Cómo estropear tus oportunidades de entrar en una escuela de negocios top
En el momento actual, con las mejores escuelas rechazando hasta el 90% de sus solicitantes, muchos de los cuales están más que cualificados, ¿cómo pueden los aspirantes gestionar su proceso de admisión? Evitar errores comunes como los siguientes pueden mejorar tus opciones, incluso si tu conjunto no es el mejor:
- Confiar sólo en información de terceros: Recorrerte las webs de las escuelas y sus canales de YouTube es sólo una parte. Si es posible, viaja y visita las escuelas en las que quieras entrar. Habla con los profesores y actuales alumnos para ver si es el lugar correcto para ti.
- Intentar encajar en el molde de la escuela: Igual te gusta llevar pantalón corto y chanclas todo el año. No todos encajan en una determinada escuela, y los comités de admisiones buscan personas que tengan sentido en su comunidad tanto como buenas calificaciones. Cuenta tu historia, más que intentar dar un perfil.
- Centrarse sólo en la carrera y logros profesionales: Revela tus pasiones y cualidades únicas ganadas a través de actividades fuera del trabajo e intereses personales.
- No ser honesto sobre las debilidades obvias: Nadie es perfecto, y los responsables de admisiones a veces están interesados en lo que aprendiste aquel semestre que cogiste demasiadas asignaturas e intentaste dirigir el musical del colegio mayor. Si no explicas proactivamente tus errores como bajas notas u otros fracasos, el comité sacará sus propias conclusiones.
- Pedir a demasiada gente que revise tus ensayos: Sólo porque tu tía tenga un doctorado en poesía persa del siglo 11, no la hace la mejor opción para ayudarte con tus ensayos. Cada persona que los revise tendrá sugerencias. Elige un par de consejeros de confianza y trabaja con ellos, o el ensayo puede convertirse en lo que no deseas y mostrar menos de ti.
- Errar en la gestión de las recomendaciones: Muchos candidatos tratan las recomendaciones como una parte “pídelas y olvídate” de la solicitud. O se las piden a la persona equivocada. Elige a alguien que conozcas personalmente.
- Sacrificar calidad para llegar a tiempo en la ronda más temprana posible: Errores de escritura, sentencias inacabadas, mala puntuación, huecos en blanco… son todos signos de que has pasado por tu solicitud demasiado rápido. Las oficinas de admisiones esperan calidad. No corras, se notará.
- No prepararse adecuadamente para las entrevistas de admisión: Una entrevista con admisiones es la oportunidad de demostrar por qué encajas en un programa en particular. Anticipa las preguntas y práctica tus respuestas, pero, como en cualquier entrevista laboral, ¡no suenes guionizado!
- No ser realista sobre uno mismo: Los responsables de admisiones a veces se preguntan cómo los candidatos tienen tiempo de llevar a cabo todo lo dicen hacer en alguna presentación PowerPoint que reciben: pintura, esquí, jardinería, club de cine en VO, tener un blog, cooperación con iniciativas sobre el medio ambiente, talleres de cocina, clases de judo y viajes marítimos. ¡Y se supone que lo hacen cada semana!
- No tomarse el tiempo para demostrar qué te hace único: Tú y tu futura escuela de negocios no será una combinación “win-win” si salpicas tus ensayos de clichés y manidas frases típicas. Los comités de admisiones detectarán una exageración a una milla de distancia; esto revela que el candidato no se está mostrando como es realmente.
Cada escuela de negocios es diferente, y los responsables de admisiones buscan a candidatos que puedan tener éxito en sus programas así como en la vida tras la graduación. Mostrar cómo eres, tu potencial e incluso cómo te repusiste en malos momentos dará un reflejo real de tus posibilidades como alumno y como líder en los negocios.
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