15 cosas que no haces si eres emocionalmente fuerte
Napoleon Hill, considerado el autor de autoayuda y superación más prestigioso del mundo, citaba que “los pensamientos combinados con cualquiera de las emociones constituyen una fuerza magnética que atrae otros pensamientos similares o relacionados”. Es en ese punto que enlaza los pensamientos y las emociones donde nos vamos a detener en un intento de conducción hacia el equilibrio entre ambos.
La fuerza mental es la ventaja natural o adquirida que nos permite hacer frente de una manera óptima a la variedad de circunstancias cotidianas o extraordinarias con las que nos topamos en el día a día. Hay muchos niveles de fuerza mental y todos son necesarios para la consecución del éxito interior, pero hay uno en particular que tiene mayor impacto sobre nosotros mismos, se trata de la fuerza emocional.
Las emociones, aunque constituyentes de la psique de la misma forma que otras cualidades mentales, se distinguen porque influyen más directamente en nuestro cuerpo físico y en las funciones corporales que nos llevan a cometer uno u otro acto. Las emociones son nuestros motivadores por excelencia para actuar en cualquier dirección, aunque no sea la más acertada, por eso es importante cultivar nuestra fortaleza emocional.
Hay ciertas características propias de una persona emocionalmente fuerte que le ayudan a salir airoso de sí mismo y de aquello que le rodea.
- No implorar atención
La necesidad de atención está ligada a la emoción y puede decirse que existe una relación inversa entre tal necesidad y la fortaleza emocional. Las personas inseguras o con baja autoestima experimentan una enorme necesidad de sentirse atendidos y ahondan en su tristeza si esa necesidad no se ve paliada. Tendrás que empezar a valorar quien eres si quieres que lo hagan los demás.
- Jamás se dejan arrastrar
El mundo está lleno de gente que pondrá todo su empeño en empedrar nuestro camino, pero una persona emocionalmente fuerte no se dejará hundir. La solución más efectiva es sacar a esos pequeños demonios de nuestra vida para que no manchen nuestros propósitos e ilusiones. Por desgracia, en muchas ocasiones son las personas más cercanas las que nos coartan. En este caso, ante la dificultad que supone desterrarles de nuestra cotidianeidad, la mejor opción es mantenerles lo más lejos posible de los ámbitos para los que resultan perjudiciales.
- La palabra ‘rencor’ no entra en su vocabulario.
Si una persona se disculpa sinceramente, concédele el perdón. Por el contrario, si no hay excusa de por medio lo mejor es restarle importancia y aferrarse al dicho, ‘no hay mejor desprecio que no hacer aprecio’. Una persona emocionalmente fuerte sabe de la importancia de mantener su energía mental y el rencor no hace otra cosa sino consumirla.
- Transforman la libertad formal en libertad real
Los sujetos emocionalmente fuertes hacen lo que hacen porque les gusta hacerlo. Normalmente huyen de las preferencias colectivas y se entregan a la peculiaridad que les embauca porque disfrutan con ello. No se pararán a escucharte si tratas de vejar aquello que les hace tan felices.
- Nunca dejan de creer en sí mismos
Han aprendido a conocerse, tantearse y aceptarse, así que no tienen miedo de mostrarse tal y como son. Si les aceptan o no, no es cosa suya, tienen bien calculado su valor y no permitirán que nadie apueste ni un céntimo menos por ellos.
- No actúan como canallas
No soportan a la mala gente que entorpece su trayecto y por consiguiente no se convertirán en uno de ellos. Una persona emocionalmente fuerte sabe que no es necesario jorobar a los demás para conseguir lo que quiere.
- Saben a quién dejar entrar en su vida
Los individuos emocionalmente fuertes lo son en cierto modo por una razón: no se exponen a las personas que rompen sus defensas y aplastan su moral. Elige a quien quieres en tu vida, no dejes que una mala hierba desbarate tu cuidado jardín.
- No tienen miedo al amor
Si tienes miedo de amar es que no tienes la suficiente confianza en ti mismo. Una persona emocionalmente débil tiene el pensamiento de que no puede establecer una relación duradera así que prefiere evitar cualquier vínculo que bajo su parecer estará destinado al desastre. A todos nos han roto el corazón y sabemos lo horrible que es coserlo, pero un individuo emocionalmente fuerte sabe que después de caer no cabe otra opción que levantarse. Aprender de los sentimientos es más beneficioso que bloquearlos.
- No “se me pegan las sábanas”
La mejor parte del día del emocionalmente fuerte es el momento en que se despierta y se da cuenta de que está vivo. No conviene dar la vida por sentado, hará que tratemos como insignificante lo común. Si eres emocionalmente fuerte, sabrás encontrar en lo común lo maravilloso.
- ‘Take it easy’
Las personas emocionalmente fuertes no necesitan de la actividad y la emoción constantes para huir de sus pesadillas. Saben apreciar un momento tranquilo y lo aprovechan para acercarse un poco más a ellos mismos. Saben disfrutar de la misma forma de un salto en paracaídas como de un paseo. Lejos de huir de sus pensamientos, buscan el momento de encontrarse con ellos.
- No hacen cosas que no quieren hacer
Todos hacemos cosas que no nos gusta hacer, pero no debemos hacer cosas que no queremos hacer. Los emocionalmente fuertes entienden esto y suelen encontrar la manera de centrarse en lo que les gusta. A pesar de no poder estimar cada cosa que hacen, buscan la forma de que sea lo menos desagradable posible.
- La importancia de saber decir “no”
Si no consigues decir un “no”, abusarán de tu buena voluntad. Si por el contrario sabes cuándo utilizarlo recordarás a los que te rodean que tú eres la única persona que tiene control sobre ti.
- Saben dar cuando reciben
Nunca estamos tan ocupados como para no tener tiempo para nadie. Hay personas que prefieren ignorar sus responsabilidades como tal. Pero un individuo emocionalmente fuerte conoce sus compromisos y los aprecia, se ocupa de ellos y empatiza con sus iguales.
- No necesitan ‘encajar en’
Cuando más emocionalmente fuerte eres, más independiente te vuelves. No sientes la necesidad de encajar en un grupo, porque ya te sientes parte de lo que realmente importa: el mundo. El sentimiento de pertenencia a un grupo puede contribuir de forma poco saludable a nuestra fortaleza mental y empujarnos a dejar de ser nosotros mismos con tal de que nos acepten.
- La felicidad es una decisión
La importancia imperante en una persona emocionalmente fuerte es conocer el poder que la mente tiene sobre sí mismo. Entiende que las emociones son reacciones que lejos de dirigir nuestras causas físicas, han de ‘positivizar’ la forma en la que las percibimos. Nuestras emociones reflejan la forma que tenemos de interpretar la realidad. En este sentido, la consecución de la felicidad no depende tanto de las circunstancias que nos rodean sino la forma en que las percibimos.
* Imagen de Andras Pfaff. Fuente: Elite Daily
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