Dinámicas en el empleo para PhD ¿Universidad? ¡Empresa!
Existe una tendencia por la que cada vez más graduados de PhD encuentran trabajos en el sector privado y sector público.
Los estudiantes de Ph.D. generalmente aspiran a una carrera profesional de profesor universitario. Dado que la mayor parte de universidades de prestigio están en el mundo anglosajón, especialmente EE.UU., muchas personas interesadas en la investigación perciben que un doctorado en el extranjero aumentaría sus posibilidades de conseguir un puesto de profesor. ¿Qué dicen los expertos y los datos sobre esta cuestión?
En primer lugar, consideremos el mercado universitario en España. Recientemente, investigadores españoles en el extranjero han escrito sobre sus dificultades para volver. Sin embargo, nos hemos puesto en contacto con profesores universitarios en España y nos han explicado que la dificultad principal para conseguir un puesto de trabajo con un título extranjero no son las dificultades de acreditación sino la congelación del empleo público. No creen que este fenómeno sea estructural (una reducción permanente de puestos de profesor), sino cíclico, y que probablemente empiecen a abrir más plazas pronto. Según este diagnóstico, las dificultades para conseguir un puesto de profesor en España son iguales independientemente de donde se haya estudiado.
La gran ventaja, de obtener un Ph.D. en un país anglosajón entonces parece ser el tener acceso al mercado de Ph.D. en las universidades de Norteamérica y Reino Unido. ¿Cuáles son las perspectivas en este mercado? Jordan Weissman de The Atlantic presenta una gráfica con los últimos datos de la National Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencia) sobre la situación en EE.UU. Aunque cualquier medida es imperfecta, los datos muestran de forma clara que hay mucha más gente con doctorados que puestos de trabajo en universidades.
En primer lugar, consideremos la situación general, combinando todas las disciplinas. Aquí incluimos todo el mercado de PhDs , incluyendo los que se gradúan con doctorados en humanidades, ciencias, ciencias sociales y otros programas. La línea azul representa a los estudiantes que tienen una plaza asegurada tras la graduación. La línea verde representa aquellos estudiantes inscritos en un programa de estudios de post-doctorado. La línea roja representa aquellos estudiantes sin un empleo:
En comparación a 2001, la situación es clara: menos trabajos, más desempleo y más trabajo de post-doc- especialmente en las ciencias naturales. Un pos-doc antes solía hacer uno o dos años de transición en el que los PhDs perfeccionaban sus habilidades de investigación. Ahora comúnmente son periodos de hasta 5 años. Este alargamiento del post-doc significa sacrificar años de salario, ya que la remuneración media es mucho más baja que la de un profesor ayudante (el primer puesto de profesor) o que la remuneración con un PhD en el sector privado:
Si consideramos las ciencias de la salud, como la biología, los recién graduados tienen ahora muchas más posibilidades de estar en paro que de tener un trabajo de jornada completa:
En física y química, el porcentaje de graduados en paro también supera a los que tienen puesto de profesor:
En ingeniería, la situación es un poco mejor, aunque, como muestra la gráfica, no por mucho:
En las áreas de humanidades no hay una gran oferta de postdocs, y por eso estos académicos tienen mas probabilidades de o bien tener un trabajo después de graduarse que sus compañeros en las ciencias o de no tener nada:
Si consideramos los datos de empleo académico de graduados de PhDs tras dos años de estar en el mercado (ya que algunos de ellos no tienen empleo hasta pasado un tiempo de la obtención del título), los datos solo mejoran ligeramente. Esta gráfica, que compara los datos de empleo académico en 1990 y 2011 (dos años después de la graduación), por lo menos tiene la buena noticia de que la proporción de graduados de PhD con trabajo de profesor no ha disminuido significativamente en los últimos 20 años. La mala noticia es que eran bastante bajos para empezar.
Paula Stephan de la Georgia State University ha desglosado los datos de la NSF cinco o seis años después de un doctorado de biología, y sus hallazgos ofrecen tanto un poco de esperanza como desánimo. Ella no identifica una gran cantidad de biólogos desempleados, pero si encuentra que menos de 1 de cada 6 están en una trayectoria profesional que pueda llevar a un puesto de trabajo académico permanente.
El lado más positivo de esta gráfica es que muestra que muchos graduados de PhD encuentran trabajos en el sector privado y sector público, y esto es porque la habilidades de análisis e investigación que se obtienen en un doctorado son transferibles y valiosas en muchos ámbitos. Por otro lado, revela que incluso en las ciencias, y con unos años de experiencia de investigación, solo unos pocos acaban en puestos permanentes de profesor. Así que tener el título de PhD sigue siendo muy valioso, pues, aunque parezca complicado obtener un puesto de profesor, se abren nuevas vías en un sector privado que cada vez demanda más cantidad de estos perfiles.
Fuente: The Atlantic
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