El Arte de la Guerra para desempleados
“El Arte de la Guerra” es un tratado chino de estrategia bélica cuya antigüedad es desconocida. Escrito por el maestro chino Sun Tzu, ha servido desde el siglo XVIII como referencia para grandes estrategas como Napoleón y para innumerables cursos y publicaciones de liderazgo y estrategia en la actualidad.
Aunque la interpretación de este tratado es personal, y puede que desproporcionada, estoy seguro de que podremos extraer conclusiones útiles para los que actualmente estéis en el proceso de la búsqueda de empleo. La necesidad de escribir este post viene de la noticia que afirmaba que el 61% de los desempleados en España no tiene esperanzas de encontrar trabajo a lo largo de 2013. Me ha parecido desalentador y realmente no nos podemos permitir esta actitud de afrontar las cosas.
“El Arte de la Guerra” se basa en el arte de analizar al enemigo y todas las circunstancias que rodean al mismo. Sin embargo, cuando estamos en una situación de desempleo, realmente el enemigo es uno mismo. Es decir, somos nosotros mismos los que podemos decidir ganar o perder la batalla contra el desempleo, en función de nuestra actitud para afrontar la situación.
La conclusión más importante que podemos extraer de este tratado es que para ganar al enemigo necesitamos conocerlo a fondo y establecer una estrategia eficaz y proporcionada. Otra de las conclusiones destacables es la necesidad de dividir al enemigo y aplicar un factor sorpresa para destruirle.
¿Cómo podemos conocernos a nosotr@s mismos (como potencial enemigo) y dividirnos para acabar con él?
El paso de una actividad profesional continuada al desempleo es una situación que indudablemente es traumática, y genera una serie de desequilibrios en nuestra propia autoestima, los cuales podemos corregir con nuestra capacidad de afrontar las dificultades que tenemos de forma innata.
En primer lugar, debemos de hacer una evaluación exhaustiva, racional y sincera de nuestras debilidades. Posteriormente, debemos de saber gestionar nuestras fortalezas de una forma eficaz. Finalmente, y lo más importante, saber dividir nuestras capacidades cómo candidato.
Por este motivo, os invito a que analicéis vuestras fuerzas y sepáis si tenéis a vuestros ejércitos abastecidos y preparados para una nueva batalla. ¿Cuáles son vuestros ejércitos? Yo propongo las siguientes unidades:
- Motivación: ¿Sé lo que quiero? ¿Sé cómo conseguirlo y hacia dónde ir?
- Capacidades (instrucción): ¿Cuáles son mis capacidades técnicas? ¿Necesito más entrenamiento o instrucción? ¿Estoy preparado para el nuevo mercado laboral?
- Equipo (artillería): ¿Tengo las armas adecuadas? ¿Idiomas, conocimientos informáticos, y formación complementaria?
- Capacidad de evaluación y valoración. (estrategia): Cuando iniciamos una búsqueda de empleo observamos lo que ha variado el mercado laboral. Es importante saber apreciar las nuevas tendencias en tu área profesional y saber lo que buscan y lo que puedes aportar.
- Adaptabilidad (prospección del terreno): Es importantísimo aparte de obtener nuevos conocimientos saber cómo movernos en una nueva cultura de trabajo, saber adaptarse a nuevas personas y métodos de trabajo. La mente debe de hacerse mucho más flexible para interactuar con el nuevo entorno laboral y en la vida en general.
- Estrategia para victoria (capitanear correctamente): Lo más importante. La búsqueda de empleo implica un método aplicado a diario, pero también una estrategia que se genera a partir de la interacción de las cinco unidades anteriores.
Realmente es fundamental saber cuál es el volumen de nuestras fuerzas o competencias. En el capítulo III “Sobre las proposiciones de derrota y victoria,” el autor prescribe la siguiente sentencia que me ha parecido muy reveladora:
«Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.»
Creo que es uno de los principios fundamentales del libro. Cuando hablo de que el propio desempleado es su principal enemigo, muy a menudo, es porque el desempleo suele producir el efecto de auto-devaluarnos como profesionales y en algunos casos como personas. Lo cual genera inacción, desidia y en algunos casos depresión. Por eso, lo importante, es saber en dónde estamos y cómo empezar a construir un nuevo camino con mejores cimientos.
Otro principio fundamental, que enuncia el autor que me ha parecido muy útil es el siguiente:
«Así pues, la norma general de las operaciones militares consiste en no contar con que el enemigo no acuda, sino confiar en tener los medios de enfrentarte a él; no contar con que el adversario no ataque, sino confiar en poseer lo que no puede ser atacado.»
Mi interpretación sobre la anterior enunciación es que debemos evitar posponer, por ejemplo, el aprendizaje de idiomas, la obtención de certificaciones profesionales que nos puedan ayudar o aprender determinado programa informático. Tarde o temprano seguro que nos encontraremos con la oferta que realmente nos interesa y que en gran parte se ajusta a lo que buscamos y se nos escapa por no habernos formado en determinado área.
“El Arte de la Guerra” es un manual sobre todo preventivo. Es una disertación sobre el hecho de que la mejor victoria es la obtenida sin batalla. Es decir, debemos de intentar ganar con el mínimo uso de recursos y en nuestro terreno. Una entrevista debería de ser un trámite en el que vayamos con la mejor información, la mejor predisposición y sin tener miedo por las posibles sorpresas que pueda haber. Si en la descripción del puesto hablan de la necesidad de hablar inglés, debes de estar preparado para una entrevista en inglés o para diferentes pruebas.
Afrontemos el año, con energía, estrategia y entusiasmo para nuestros proyectos. No se me ocurre otra forma de sacarlos adelante. ¡Ánimo!
Muy interesante! enhorabuena
Muchas gracias Lluis.
Enhorabuena Fernando por una contribución tan reveladora y, en mi opinion, tan acertada.
Y gracias por hacerla después de un mes de agosto bastante anodino y desmotivante para muchos!
Gracias a tí Carlos. Me encantó escribirlo