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MacArthur es una de las fundaciones privadas más grandes de los Estados Unidos que, desde su creación en 1981, otorga una serie de becas destinadas a aquellas personas e instituciones que contribuyen día a día con su trabajo para hacer de éste un mundo mejor.

John Donald MacArthur (1897-1978) fue un hombre de negocios y filántropo americano, nacido en Pittson, Pennsylvania. Su carrera profesional le llevó a la creación de la mayor compañía de seguros privada de todo el país, así como inversiones inmobiliarias y otros negocios en Florida y Nueva York.

Tras su muerte en el año 1978, la Fundación empleó su fortuna valorada en mil millones de dólares en la creación de un sistema de becas que premiase a aquellos individuos y asociaciones de forma que pudiese tener el mayor impacto social posible.

Hoy en día, la Fundación se centra en el apoyo a personas e instituciones creativas que promueven el desarrollo de una forma justa, pacífica y sostenible. Además de las becas que otorga, trabaja para la defensa de los derechos humanos, promover la seguridad a nivel mundial y entender cómo la tecnología está afectando a los niños y a la sociedad en general.

Las becas no son una recompensa basada en méritos pasados, al contrario de lo que pudiera pensarse, sino una inversión en el potencial y la originalidad de aquellas personas que son elegidas. Aunque, como ya han asegurado en varias ocasiones, no hay que ser un genio para conseguir una.

Cada “elegido” recibe 625.000 dólares en un período de 5 años, para gastarlos en lo que consideren oportuno. Personas de muy diversos ámbitos han pasado por este programa de becas, desde directores de teatro hasta economistas y abogados, pasando por agricultores, atletas de élite, historiadores o biólogos marinos.

Ahora bien, os preguntaréis, ¿Dónde hay que presentarse? Lo cierto es que no se puede solicitar directamente al programa MacArthur Fellows. Los futuros receptores de la beca son nominados por diversos cazatalentos de la Fundación, normalmente son líderes en aquellos campos donde seleccionan a los becarios y van cambiando cada año.

Un comité de selección final, compuesto por 12 expertos anónimos evalúa cada uno de los perfiles presentados y elige finalmente entre 20 y 25 personas que serán los beneficiarios de estos premios.

¿Pueden realmente gastar el dinero como ellos quieran?

Efectivamente, según la política de la fundación no existe ningún tipo de restricción a la hora de gastar o invertir dicho premio. Sin embargo, la idea es que aquellas personas que han sido seleccionadas puedan dedicar su tiempo a aquellos proyectos o trabajos con los que siempre han soñado, sin ningún tipo de limitación económica.

«We believe that highly motivated, self-directed, and talented people are in the best position to decide how to allocate their time and resources. By adopting a ‘no strings attached’ policy, we provide the maximum freedom for the recipients to follow their creative vision, whether it is moving forward with their current activities, expanding the scope of their work, or embarking in entirely new directions.»

Podéis obtener más información acerca del programa y conocer a los afortunados de este año en la propia web de la Fundación MacArthur:

Fuente: Macfound.org, MacArthur Foundation, Business Insider.