Desigualdades económicas, ¿Causa o consecuencia de la crisis financiera?
Algunos autores, entre los que destaca Raghuram Rajan (recientemente nombrado gobernador del Banco de la Reserva de la India), han afirmado que no sólo fueron las hipotecas subprime el factor desencadenante de la crisis financiera internacional que se desató en 2007, sino que las desigualdades económicas en Estados Unidos también tuvieron una influencia destacada en la creación de la actual crisis, ya que «fueron los políticos, en su intento de aplacar el descontento social, los que instaron a los integrantes de las clases más desfavorecidas a consumir y a ser propietarios de una vivienda», según palabras del propio Rajan.
Lo anterior casi se podría trasladar al caso español, de no ser por la existencia de una serie de factores adicionales que también estuvieron presentes: La introducción del euro, los desequilibrios estructurales en la balanza por cuenta corriente, las decisiones de política monetaria que no se ajustaban al ciclo económico de algunos países, el fomento de la adquisición de vivienda en propiedad… Todo esto ayudó a la gestación de la mayor burbuja que ha asolado nuestro país.
Sin embargo, todo parece indicar que España detendrá su caída a partir del año 2014, aunque no es de esperar una recuperación fulgurante. Pasarán años hasta conseguir un crecimiento sostenido y estable, porque la demanda interna sigue siendo débil, debido en parte a las desigualdades económicas existentes en España, y es que en una economía que cerró el año 2012 con una tasa de paro del 26,02%, el número de ricos se incrementó en un 5,47% (según el informe «Riqueza en el mundo» elaborado por Capgemini y RBC Wealth Management).
Además, lo más preocupante es el incremento de las desigualdades, ya que según la OCDE, en el año 2005 la renta que percibía el 10% más rico de la población en España era 4,8 veces superior a la percibida por el 10% de la población más pobre, mientras que en Estados Unidos esta cifra era de 5,9 veces. En el año 2010, el 10% más rico percibía de media una cifra 5,3 veces superior a la que percibía el 10% más pobre en España, mientras que en Estados Unidos esta cifra era de 6,1 veces.
Olli Rehn, Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, ha sido el último en aconsejar medidas de ajuste salarial en España. No obstante, debemos recordar que todas las medidas económicas, aunque por un lado generen efectos positivos, siempre tienen su contrapartida. Por tanto, la rebaja salarial que se aconseja desde diversos organismos internacionales puede incrementar la productividad de los trabajadores españoles (lo cual no implica que se incremente la competitividad de los productos españoles en los mercados internacionales en términos de precios o de calidad, en tanto en cuanto no se reduzca el precio o aumente la calidad de los mismos de manera proporcional al incremento de la productividad experimentado), pero también puede provocar un incremento de las desigualdades económicas en España, cuyo coste potencial puede superar con creces cualquier ahorro derivado del incremento de productividad que se pretende conseguir.
Por tanto, de lo anterior se deriva que, dependiendo del carácter de las decisiones políticas que se tomen, las desigualdades económicas pueden aumentar aun más, dando lugar a la posibilidad de que las desigualdades económicas no sólo sean causa sino también consecuencia de la crisis.
En su obra «Así habló Zaratustra», Nietzsche ya se refirió al eterno retorno como concepto ilustrador del carácter curvo de la eternidad. ¿Tendrá también esta crisis un carácter circular?
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