sensato y, entonces (y solo entonces) actuar en consecuencia. Acoger cualquier consejo como si fuera una verdad absoluta podría mermar cualquier posibilidad de que una empresa que en principio estaba interesada en nuestro perfil, descarte nuestra candidatura.