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Sábado 24 de mayo de 2009, ciudad de George, en Washington, Estados Unidos. Es el Memorial Day Weekend, o fin de semana previo al Día de los Caídos, y se celebra el Sasquatch! Music Festival. Kings of Leon, Jane’s Addiction o Ben Harper hacen las delicias de la multitud indie y un joven está a punto de dar la vuelta al mundo con su ímpetu bailón. Sin saberlo, va a convertirse en uno de los fenómenos virales con más éxito de YouTube a la vez que ilustra varias claves sobre liderazgo y éxito de movimientos sociales. Y todo en tan solo tres minutos.

En la colina frente al escenario, mientras la mayoría de los asistentes escuchan la música sentados, un chico sin camiseta comienza a bailar al son de Santigold y Unstoppable. La primera lección que nos da es que un líder debe ser valiente y no temer al ridículo. Y, por supuesto, un líder debe predicar con el ejemplo. Si quieres que los demás te sigan, que te acompañen en tu movimiento o en tu visión, debes ser tú el primero que baile. El liderazgo es influencia y no puedes influir en los demás para conseguir que hagan algo sin hacerlo tú. El liderazgo es credibilidad y si tú no crees en lo que transmites, si tú no bailas, ¿quién más creerá?

La segunda lección del vídeo, y uno de los factores clave para el inicio de cualquier movimiento es que éste sea fácil de seguir a la vez que atractivo. Si pretendes que la gente copie tu mensaje y lo haga suyo, pero éste es demasiado complejo y enrevesado o carece de interés porque no aporta nada, es muy probable que fracases y bailes solo. Las ideas iniciales que debes transmitir deben ser sencillas y fácilmente entendibles por tu público objetivo. Una vez el mensaje haya calado, podrás continuar con partes más complejas del mismo.

Si hemos conseguido reunir la valentía para comunicar nuestro mensaje con sencillez y éste genera interés, es muy probable que comiencen a llegar los seguidores. La tercera lección del chico bailarín es el trato que debemos dar a nuestros seguidores. Un líder no debe situarse por encima de sus seguidores sino tratarlos como a iguales, acogerlos y respetarlos. El segundo seguidor será el que transforme a un loco que bailaba solo en un líder y el tercero supondrá el verdadero punto de inflexión. Los dos son casi tan importantes como el líder y de su buen hacer dependerá que se sumen nuevos seguidores. Ellos también son líderes puesto que han demostrado valentía para vencer el ridículo y están transmitiendo con su ejemplo un mensaje. Y sin ellos, el movimiento no existiría.

Posteriormente se unirán más y más seguidores, produciendo que los que hacen ahora el ridículo sean los que no se han unido. Se ha creado un movimiento.

Se han escrito miles de páginas acerca del liderazgo y se escribirán miles más, pero es difícil sintetizar tanto en tan poco tiempo y de una manera más ilustrativa como en este vídeo.