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Retomamos un nuevo capítulo de biografías de personas que han triunfado en el mundo de los negocios. En esta ocasión, hablaremos de Warren Buffett, quien es considerado uno de los mejores inversores de todos los tiempos y el mejor exponente de su filosofía de inversión, el value-investing.

Nacido en 1951 y apodado como «el oráculo de Omaha», Warren Buffett es uno de los hombres más poderosos y con mayor fortuna del mundo, la cual ha desarrollado a través de una vida de inversiones acertadas.

El punto de partida de su exitosa carrera comienza en los años 1930-1950 en la Universidad de Columbia, en la que conoce a su maestro Benjamin Graham. Desde que sacara una A+ en su asignatura, Buffett comenzaría a trabajar en Wall Street para él, dedicándose en exclusiva al análisis de empresas desde una óptica del value-investing (filosofía de inversión que busca empresas con sólidos resultados y un buen recorrido a largo plazo). Sin embargo, entre ambos ya existían diferencias: Mientras que Graham estaba centrado únicamente en estudiar los balances y cuenta de resultados de las compañías, a Buffett le interesaba algo más, también consideraba importante el concepto de marca y el equipo gestor de la empresa.

Posteriormente, funda su propia firma de inversión, Buffett Partnerships Ltd., colaborando activamente con Charles Munger, un brillante abogado que a partir de ese momento se convierte en su socio. Diez años después, Buffett Partnerships Ltd había conseguido una rentabilidad del 1.156%, mientras que el índice estadounidense Dow Jones Industrial Average había subido un 122%. Es cierto que eran años en los que el rally bursátil parecía no tener fin, pero Buffett demostró hacerlo mucho mejor, diez veces mejor. De este modo, la firma de inversión constituida en 1962 con 7 millones de dólares, gestionaba aproximadamente 140 millones de dólares diez años después.

Aunque a simple vista los comienzos parecían inmejorables, Buffett no había hecho más que empezar. Lleva a cabo la adquisición de Berkshire Hathaway, empresa textil que posteriormente sería el pilar de todas sus inversiones. En aquel momento la compañía pasaba por una situación difícil, pero Buffett, siendo fiel a su filosofía de inversión, le veía recorrido a largo plazo. A partir de ahí, la empresa fue reflotando, y Buffett siguió aumentando sus compras, invirtiendo asiduamente en compañías de seguros, y en su sector preferido: Los bienes de consumo y alimentos. Así, llevó a cabo adquisiciones de empresas como Coca-Cola, McDonalds, Mars, o Wal-Mart.

El ejemplo más claro de su exitosa filosofía de inversión es su inversión en Coca-Cola. A día de hoy, más de 30 años después de su primera compra de acciones de la compañía, nunca ha vendido una acción de Coca-Cola, y ha dicho que no lo hará. Según sus últimas declaraciones, le gusta apostar en cosas seguras, y una compañía con la imagen de marca de Coca-Cola, que vende felicidad en forma de refresco, es una apuesta segura. Buffett invirtió 1 billón de dólares en el año 1989, y diez años después, su inversión valía 12 billones de dólares. Sus recientes declaraciones después de haber adquirido la compañía Heinz, son una muestra más: «Hemos comprado Heinz porque su Ketchup sabe muy bien y le gusta a todo el mundo».

Además, Warren Buffett es uno de los mayores filántropos del mundo y es conocido por su vida austera, lejos de las que suelen llevar las personas con patrimonios similares. A día de hoy vive en la misma casa de Omaha que en 1958 compró por 31.500 dólares, no tiene seguridad, conduce su propio coche y su mayor pasatiempo, cuando llega a casa después de trabajar es prepararse un bol de palomitas de maíz y ver la televisión. En 2006 acordó realizar la mayor donación de la historia y cuando muera, el 85% de su fortuna será para cinco fundaciones benéficas, siendo la más beneficiada la fundación Bill & Melinda Gates (31.000 millones de dólares). Sus tres hijos recibirán parte de los bonos y acciones que él tiene de empresas, puesto que considera que «es más dinero del que cualquier persona puede llegar a soñar”, además de decir que “no es bueno dejar a tus hijos el suficiente dinero como para que piensen que no tienen que trabajar”.

Por último, alguna de sus frases más recordadas:

• “El tiempo es amigo de los buenos negocios y el enemigo de los mediocres”
  
• «Regla número uno, nunca pierdas el dinero de los inversores, regla número dos, no olvidar la regla número uno»
• “Cuando somos dueños de parte de negocios excelentes con excelentes gestiones, nuestro periodo favorito para tener un valor es para siempre”
• “Es mucho mejor comprar una compañía fantástica a un precio justo que una compañía normal a un precio fantástico”
• «Hay que devolver a la sociedad lo que nos ha dado»
• “Hace mucho tiempo, Ben Graham me enseñó que el precio es lo que pagas y valor lo que obtienes. Hablando de calcetines o de acciones, me gusta comprar mercancía de calidad cuando está rebajada”
• «Nunca invierta en un negocio que usted no puede entender»
• «El riesgo aparece cuando estás haciendo cosas que no entiendes»
• «Hoy, alguien está sentado en la sombra porque alguien plantó un árbol hace mucho tiempo»