13 cosas que evitan los «mentalmente fuertes»
En la actualidad existen numerosos consejos y técnicas que orientan sobre el cómo debe ser la actitud para triunfar. La realidad coyuntural en todos los ámbitos precisa de una serie de parámetros que ayuden al correcto funcionamiento de los individuos que en ella conviven y sacar el máximo provecho de los mismos. Los intereses de cada una de las partes pueden resultar diferentes. No es lo mismo ser jefe que ayudante o becario, la situación difiere para cada uno y también sus métodos y objetivos.
El cómo se ven las cosas está determinado por las personas ya que la percepción del mundo es subjetiva. Actualmente muchos asemejan la vida y el sector laboral como una selva donde triunfa el más fuerte. Ante los constantes cambios del mundo empresarial es necesario adaptarse a los hechos sin caer en la locura y la insalubridad mental, por ello la psicoterapeuta y licenciada en Trabajo Social Amy Morin ha ofrecido una serie de doce supuestos que una persona de mentalidad férrea “evita”.
Amy marca así un contraste ante los numerosos consejos que únicamente tratan lo que hacer y lo que no. Según Morin la evasión de estas actitudes influye positivamente en el trabajo y visión del día a día y pueden marcar la diferencia ante cómo afrontar los problemas o, más bien, aprovechar las oportunidades de un error para aprender. Los trece puntos a evitar son los siguientes:
1. Perder el tiempo sintiendo lástima de sí mismos
Las personas mentalmente fuertes no sienten lástima por ellos mismos o por su situación, aprenden a asumir la responsabilidad de sus acciones y comprenden que a veces la vida no es justa ni ofrece los resultados esperados. Son capaces de salir adelante en situaciones difíciles y aprenden a partir de ellas con filosofía y pragmatismo. Cuando una situación termina mal sencillamente siguen adelante.
2. Ser controladas o subyugadas
Las mentalidades fuertes evitan a toda costa dar a otros el poder de hacerlos sentir inferiores. Siempre tienden a tener un gran control de sus acciones y emociones; el actuar de manera correcta y controlada es la esencia que los define.
3. Asustarse de los cambios
Hay que aceptar y agradecer el cambio. Quien teme lo que afronta dentro de un ámbito desconocido no desarrolla sus capacidades. Un entorno lleno de cambios e incertidumbres no puede provocar miedo, sino gusto por lo nuevo e inexplorado, que incluya retos y sorpresas para aprovechar los puntos fuertes y mejorar los débiles.
4. Gastar energía en cosas que no pueden controlar
Aunque las personas son por naturaleza intransigentes lo importante está en saber de qué quejarse, pues lamentar aquello que no se puede controlar es una manera de perder energía y tiempo. En una situación mala lo único que se puede controlar es la propia respuesta y actitud de cada uno.
5. Preocuparse por agradar a los demás
Es imposible complacer a todo el mundo aunque peor es quien se esfuerza por desagradar a los demás como una forma de reforzar su posición. Una persona mentalmente fuerte trata de ser amable y justa y agradar a los demás solo cuando es necesario, no hay que tener miedo de dar una opinión o discrepar cuando así se cree. Soportar que alguien se moleste con las acciones y decisiones de cada uno es una gran cualidad y a poder ser pasar esta situación con gracia y elegancia cuando sea posible.
6. Tener miedo de asumir riesgos calculados
Hay que estar dispuesto a tomar riesgos calculados y no saltar de cabeza a situaciones evidentemente malas. Con la fuerza mental el individuo puede evaluar los riesgos y los beneficios y analizar por completo las desventajas potenciales y los peores escenarios antes de tomar acción.
7. Recrearse en el pasado
Hay fuerza en reconocer al pasado y, sobre todo, las cosas aprendidas de las experiencias pasadas, pero una persona mentalmente fuerte es capaz de evitar hundirse en decepciones antiguas o fantasías de los “días de gloria” del pasado. Invierten la mayor parte de su energía en la creación de un futuro y un presente mejor.
8. Hacer los mismos errores una y otra vez
Realizar las mismas acciones una y otra vez esperando obtener resultados diferentes y mejores que los ya recibidos es un error. Una persona mentalmente fuerte asume toda la responsabilidad por su comportamiento pasado y está dispuesto a aprender de los errores. Las investigaciones sugieren que la capacidad de ser reflexivos de forma precisa y productiva es una de las mayores características de los ejecutivos y empresarios exitosos. Albert Einstein bien dijo “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
9. Envidiar el éxito de los demás
Es preciso poseer fuerza de carácter para sentir alegría genuina por el éxito de los demás y no ponerse celoso o quedar resentido cuando otros logran éxito (aunque es una buena oportunidad para aprender de aquello que el otro hizo bien). Estar dispuesto a trabajar duro por las propias posibilidades de éxito sin depender de los atajos es una actitud emprendedora.
10. Desistir después de haber fallado
Cada fracaso es una oportunidad para mejorar. Muchos empresarios de éxito manifiestan que sus esfuerzos iniciales invariablemente les trajeron muchos fracasos. Estar dispuestos a fracasar una y otra vez es una oportunidad de aprender y cada “fracaso” pueda acercar más a objetivos finales.
11. Temer la soledad
La gente mentalmente fuerte disfruta e incluso considera un tesoro su tiempo a solas. Usan este tiempo para meditar, planificar y ser productivos. Y más importante, no dependen de otros para reforzar su felicidad y ánimo. Pueden ser felices con otros y también solos.
12. Sentir que el mundo les debe algo
Actualmente ejecutivos y funcionarios de todos los niveles de la economía aprenden que el mundo no les debe un sueldo, ni unos beneficios y una vida cómoda, independientemente de su formación y talento. Las personas mentalmente fuertes entran en el mercado preparadas para trabajar y tener éxito de acuerdo a sus méritos, en lugar de presentarse con una lista de cosas que deben recibir en bandeja de plata.
13. Esperar resultados inmediatos
Cada acción tiene su reacción y cada buena acción su recompensa, sin embargo la rapidez con que se nos presentan puede no ser instantánea. Roma no se construyó en un día y las mentalidades fuertes saben que no deben esperar resultados inmediatos. Aplican su energía y tiempo de forma dosificada y celebran cada paso y aumento del éxito en el camino. Poseen el “poder de permanencia” y entienden que el cambio genuino lleva tiempo.
imagen de Shutterstock
There are no comments at the moment, do you want to add one?
Write a comment