Modelos de negocio: Car-sharing
Tradicionalmente cuando alquilamos un vehículo no lo hacemos por minutos o kilometraje, lo alquilamos por días y mucho menos lo hacemos para hacer un recorrido por ciudad. Por regla general cuando nos movemos por la ciudad lo hacemos o bien en transporte público o en taxi.
El car-sharing es un concepto relativamente nuevo en el cuál alquilamos un coche para hacer recorridos cortos. Es por ello que sus tarifas son por minutos o kilómetros en función del modelo de negocio de la empresa y del país.
El modelo de car-sharing surgió como consecuencia del exceso de stock de los fabricantes de coches. Tener los coches parados equivale a perder dinero, tenerlos circulando puede llevar a beneficios. Es el caso de empresas como DriveNow o Car2Go. La primera pretendía dar salida al exceso de BMW serie 1 que tenían en stock y actualmente lo utilizan para promocionar su última novedad en el mundo del motor eléctrico, el i3. En el caso de Car2Go, también se creó para dar salida a la cantidad de vehículos de la gama Smart que el grupo Daimler tiene como consecuencia del exceso de producción.
¿CÓMO FUNCIONA EL CAR-SHARING?
La principal ventaja del car-sharing consiste en que existe una flota de vehículos repartida a lo largo de la ciudad. El usuario simplemente, previa alta en la empresa, localiza el vehículo más cercano con su Smartphone y lo reserva durante un periodo de tiempo que es el que tardará aproximadamente en llegar a él. Una vez llega, lo abre con su tarjeta de socio y ya está listo para ser usado. Empiezan a contar los minutos. Una vez el usuario llegue a su destino aparcará el coche en cualquier lugar, informará vía app dónde lo aparcó y ya está disponible para otro usuario. El usuario pagará la factura a final de mes.
¿Y LA GASOLINA?
Alquilar un coche mediante este tipo de empresas es muy sencillo, pero ¿qué ocurre con los gastos que pagamos en empresas tradicionales de alquiler? ¿Y la gasolina? Cuando somos usuarios del car-sharing nos podemos olvidar de pagar la gasolina o el seguro, todo esto viene incluido en la cuota de alquiler. De hecho uno de los inconvenientes del car-sharing es que en ningún momento, salvo mantenimiento o quejas de los usuarios, el coche pasa por la empresa de alquiler. Eso hace que sean los propios usuarios los que tengan que poner gasolina, pero no deben pagar por ella. Todos los coches incluyen una tarjeta la cual al presentarse en la gasolinera el usuario no tiene que abonar el importe de la gasolina.
SITUACIÓN DEL CAR-SHARING EN ESPAÑA Y EUROPA
En España son pocas las ciudades que disponen de este servicio así como el número de empresas que lo proporcionan. Las ciudades donde lo podemos encontrar son Madrid y Barcelona principalmente. Pero este modelo de negocio está muy extendido a nivel europeo dónde lo podemos encontrar en las grandes ciudades como París, Hamburgo o Múnich.
EL MODELO DE NEGOCIO
La principal diferencia en el modelo de negocio en Europa es la forma de tarifar el alquiler de vehículos. Todas ellas tienen en común una cuota anual la cuál da acceso a los usuarios a las llaves para abrir los vehículos, y luego el usuario puede pagar por kilómetro o por minuto. En el caso de España se basa en cobrar por hora y por kilómetros realizados (existen excepciones en función de las tarifas), exceptuando en el caso en que utilicemos un vehículo eléctrico que entonces sólo pagaremos por hora. Además es posible también alquilar el vehículo un día completo, lo que nos sale más barato que alquilarlo en una compañía tradicional si somos usuarios de este servicio.
El car-sharing es un modelo de negocio que está entrando fuerte en el norte de Europa y poco a poco va entrando en España permitiendo a las personas que viven en las grandes ciudades de no depender de unos horarios o un taxi.
Imagen de Flickr realizada por Markus Klaxner
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