¿Revolucionarán los MOOCs la educación universitaria?

Durante estos últimos meses, el debate sobre su utilidad y eficacia ha ido aumentando. Los MOOCs (acrónimo inglés para “Massive Open Online Courses”) han crecido recientemente en popularidad, anunciados como la próxima gran revolución tecnológica en el sector de la educación.
Y, en efecto, ya han demostrado que pueden atraer un gran número de estudiantes. La plataforma Coursera, la más conocida de todas, cuenta ya con más de cinco millones de alumnos en todo el mundo y la non-profit EdX tiene más de un millón de inscritos.
Las grandes universidades y escuelas de negocios americanas se han apuntado a la idea. Entre los cursos más populares, nos encontramos con aquellos pertenecientes al “Foundation Series” de Wharton o “Foundations of Business Strategy” de Darden, que contó con casi cien mil alumnos en su última edición. Prestigiosas universidades como Columbia, Princeton, Brown o Duke también ofrecen cursos a través de estas plataformas.
De esta forma, cualquier persona en cualquier lugar del mundo tiene acceso a las clases magistrales de profesores de reconocido prestigio internacional, pudiendo profundizar y ampliar sus conocimientos en temas de su interés o, simplemente, dejarse llevar por su curiosidad y cultivarse en temas de todo tipo como “Lecciones extraídas de The Walking Dead” (ofrecido por la University of California, Irvine en canvas.net), “Meditación Budista y el mundo moderno” (University of Virgina en coursera.org) o “Los pequeños y sucios secretos de la arqueología” (Brown en coursera.org).
«Sin duda, las universidades del 2020 serán muy diferentes a como las conocemos hoy día. El cambio ya está ocurriendo y queremos ayudar a estas instituciones a que modifiquen su paradigma tradicional y se reinventen incorporando el componente online que permite masificar y personalizar el estudio de las distintas materias, pero parte importante del trabajo también pasa por ellos», dice Eduardo Abeliuk, cofundador de la plataforma MOOC latinoamericana Classroom.tv
El gran debate se centra ahora en cómo incorporar estos cursos a los planes de estudios universitarios. Once escuelas agregadas a la California State University ya reconocen créditos por MOOCs como complemento a las tradicionales clases magistrales.
Sin embargo, y a pesar del gran éxito que parecen estar teniendo estas plataformas, aún queda mucho por mejorar. Mirando las estadísticas y comparando el número de alumnos inscritos en el curso con el número de éstos que lo termina, parece haber una tasa de abandono muy alta. Los expertos atribuyen este hecho a la falta de interacción real entre el alumnado, a pesar de que se intenta que los alumnos se comuniquen mediante foros o sistemas de mensajería instantánea.
Como dijo Krakauer, profesor en la Universidad de Wisconsin: “El aula quizás podrá ser sustituida. ¿Pero podremos sustituir también la conversación informal de después de la clase?”
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