Entrevistamos a Pablo Viguera, co-fundador de Groopify y MBA por Chicago Booth
El emprendimiento es un motor de desarrollo capaz de alterar paradigmas y procurar escenarios antes no imaginados. En club-mba nos fascinan tales aventuras profesionales y sobretodo si tienen la pasión de la que hace gala nuestro protagonista hoy, Pablo Viguera, donde nos habla de sus experiencias vitales, su etapa MBA y su actual reto profesional: la recién lanzada Groopify.
Antes del MBA trabajó durante casi 3 años en banca de inversión, en Merrill Lynch en Londres. Estudió Administración y Dirección de Empresas en ICADE y Economía por la UNED. Una vez admitido en el MBA, dejó su trabajo y viajó alrededor del mundo con un par de mochilas durante 7 meses. Durante los 3 meses de sus prácticas MBA, trabajón en una startup de Rocket Internet en el sureste asiático.
En la entrevista Pablo nos cuenta qué es Groopify y su experiencia como emprendedor. Después, nos habla sobre su experiencia durante el MBA, y las razones por las que eligió Chicago Booth.
Hola Pablo, encantados de tenerte con nosotros. Comencemos con tu aventura emprendedora. La mayoría de los graduados de MBA se meten en trabajos en bancos de inversión, consultoras estratégicas o grandes corporaciones que pagan muy bien. Esto de emprender, ¿es rentable? ¿cómo se puede compatibilizar con la vida post MBA?
Yo venía de ese mundo y partía de la premisa de que buscaba un cambio. Al inicio del MBA y gracias a las facilidades que ponen en Booth para descubrir opciones laborales, empresas de todo tipo, etc. me informé, vi lo que había y valoré las opciones disponibles. Sabía que quería hacer algo relacionado con emprendimiento a partir de ese proceso de exploración inicial – lo único que tenía que sopesar era si sería más del lado inversor (que era interesante ya que podría “leverage” mis aptitudes en el campo de las finanzas y mi experiencia práctica en banca de inversión) u operacional (haciendo algo propio).
En lo que respecta la rentabilidad, es una cuestión delicada y muy importante que se debe sopesar muy bien antes de dar el salto. El upside es muy importante al margen de que la startup sea un éxito o un fracaso ya que el desarrollo profesional y personal no se puede comparar a ninguna otra opción, ya que cubre una gran cantidad de áreas de conocimiento (es “holistic” como se diría en inglés). Por tanto, la rentabilidad existe… sea esta financiera o más intangible. En cuanto a la gestión de costes/cashflow personal, sobre todo, hay que estudiar muy bien con que margen financiero y temporal se cuenta, la situación personal de cada uno y plantearse varios escenarios. En mi caso, particular incidieron el hecho de que tenía algunos ahorros de mi época de banca de inversión para vivir sin ingresos y conté con una beca de la Fundación Ramón Areces para cursar el MBA, factores sin los cuales, probablemente, la decisión podría haber sido diferente. Y eso sí, en todo caso, hay que llevar un control estricto en lo que respecta finanzas personales y sacrificar ciertas partidas no del todo esenciales.
¿Qué es exactamente Groopify? ¿Cómo surgió todo? ¿Por qué España?
Groopify es ante todo una nueva y divertida manera de conocer gente y lugares singulares. Somos un club social offline que organiza quedadas entre dos grupos de amigos que no se conocen entre sí (¡pero deberían!). En su formato más sencillo: 3 chicas, 3 chicos, 1 lugar singular (evidentemente, también pueden ser 3 chicos y 3 chicos, 3 chicas y 3 chicas, etc.). En definitiva: dos grupos de amigos, una ronda… ¡un plan diferente!
La historia del nacimiento de Groopify tiene, hasta cierto punto, su toque de casualidad. Como en la mayoría de los casos, la inspiración surgió de una necesidad personal. Tras pasar muchos años fuera de España, estudiando y trabajando en diferentes países del mundo, me di cuenta, a mi vuelta a España (donde vine a pasar unas semanas después de terminar el MBA para sopesar mi futuro y las diferentes oportunidades profesionales que tenía – en definitiva para pensar bien lo que quería hacer), de la dificultad que suponía encontrar amigos nuevos con quien compartir intereses y pasar un buen rato fuera de mis círculos ya establecidos. Un día de verano charlando con grandes amigos de la infancia, y ahora socios, Miguel y Alex, ambos con pasión por los retos, las ideas nuevas, lo “no convencional” y con gran vocación emprendedora, en el bar de siempre con nuestro grupo de amigos de siempre, nos preguntamos si podía haber más gente en esta misma situación y, sobre todo, si había alguna alternativa o solución… y en caso de que no la hubiera, si podría haber alguna manera de solucionarlo… desde un punto de vista práctico… hecho por nosotros. Y ahí, en nuestro bar de toda la vida con nuestros amigos de siempre, se nos iluminó, un poquito, la bombilla. Y lo que empezó como una problemática que me surgió durante mi etapa de valoración de oportunidades en mi estancia transitoria en Madrid, se convirtió en el camino profesional por el que opté.
En cuanto a por qué España y no otro país, creo que hay varias razones de peso. La primera se refiere específicamente a nuestra startup y al potencial “product-market fit” de Groopify. Estimamos que en España puede tener más viabilidad que en muchos otros lugares por lo sociables que somos los españoles, y lo que nos gusta hacer planes en grupo y conocer gente nueva – sobre todo si hay cañas o copas de por medio. Por otra parte, existe actualmente en España un clima muy favorable para el emprendimiento. Muchos consideran que aún estamos en crisis pero precisamente nosotros en eso vemos una oportunidad tremenda. En los próximos 2 o 3 años creemos que España puede y debe cambiar mucho y queremos ser partícipes de ese cambio y transformación – aportando nuestro granito de arena.
¿Qué problema resolvéis y cómo veis que lo atacáis de manera única y diferenciada?
En términos generales, pretendemos dar respuesta a la siguiente pregunta: “¿Cómo puedo conocer gente y lugares interesantes cerca de mí y pasar un buen rato?”, lo cual constituye un “pain point” que puede manifestarse en varios colectivos. Es más, creemos que Groopify puede ofrecer algo para cualquier persona. Ya sea porque alguien haya hecho toda su vida en una misma ciudad y busque ampliar sus círculos de amistades y conocer su ciudad de manera diferente, porque se desplaza de manera temporal a otra ciudad por motivos de trabajo o estudios y quiera conocer a gente y sitios interesantes, porque busque a alguien especial o pareja y esté frustrado con las vías tradicionales (p.e.j ir a un local por la noche, “amigo de un amigo” o servicios de suscripción de “online dating”) o simplemente porque esté falto de planes novedosos que hacer con sus amigos o desconozca la oferta de ocio en su ciudad.
Luego, en lo referente a diferenciación, Groopify es único por su formato (3 vs. 3 con amigos de siempre y amigos nuevos y pago “pay as you go” – no se necesita ninguna suscripción), su enfoque (orientado a conocer tanto gente como lugares) su simplicidad (login vía Facebook sin necesidad de crear perfiles interminables), su bajo coste de oportunidad (noches entre semana, sin presión, ambiente distendido).
¿En qué estadio de desarrollo os encontráis ahora mismo? ¿Qué expectativas tenéis de aquí a 6 meses, de aquí a 1 año, de aquí a 5 años?
Ahora mismo, acabamos de lanzar. Estuvimos unos 3 meses haciendo la investigación de mercado inicial (viendo el potencial que tendría la idea – y hasta cierto punto validándola “Rolling up our sleeves” vía entrevistas, encuestas y “prospecting” de usuarios reales), planteando el modelo de negocio y, fundamentalmente, desarrollando la aplicación inicial y haciendo muchas labores de desarrollo de negocio (p.e.j. asociándonos con locales, creando comunidad en redes sociales pre lanzamiento, etc.). Estamos enfocados ahora mismo en testear el concepto en el mercado, estructurar y optimizar nuestra operativa interna, ver la acogida que tiene y ver, en base al feedback recibido, cómo adaptarlo en base a las necesidades de nuestros usuarios. Nos hemos fijado un periodo de 6 a 8 semanas en esta fase inicial después del cual sopesaremos y veremos cuál es el siguiente paso. De aquí a seis meses esperamos ampliar Groopify y extender nuestro buen rollo a más ciudades de España. Más a largo plazo aspiramos a convertirnos en la opción de ocio más relevante en las principales ciudades de España para todas aquellas personas que buscan conocer gente y lugares interesantes cerca suyo.
En cuanto a hitos logrados hasta ahora, a día de hoy el principal logro ha sido lanzar, ver como se han ido registrando los primeros usuarios (en una semana hemos tenido más de 500 registros) y haber organizado los primeros Groopifys. Además de eso, el hecho de que las impresiones que nos han hecho llegar los usuarios de las primeras experiencias haya sido positivo es verdaderamente gratificante y nos ayuda a seguir trabajando duro en el día a día.
¿Cuáles han sido de momento los mayores retos a los que os habéis enfrentado o errores que habéis cometido? ¿Cómo los habéis resuelto?
Aún es, hasta cierto punto, pronto para valorar y sopesar que no deberíamos haber hecho. No obstante, hay ciertas cosas que podríamos haber hecho algo diferente. Por ejemplo, en todo el proceso de ventas y de “onboarding” de locales asociados (contamos, a día de hoy, con unos 20 entre Madrid, Barcelona y Valencia) creo que podríamos haber procedido de una manera un poco más “just-in-time”. Nos tiramos todo el mes de septiembre y octubre investigando locales y logrando asociados pero no tuvimos la plataforma lista hasta principios de diciembre. Nos ayudó a adelantar algo de trabajo (sobre todo del lado del “market research”) pero tuvimos que hacer un seguimiento muy exhaustivo con ellos, más aún cuando nuestro lanzamiento se vio algo retrasado. No contábamos con que en el sector de la hostelería en muchos casos todo es más a corto plazo y las decisiones suelen tomarse más en el momento. Por otra parte, y tal vez algo que hayamos visto más en proyectos anteriores y de lo que hemos aprendido, en ocasiones hemos llegado a perder un poco el foco en base a lo que queríamos lograr en cada estadio de nuestra evolución a pesar de ser una de las premisas principales que siempre nos hemos marcado. Por ejemplo, antes de lanzar queríamos tener un producto mínimo viable que funcionase y que no tuviera excesivas florituras pero a veces entrando demasiado en el detalle o queriendo iterar a nivel de diseño o con detalles no tan esenciales, nos hemos podido alejar de ello y tenido que recordarnos exactamente lo que queríamos lograr para volver a retomar el camino adecuado.
Háblanos de tu equipo, ¿Quiénes son y cómo os juntasteis?
El equipo fundador consta de Miguel García-Santesmases, Alejandro Coca y yo. Los tres somos eternos amigos de la infancia unidos por mucho buen rollo, ganas de descubrir cosas nuevas, años de minutos compartidos sobre campos de fútbol y quién sabe cuántas rondas de cerveza en el bar de siempre. Tras experiencias profesionales en banca de inversión, empresas punteras del sector tecnológico y varias iniciativas emprendedoras propias, así como 6 carreras, más de 80 países recorridos, una vuelta al mundo, un MBA, y previo paso por Londres, Chicago, México DF y Nueva York… nuestros caminos convergen en septiembre de 2013, en nuestro bar de toda la vida, cuando nos unimos en esta nueva aventura para lanzar Groopify, con el propósito de revolucionar la manera en que conocemos gente y lugares interesantes cerca de nosotros.
Yo (Co-Founder y CEO) me encargo de la coordinación general del equipo y de que las operaciones fluyan como la seda a la vez que con la potencia (wishful thinking?) de un Ferrari.
Miguel (Co-Founder y CTO) es ex consultor de business analytics en Indra Sistemas y Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. En Groopify, su labor principal es velar por el desarrollo tecnológico y de producto.
Alejandro (Co-Founder y Business Development) es ingeniero de formación (ICAI, Madrid) con una dilatada experiencia profesional en internet, tanto como Co-Founder y CTO de Fútbol Donde Quieras (una startup orientada al mundo del fútbol) y como Category & Account Manager en Amazon España. En Groopify, es quien lleva la relación con nuestros locales, siempre buscando que los mejores trabajen con nosotros. Igualmente, vive buscando colaboradores que nos hagan crecer.
¿Qué haces tú en tu día a día? ¿Esto de emprender que implicaciones tiene a nivel de desarrollo profesional y / o personal?
¡Buena pregunta! La verdad es que diría, ante todo, que no hay dos días iguales. Es parte de lo que hace de montar y desarrollar una startup algo tan único. Al principio, antes de lanzar, todo el mundo hace un poco de todo. A medida que se avanza, es importante especializarse un poco en base a los perfiles del equipo y en lo que destaque cada uno. Dicho eso, al final del día, hay que equilibrar los objetivos y el output buscado con los recursos que se tienen y hay que ponerse diferentes gorros a lo largo del día. Por ejemplo, en un día cualquiera y a pesar de que yo coordine al equipo y lidere los esfuerzos de marketing y operaciones, puedo estar apagando fuegos en otras áreas completamente diferentes en la medida que sea necesario.
A nivel de desarrollo, emprender es, en todo caso, una experiencia de aprendizaje total e independientemente el éxito del proyecto se aprende enormemente – por ejemplo, que cosas repetir o no volver a hacer en otra startup, que hacer para perseverar, como reclutar un equipo, que trámites son necesarios para crear una empresa, como enfocar al equipo hacia una visión conjunta, como pasar de idea a proyecto, de proyecto a negocio y de negocio a empresa, etc. – y el desarrollo personal y profesional tan completo y diverso no puede encontrarse en otros ámbitos. Como comentaba en un post en nuestro blog recientemente, a pesar de renunciar en cierta medida a ser un experto en algo muy concreto, no hay día que pase sin aprender algo (relevante) nuevo y uno llega a tocar, especialmente en las fases iniciales de una startup, todo tipo de áreas de conocimiento (ya sea marketing, desarrollo de negocio, psicología, ventas, ingeniería/desarrollo de producto, etc.), lo cual puede considerarse un desarrollo profesional más completo y un reto mucho mayor (así como mucho más gratificante).
¿Qué consejos darías para emprender?
Recomendaría, sobre todo, no tenerle miedo al fracaso. En general, y especialmente en España, fracasar tiene connotaciones negativas. En cambio, emprender es, en todo caso, una experiencia de aprendizaje total y aunque se fracase se aprende enormemente – por ejemplo, que cosas no volver a hacer en otra startup, que hacer para perseverar – y el desarrollo personal y profesional no puede encontrarse en otros ámbitos.
Por otro lado, me enfocaría en desarrollar un producto mínimo viable con el cual poder testear el concepto o las hipótesis establecidas a priori en el mercado y ante usuarios reales ya que, a fin de cuentas, será el mercado el que determine la viabilidad o no de un producto o servicio innovador. Y en base al producto mínimo viable que lancemos, ir iterando en base al feedback recibido hasta dar con un producto o servicio que se adecue y adapte a las necesidades del mercado (y, así dar con la tecla del “product-market fit”). Esto último está muy relacionado con la importancia de no apegarse en exceso a una idea puesto que probablemente será necesario ir retocándola y adaptándola a medida que estemos en contacto con los usuarios.
Por último, animaría a todo aquel que se dispone a emprender que se enfoque en la ejecución y en la velocidad de ésta y no en la idea en sí. Tendemos a sobrevalorar las ideas pero el 95% de lo puede llegar a determinar el éxito de un proyecto emprendedor es como se materializa esa idea y como se ejecuta.
Cursaste tu MBA en Chicago Booth, ¿podrías haber lanzado Groopify sin Booth? ¿Qué activos únicos crees que sacaste o lecciones que aprendiste del MBA que te han preparado especialmente para esta aventura?
Difícil de decir a ciencia cierta pero lo más probable es que, de haberlo hecho, habría sido completamente diferente (y mucho más difícil y lento). Destacaría, no necesariamente en este orden algunos factores o lecciones aprendidas en Booth (que, a pesar de haber muchos más, creo que han sido los más relevantes a la hora de lanzar Groopify después del MBA):
- Realizar un proceso de introspección personal continuo, en realidad extrapolable a otros ámbitos profesionales fuera del mundo de las startups o el emprendimiento, que podría incluir preguntas como: “¿Qué objetivos tengo?”, ¿Con qué margen (tanto temporal como financiero) cuento? ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar?, etc. y repetir este proceso a menudo a medida que avance el desarrollo de la startup, se alcancen objetivos, se logren hitos, etc. Al principio, esa introspección será útil para hacernos ser más “self aware” y saber cómo potenciar nuestras fortalezas y cómo complementar nuestras debilidades (p.e.j. en lo que respecta la composición del equipo fundador puedo servir para lograr un equipo equilibrado, complementario y multidisciplinar).
- Enfocarse en la ejecución, tener un sesgo hacia la acción e ir lo más rápido posible. Esto lo aprendí en Rocket Internet durante mis prácticas de verano y estimo que es clave para todo fundador. Es mejor hacer mal y equivocarse que no hacer. Por lo menos se testea una hipótesis y se descartan opciones que no funcionen o den en la tecla. El tema de la velocidad también es importante, sobre todo en el sector de internet donde cada vez hay menos barreras tecnológicas para emprender y la competencia puede surgir rápidamente.
- Hacer de la cultura del feedback (tanto positivo como negativo) un pilar esencial de la startup tanto en las relaciones con los usuarios y clientes como dentro de la startup en el seno del equipo. Este punto está relacionado con la necesidad de saber adaptarse a las necesidades de los usuarios, de ser flexible en todo momento, de iterar si fuera necesario y de siempre buscar mejorar tanto a nivel personal dentro de la startup como a nivel de experiencia del usuario.
¿Qué puertas consideras que te abrió Booth?
Muchas, sin duda. Lo principal es el “network” que uno desarrolla tanto en una misma generación o clase como en clases pasadas y de antiguos alumnos. Si por algo se caracterizan las universidades y escuelas de negocio estadounidenses es por el gran vínculo intergeneracional existente entre personas con un mismo “alma mater”. En ese sentido, todos los alumnos tienen gran afán por “give back” a la universidad o escuela a modo de agradecimiento y la colaboración entre antiguos alumnos es un gran componente. Por el mero hecho de que exista un vínculo común con Chicago Booth, un email o una llamada es siempre bienvenido y la predisposición a colaborar y ayudar es tremenda.
En nuestro caso concreto, sé que podremos contar con el apoyo, tanto estratégico como financiero, de mi network (y el network de antiguos alumnos) con vistas a desarrollar y hacer que crezca Groopify.
¿Por qué decidiste hacer un MBA?
Ante todo, consideré que en mi trabajo de entonces había llegado a un estadio en mi desarrollo profesional en el cual la curva de aprendizaje se hacía cada vez más plana y, por lo tanto, me planteé buscar nuevas oportunidades. Así mismo, quería tener algo de margen y tiempo para sopesar mi decisión y no lanzarme por inercia hacia cualquier cosa. Por la naturaleza de la banca de inversión, se suele disponer de poco tiempo fuera del trabajo para poder pensar de manera objetiva y con perspectiva. La vía más habitual me hubiera llevado a quedarme en Londres y haber entrado en el “buyside” (p.e.j. Private Equity) y alguna oportunidad tuve en su momento, pero quería tener tiempo para plantear bien ese proceso de decisión y ver que más cosas había a mi alcance más allá de Londres y de los servicios financieros. Por otra parte, durante mi tiempo en Merrill Lynch, tuve la oportunidad de trabajar en varios proyectos relacionados con el mundo de internet, lo despertó en mí un gran interés y consideraba que hacer un MBA podría servirme para encaminar mi siguiente salto profesional en esa dirección.
¿Por qué elegiste Booth?
En su momento, igual que hacen muchas personas en el proceso de admisión, tenía mis vistas puestas en las principales escuelas de negocios de Estados Unidos. Habiendo hecho mi intercambio en la universidad en Wharton, donde tuve la oportunidad de compartir alguna clase con alumnos del MBA, sabía que el sistema estadounidense era el que más se adaptaba a mis necesidades y del cual podría sacar más partido. De las opciones que tuve en el momento de decidir, Booth me llamó particularmente porque era aquella escuela de la que tenía más referencias directas y personales de antiguos alumnos, amigos, compañeros de trabajo, etc. que habían pasado por ahí. Y, sinceramente, no había ningún tachón y la pasión con la que todas esas referencias me hablaban de la escuela caló mucho. Por otro lado, en lo que respecta a la escuela y la Universidad de Chicago, en general, me sentía muy vinculado con los valores y principios defendidos y promulgados (libertad y flexibilidad en el desarrollo académico así como, en un sentido más amplio, a nivel de teoría económica – escuela de Chicago, etc.) y consideraba que mi perfil podía encajar bien.
¿Qué destacarías de Booth? ¿Qué razones darías para escogerla una vez realizado el MBA?
Destacaría uno de los motivos que me llevó a decidirme por Booth en su momento: la flexibilidad en la formación académica. Hasta cierto punto, la mayor parte de los programas de MBA son parecidos, se inspiran en lo mismo y tienen la misma finalidad – solo los separan matices. En Booth, uno de esos matices es que de las 21 asignaturas a cursar a lo largo de los dos años, solo una es obligatoria (LEAD, que es un curso de formación y desarrollo de liderazgo de 8 semanas de duración al principio del MBA), quedando el resto completamente abiertas en función de lo que quiera hacer cada alumno. Así, un graduado de Booth y otro pueden tener un perfil muy diferente y cada persona puede optar por un plan de formación u otro. En ese sentido, es relevante que el curso de formación y desarrollo de liderazgo sea obligatorio y tenga lugar al principio del MBA, ya que ayuda al estudiante a ser más “self aware”, a saber que fortalezas tiene, en que necesita desarrollarse y en definitiva, determinar qué plan de formación es el más adecuado a lo largo de los dos años en función de los intereses profesionales que se plantee.
Cuéntanos qué te llevó a escoger esta vía profesional. ¿Y qué hiciste para prepararte y formarte en Booth para conseguirlo?
Como comentaba antes, en Merrill Lynch tuve la oportunidad de estar involucrado en varios proyectos y “deals” relacionados con el mundo de internet en los cuales conocí desde dentro a emprendedores, “venture capitalists”, socios estratégicos, etc. lo cual sirvió un poco de semilla y saber que el camino de Internet ya fuera del lado inversor o del lado de las operaciones me atraía. En Booth, gracias a la flexibilidad académica a la hora de escoger asignaturas, tuve la oportunidad de enfocarme en la rama de “Entrepreneurship” (de hecho de todas mis asignaturas cursadas, la mitad fueron dentro de esta rama) con asignaturas que tocaban diferentes ámbitos del mundo emprendedor (una enfocada más a la parte inversora y a valoración de startups, otra a estructurar un plan de ventas para una startup, otra incluso enfocada a montar startups en Internet que impartían los fundadores de Groupon, etc.). Por otra parte, con la creciente relevancia de Chicago dentro del panorama emprendedor nacional (e internacional) y gracias a los importantes vínculos de la escuela con el ecosistema emprendedor, interactué mucho con diferentes actores de referencia, hice mucho “networking” e incluso estuve colaborando junto con unos compañeros de MBA con una startup local que buscaba expandirse a otras ciudades de EEUU. Y, por último, las prácticas de verano fueron una oportunidad única de profundizar de una manera más práctica y operacional. Tuve la suerte de trabajar durante 3 meses en una startup de Rocket Internet en el sureste asiático lo cual fue un verdadero “bootcamp” de aprendizaje constante y a una velocidad de vértigo.
Finalmente, ¿qué consejo darías a quién persiga realizar un MBA?
A todos aquellos que se planteen realizar un MBA, lo estén valorando, se encuentren en un proceso de admisión o ya estén admitidos, les diría que es algo por lo que merece la pena luchar ya que la experiencia que se vive durante esa etapa es única e irrepetible. Es un estadio, ante todo, de transformación en el cual das un salto tremendo especialmente en lo profesional y en lo personal. Al margen del aprendizaje formal/académico, uno aprende a conocerse mejor, a utilizar y potenciar sus virtudes y a conocer y trabajar sus áreas de desarrollo y, sobre todo, es un periodo durante el cual uno puede probar, experimentar, equivocarse, levantarse y repetir. Eso hace que uno salga mejor y más equipado en todos los sentidos para enfrentarse a los retos del “mundo real”. En lo profesional, las prácticas de verano son buena muestra de ello. Pueden servir tanto para confirmar un camino profesional como para descartar opciones.
Muchas gracias Pablo. Os deseamos mucha suerte en esa andadura con Groopify.
Y a nuestros lectores recomendarles también otras entrevistas interesantes en club-mba
There are no comments at the moment, do you want to add one?
Write a comment