Estados Unidos, cuna del emprendimiento

Estados Unidos siempre se ha conocido como “La tierra de las oportunidades”. Las historias de personas con origen humilde que han logrado ser enormemente exitosas se cuentan por miles. Persiguiendo este sueño cada año cientos de startups son fundadas en el país, concentrándose principalmente en torno a dos áreas: Silicon Valley y el área metropolitana de Boston. Parece que la presencia de una universidad prestigiosa en una ciudad con una buena calidad de vida, es la fórmula mágica para la creación de emprendedores.
Este interesante fenómeno ha sido materia de investigación para el inversor inglés Paul Graham. En su artículo “Why startups condense in America?” profundiza aún más en el tema y se pregunta por qué estos clusters de talento aparecen en Estados Unidos y no en cualquier otro lugar del mundo que cumpla los dos requisitos anteriores. ¿Qué convierte a Estados Unidos en la cuna del emprendimiento?
En primer lugar la tolerante postura americana con la inmigración y su próspera economía, actúan como un imán que atrae virutas de talento procedentes de todas las partes del mundo. Además, otra ventaja de Estados Unidos respecto a potenciales competidores como China o Singapur son sus libertades civiles. Normalmente, la gente más creativa en el ámbito de la tecnología y la empresa son también personas que poseen su propia forma de pensar e ideología política. Un país que no permite la libertad de expresión o asociación es un escenario incómodo para las mentes brillantes.
También la estructura universitaria parece un factor determinante, y es que las instituciones americanas copan los primeros puestos de todos los rankings de calidad universitaria. Si se combina el talento con los mejores profesores y programas de enseñanza, el éxito está prácticamente asegurado.
Por otro lado, la flexibilidad del mercado laboral y la cultura de autoempleo americana representan dos enormes ventajas respecto a lugares como Europa. Las empresas que están en fase de desarrollo o en sus primeras etapas de crecimiento afrontan una gran incertidumbre respecto al futuro de la misma. Por ello, es fundamental que disfruten de total libertad de contratación y despido.
Las dos últimas ventajas de Estados Unidos tienen que ver con su economía doméstica. En primer lugar, su enorme demanda interna hace que las ventas puedan crecer rápidamente sin necesidad de salir a mercados internacionales. Por otro lado su modelo de financiación, basado en el capital-riesgo y angel investors, ofrece enormes ventajas para pequeñas empresas respecto a la más tradicional línea de financiación bancaria.
A pesar de que Estados Unidos no es el líder mundial en algunas de estas características individualmente (hay países con mayores libertades civiles o con políticas de inmigración mejores), no existe ningún otro país en el mundo que ofrezca una combinación mejor. No obstante, el peligro de perder el liderazgo es enorme: no pasará mucho tiempo hasta que gobiernos de otros países se den cuenta de que mayores libertades sociales, un mercado laboral más flexible o unos menores impuestos al capital son políticas buenas “per se” y benefician a la sociedad en general. Cuando esto ocurra, otros países pondrán el peligro el liderazgo americano en materia de emprendimiento casi sin quererlo.
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