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En el artículo Destino Brasil: educación superior, hacíamos una crítica sobre las dificultades con las que se encuentra un extranjero que decide continuar u homologar sus estudios en el país, y también tratábamos de relacionarlo con la constante necesidad de mano de obra cualificada de la que tanto se habla. 

Estas dos cuestiones, deberían ir de la mano en un país que pretende destacarse entre las privilegiadas primeras posiciones de los rankings de los países con mejores economías. Sin embargo, aún estamos lejos de conseguir que estos procesos se generen naturalmente y dentro de unas condiciones adecuadas de tiempo y coste o dificultad.

Vayamos al centro de la cuestión: Hace varios años (prácticamente desde que España comenzó a ver el inicio de la crisis en 2007), Brasil anunció interna y externamente, que está abierto al recibimiento de profesionales extranjeros para cubrir sus necesidades en diversos sectores, con el objetivo de reforzar su mercado. Sin embargo, dado el momento, para el recién llegado existen diversos factores que dificultan sobremanera el acceso a estos puestos. Factores estos que van en contra de las políticas y objetivos establecidos oficialmente por el gobierno.

Habría que hacer un paréntesis en este punto, y aclarar que, si bien es cierto que existen muchísimos brasileños con altísima cualificación y experiencia laboral, lo que se desprende de la política o publicidad generada en relación a este tema, es que la necesidad de mano de obra cualificada pretende ser cubierta mayoritariamente con personal extranjero.

Veamos separadamente las dificultades de las que hablaba:

• Estudios y homologación
• Burocracia
• Perfil del mercado local
• Legislación

Son cuatro los principales inconvenientes que impiden que la intención del gobierno se cumpla. Y lo más característico es que todos ellos se interrelacionan y se alimentan entre sí, ocasionando obstáculos continuos en el camino de aquellos que intentan conseguir empleo en el país.

En primer lugar, como veníamos diciendo en el capítulo de Destino Brasil: educación Superior, la dificultad encontrada a la hora de homologar los estudios es más importante de lo que parece. El mercado brasileño es muy selectivo a la hora de captar un profesional, y obviamente los nacionales siempre parten con ventaja. Entonces, disponer de un diploma convalidado por su equivalente brasileño abre muchas puertas.

A lo anterior, debemos sumarle otro aspecto, si cabe, más importante: la burocracia. Para acceder a un puesto de trabajo en Brasil siendo extranjero (excluyendo el caso de las expatriaciones con multinacionales), se debe tener residencia en el país. Y para lograr dicha residencia existen dos grandes formas. Una, tener un cónyuge brasileño. O en su caso, ser patrocinado por una empresa localizada en el país. Ambos procedimientos son largos y costosos, dificultando mucho los procedimientos y “desmoralizando” a quienes esperan por la resolución de sus trámites. Analizaremos estos aspectos en posteriores capítulos de Destino Brasil.

Otro obstáculo que aparece en el camino de los profesionales que llegan al país es el propio mercado de trabajo brasileño. Generalmente, para puestos de alta cualificación, el mercado laboral es bastante cerrado y de difícil acceso. Asimismo, otra particularidad es que todo funciona básicamente a través de lo que aquí se denomina “QI” (Quem Indica = Quién indica). Es decir, si no se cuenta con una indicación, es aún más difícil acceder al puesto vacante. Cuestión complicada para un recién llegado.

Y aún hay más. Al contrario de lo anunciado por el gobierno, gran parte del mercado local no está de acuerdo con que gente del exterior ocupe sus puestos de trabajo, lo cual es comprensible. Esta cuestión todavía está latente y está siendo discutida en la actualidad. Un ejemplo es la llegada de miles de médicos de diversos países del mundo (entre ellos España) para trabajar en las regiones del interior del país.

Finalmente, es importante destacar que en los últimos meses el gobierno ha establecido algunas leyes con el objetivo de mejorar la tramitación para la llegada al país de profesionales extranjeros. La principal debilidad de estas normas es que sólo se adaptan a pequeños y determinados grupos de profesiones, no permitiendo el libre acceso de todos aquellos que las necesiten.

En resumen, aventurarse a migrar a Brasil en busca de trabajo es una cuestión complicada hoy en día, que conlleva mucho tiempo y costes relativamente elevados.

No obstante, no todos son inconvenientes. Conseguido el objetivo, el potencial de crecimiento (tanto en experiencia como en cargo y salarios) es mucho más rápido y constante que en muchos países de Europa, como es el caso de España.

*Imagen obtenida del usuario gi varga en Flickr