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Como lo prometido es deuda, el artículo de hoy lo dedicaré a hablar sobre mi experiencia en mi primera entrevista de MBA.

Tal y como os conté, mi primera entrevista fue con un alumni que tenía acceso únicamente a mi CV y que hacía cuatro años que se había graduado. Lo bueno de esta situación es que tú te encuentras en una posición de ventaja: conoces todo el contexto de la solicitud, puedes repetir/reforzar algunas de las historias que has mencionado en tus ensayos y además la lista de preguntas que pueden surgir del CV es más limitada.

Antes de empezar la entrevista me contó un poco cómo iba a ser el proceso. Aunque el era español como yo, la entrevista la haríamos en inglés porque era uno de los puntos que tenía que evaluar; la entrevista serviría para probar el fit con la escuela, y al final su opinión era un punto más a valorar en el conjunto de la solicitud completa. Me dijo que de las personas que él había recomendado dos se habían quedado en lista de espera y otras dos habían sido admitidas. Esto me ayudó a relajarme antes de empezar. Pensar que todo el trabajo que has hecho hasta el momento depende de 45 minutos de entrevista… ¡asusta un poco! Pero por suerte no es un factor 100% decisivo en si mismo.

Después de esta breve introducción entramos en materia. Comenzamos con el clásico “Walk me through your resume”, y el haber tenido las sesiones previas con Regina me ayudó mucho en este aspecto. Yo tenía preparadas mis 5-6 frases que quería contar sobre mi, que eran directas y concisas, y no un cúmulo de frases inconexas que pierden al interlocutor.

Tras la introducción pasamos a varias preguntas cómo: “¿Por qué decidiste ir a consultoría después de la universidad?” “¿Por qué quieres un MBA?”, “¿Por qué aquí?” o “¿Dónde quieres trabajar después del MBA?”. Creo que la clave está en contestar las preguntas con seguridad y de forma coherente con lo que has escrito en tus ensayos. Además tienes que tener un gran conocimiento de la escuela y dar razones válidas por las cuáles quieres estudiar allí.

Al cabo de los 45 minutos, me dijo que la entrevista había acabado y que si tenía alguna pregunta para él. Le pedí que me contara su experiencia de MBA y algunas cuestiones específicas sobres los clubes a los que me gustaría unirme. Él muy amablemente se tomó el tiempo de responder a todas mis preguntas, me dijo que intentaría enviar su informe al final de la semana y me deseó suerte en el proceso.

Aunque aún no tengo la respuesta en general, quedé satisfecha con mi entrevista. Fue una experiencia diferente a la que había vivido en cualquier proceso de selección para encontrar trabajo con un ambiente mucho más distendido y con la oportunidad de conocer a alguien que ya ha vivido la experiencia que yo quiero vivir el próximo año… ¡Ahora sólo me queda esperar la decisión final!