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España ha sufrido durante muchos años una fuerte caída de sus inversiones extranjeras. Las constantes medidas de ahorro y reformas del Gobierno no reportaron una seguridad práctica ante los problemas estructurales del mercado español, las cifras de desempleados no dejaron de aumentar, y las empresas nacionales sufrían constantes reveses en cuanto a rentabilidad y posibilidades de futuro.

PERSONALIDADES

A pesar de ello, el mercado europeo, incluido España, comienza a atisbar una recuperación en el sistema financiero. Emilio Botín, presidente del Banco Santander declaró el pasado 17 de octubre que “Esta es una gran época porque el dinero llega de todas partes. Al mercado de valores, a la Administración Pública y en forma de inversión directa…… Durante los meses recientes ha habido un cambio drástico en la percepción de nuestro país. Hay una confianza en España que no podíamos imaginar.”

Las declaraciones del banquero se han sumado a la vertiente de optimismo actual frente a la situación económica española, que avalada por las cifras del mercado y los recientes sucesos, como la reducción del paro y el aumento de los beneficios en algunos mercados internacionales, recupera poco a poco la confianza en forma de inversiones extranjeras.

Días después, las declaraciones de Botín se reforzaron tras la compra de Bill Gates por 116 millones de euros del 6% del capital de la compañía Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Gracias a esta inversión, Gates pasa a ser el segundo mayor accionista seguido por Esther Koplowitz, quien controla el 53,9% del capital.

La nueva financiación externa ayudó a la recuperación de muchos sectores empresariales y da cabida al aumento de posibilidades de actuación de las mismas en el mercado. El dinero llega de nuevo a España para afrontar sus deficiencias financieras y paliar las deudas que corren riesgo de impago. Estas noticias ofrecen una perspectiva de futuro optimista ante la crisis, pero queda mucho por analizar en estas prácticas cuyo beneficio a la sociedad es, cuando menos, cuestionable.

FONDOS DE INVERSIÓN

Los fondos de inversión son un instrumento de ahorro que reúne a un gran número de personas que quieren invertir su dinero. El fondo pone en común el dinero de este grupo de personas y una entidad gestora se ocupa de invertirlo (cobrando comisiones por ello) en una serie de activos como pueden ser acciones, títulos de renta fija, activos monetarios, derivados, etc. Incluso existe la posibilidad de invertir en otros fondos de inversión o una combinación de todos ellos.

Esta práctica permite que circulen grandes cantidades de liquidez en el país pero ponen en boca de muchos la cuestión sobre quienes son los verdaderos beneficiarios de tales procesos. Aunque el estado y las entidades bancarias han obtenido un dinero que permite la reducción de su deuda que de otra forma quedaría en un posible impago, los ciudadanos observan que el control de grandes conglomerados comienza a hacer mella en ciertos sectores como la vivienda, quedando al margen de regulaciones que impiden la especulación y podrían derivar a un abuso posterior de estas sobre sus clientes.

Además, existen críticas sobre estos fondos extranjeros y la gestión que aplican a las empresas que adquieren, de las que tratan de obtener su máximo beneficio. El rescate de la banca española ha puesto en bandeja la entrada de los fondos buitre en España. Después de años de otear y presionar a las entidades financieras para que vendieran a precios de derribo sus suelos, promociones inmobiliarias y carteras de préstamos, la veda de cerrar operaciones está abierta y cada día son más los que se suman.

José Carlos Torres, de Zaphir Asset Management advierte: “Los fondos llevan mirando activos desde que estalló la crisis, pero sin éxito porque no había un vendedor maduro y sí incertidumbre. Ahora se han corregido ambas cosas, de ahí la efervescencia actual”.

NOTA: Durante los próximos días publicaremos una segunda parte de este artículo.

Fuentes: Knowledge Wharton, El País

imagen cedida por panthera-lee.deviantart.com