El crítico del sistema financiero, Raghuram Rajan, nombrado Gobernador del Banco Central de la India
En los primeros años del siglo XXI, tras la explosión de la burbuja de las empresas tecnológicas, comenzó la formación de otro episodio especulativo, esta vez centrado en el mercado inmobiliario norteamericano, en particular, en las hipotecas subprime.
La asombrosa proliferación de estas hipotecas de improbable pago por los prestatarios y su potencial capacidad de destrucción, multiplicada exponencialmente con su titulización y el aseguramiento del riesgo con la contratación de derivados, provocó un tsunami que arrasó, en mayor o menor medida, el sistema financiero y las economías de todo el mundo. Los Estados Unidos y Europa quedaron especialmente dañados.
Desde el punto de vista ideológico, la crisis subprime hundió sus raíces en la ola neoconservadora de los años 80 del pasado siglo, encarnada en Margaret Thatcher y Ronald Reagan, y en la fe ilimitada en la desregulación y la libertad más absoluta de las instituciones financieras para actuar sin más barreras que las autoimpuestas.
El sacerdote de esta ortodoxia fue el Gobernador de la Reserva Federal Alan Greenspan (1987-2006), que fue nombrado durante el segundo mandato de Reagan.
La tesis de Greenspan era que la libertad de actuación en los mercados propiciaba su solidez y eficiencia, así como la reducción y el adecuado reparto del riesgo. La posibilidad de que se produjera una crisis de envergadura no parecía factible, por lo que los signos de inestabilidad de los mercados no habían de merecer mayor preocupación.
Por lo tanto, era impensable que se pudiera criticar o cuestionar la arquitectura de un “edificio financiero” de esta magnitud y calidad.
En 2005, cuando en los Estados Unidos se mostraban los primeros efectos de la contratación masiva de hipotecas de baja calidad, muy lejos aún de vislumbrar la caída de la “torre financiera”, Raghuram Rajan apareció en escena.
El entonces economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una conferencia en un homenaje al ideólogo de los vientos de la desregulación y la liberalización en el mundo financiero, el mencionado Alan Greenspan, tuvo el arrojo de afirmar que el desarrollo financiero estaba haciendo que el mundo fuera más peligroso, lo que le mereció críticas inmediatas y mayoritarias de unos, pero, a medio plazo, el reconocimiento de otros.
Las líneas maestras de su discurso quedaron recogidas en el trabajo “Has financial development made the world riskier?”.
En este artículo se plasmaron una serie de conceptos que hoy día son de uso común y cotidiano, incluso por no expertos en cuestiones financieras. Así, aludió, por ejemplo, a «comportamiento perverso» —perverse behaviour— de algunos gestores de entidades financieras, a «incentivos perversos» —perverse incentives—, a «demasiado grande para caer» —too big to fail—, al «riesgo moral» —moral hazard—, o al «riesgo sistémico» —systemic risk—.
Rajan concluyó que el cambio tecnológico, la liberalización de los mercados y los cambios institucionales se habían combinado para extender el crédito y los instrumentos para compartir el riesgo.
El análisis no pudo ser más acertado, localizando el origen de estos cambios en los Estados Unidos, pero con una previsible y paulatina extensión a otros países, en un proceso de creciente interrelación, por lo que ningún país sería inmune a sus consecuencias, tanto las favorables como las desfavorables.
Rajan atisbó que estas innovaciones son positivas y ofrecen oportunidades, pero a la vez no están exentas de aspectos negativos. El riesgo nunca puede ser reducido a cero, así que deberíamos estar preparados para “la poco probable pero altamente costosa recesión”, sentenció.
El “cisne negro” que más tarde popularizaría Nassim Taleb ya se entreveía en el discurso de Rajan, así como algún que otro dardo afilado dirigido al mismo Greenspan.
El pronóstico, por último, de lo que habría de venir años más tarde no pudo ser más certero: las pérdidas económicas derivadas de la eventual recesión habrían de ser compartidas por varias generaciones (como cada vez está más claro que así será y atestiguan el problema de la deuda pública, la insostenibilidad de la sanidad o las pensiones, el retroceso en materia laboral, etcétera).
Poco tiempo después se produciría su salida del FMI, para retomar sus clases de finanzas y economía en la escuela de negocios Chicago Booth, escuela en la que impartía clases desde 1991. En agosto de 2013, ha sido nombrado Gobernador del Banco Central de la India.
El ámbito de estudio y las reflexiones de Rajan se han centrado en la desigualdad y las formas de combatirla. Como hemos mostrado, no le faltan voluntad y capacidad de análisis. Tiene por delante el reto de asumir la gestión del Banco Central de uno de los países con más población y potencialidad económica del mundo, al mismo tiempo que con más desigual reparto de la riqueza y mayores contrastes sociales.
Quien sabe si puede tratarse de un giro de mayor amplitud en la comprensión y tratamiento de la Economía y las finanzas. Desde luego, ahora tenemos otro motivo para seguir de cerca los acontecimientos de la India.
Referencias. Raguram Rajan (2005): Has financial development made the world riskier?
La crisis subprime y las hipotecas de alto riesgos no se crearon por la liberalización del mercado financiero, si no porque el gobierno dio privilegios a una serie de bancos (semi públicos), entre ellos Feddie Mae y Freddie Mac, para que concedieran hipotecas a gente considerada de alto riesgo (bajos recursos) con el aval del estado. Que sucedió? Que dieron hipotecas a todo el mundo (nadie las recuerda en serio?) porque total, paga papa estado.
Y pues se hizo un agujero tan grande que hubo que rescatar… A la banca pública!!! Obviamente los políticos no iban a dejar caer a sus amigos.
Se parece extrañamente a las cajas de ahorro españolas…
Pues eso, que eso de neoconservadurismo, Margareth Tacher y similares, nada más lejos de la verdad, políticos haciendo de las suyas, y culpando a los mercados, y obviamente pagando el pueblo.