club-mba.com

El éxito es una palabra que invoca en nuestro interior una motivación imperante, nublada por la sensación de lejanía e imposibilidad que nos invade cuando algo se interponen entre nosotros y nuestra meta. Es difícil mantenerse seguro de uno mismo las veinticuatro horas del día, todos los días del año, por eso pasamos por altos y bajos de autoestima, que no son otra cosa que el resultado de los golpes de realidad que acusan nuestra mente cuando el tren que esperamos se sale de la vía prevista. La experiencia nos dice que el esfuerzo no va ligado al éxito y tendemos a refugiarnos en la espera del ‘golpe de suerte’ que nos lleve al triunfo. Unimos el éxito con las grandes metas, olvidando sin embargo que se puede alcanzar también en los pequeños detalles de la vida cotidiana. Buscar el éxito en lo diario y lo corriente, nos convertirá – para nosotros mismos y para los demás – en personas exitosas.

Jeff Haden, escritor y experto en negocios, publicó en LinkedIn una serie de ítems que debes incluir en tu lista de propósitos si quieres coronarte como la persona menos exitosa del año.

1. Espera hasta que estés seguro de que tendrás éxito

Sentarse a esperar a que un gnomo verde toque a nuestra puerta para decirnos que su nombre es ‘éxito’ y viene para quedarse, es además de un disparate, un error. Nunca puedes estar seguro del éxito que tendrá ese nuevo proyecto que te traes entre manos, pero sí de comprometerte a dar lo mejor de ti para que salga adelante. Ante la duda, arriésgate. Si pones toda la carne en el asador tendrás la mejor recompensa: te sentirás orgulloso de tu labor.

2. Haz cuatro cosas a la vez con solo dos manos

‘El que mucho abarca, poco aprieta’, así que deja de lado el papel de superhéroe multifunción y céntrate en aquello que te interesa. Si juegas al Candy Crush mientras estás reunido, lo más probable es que acabes por perder la partida y tu puesto de trabajo – a no ser que seas Celia Villalobos. Aprende a centrarte en una actividad y a exprimirla sin que se crucen otras tareas, descubrirás grandes oportunidades, adquirirás conocimientos y te convertirás en una fuente de información indispensable para los que te rodean.

3. Presta más atención a tu teléfono móvil que a la persona con la que conversas

En la era de las nuevas tecnologías nadie se libra de haber echado un vistazo al móvil mientras mantenía una conversación. Una estrategia bastante común es la de ‘mirar la hora’, y de paso controlar que no nos ha llegado ningún WhatsApp. Si nadie nos ha escrito seguimos adelante con la conversación como si nada, pero si parpadea la luz que nos indica lo contrario, ¿Qué hacemos? Esconder el teléfono bajo la mesa y agachar tímidamente la mirada es una salida recurrente, pero el que tenemos en frente sabe lo que estamos haciendo. Así que lo mejor es que tengamos la fuerza de voluntad suficiente como para centrarnos en nuestro encuentro y dejar los demás compromisos para más tarde. Hacer uso del móvil en medio de una conversación no nos hace parecer más interesantes, sino todo lo contrario.

4. Concede el mismo valora todos los aspectos de tu vida

Tu jefe puede vivir sin ti fuera del horario de trabajo, así que no te lo lleves cargado a las espaldas como una mochila. Quienes no pueden vivir sin ti son tu familia y tus amigos, así que nunca dejes de prestarles atención. Ellos comprenderán tu ausencia en las horas de jornada laboral, pero se decepcionarán si sigues trabajando cuando se ha acabado. Cuídales de la misma forma que ellos te cuidan a ti si no quieres que te paguen con la moneda de la indiferencia.

5. Sumérgete en la era de las notificaciones

No es necesario saber el instante en que recibes un correo electrónico o un tweet. Si algo es suficientemente importante como para prestarle atención, es conveniente que lo hagas sin interrupciones. Centrarte en lo que tú estás haciendo es primordial frente a lo que otras personas están haciendo, ya encontrarás el momento para ponerte al día con las redes.

6. Deja que tu pasado guíe tu proyección del futuro

Los aciertos y errores del pasado son valiosos y debes aprender de ellos, pero has de filtrarlos y quedarte únicamente con la experiencia. El ‘ayer’ es sólo un entrenamiento, no el campo en el que debes seguir jugando.

7. Habla a espaldas de los demás

Evita hablar de unos y de otros si no quieres ser para los demás una simple centralita de ‘chismorreos’. Ten presente lo que te fastidia que hablen de ti y paga a los otros con la misma moneda. Si tienes algo que decir sobre alguien lo más conveniente es que se lo digas a esa persona, y si no, que te lo guardes para ti. Dedica tu tiempo a mantener conversaciones productivas, ganarás en credibilidad y en respeto.

8. Di siempre que sí, aunque quieras decir que no
Decir que no cuesta, pero no puedes dedicar tiempo a todos los planes que te surgen. Decir a todo que sí solo acabará por volverte loco y no te dejarás disfrutar de cada cosa como merece. La mayoría de la gente entiende un ‘no’ por respuesta, y si no lo hacen tienes un motivo más para reafirmarte. Decir que no a algo que no quieres hacer te hará sentirte mal durante un momento, pero decir que sí a algo que no quieres hacer prolongará el sufrimiento.

“El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene”. R. W. Emerson.

*Referencia: Business Insider