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Jenny Rae Le Roux, antigua empleada de Bain & Co. y experta en el desarrollo de carreras profesionales en consultoría, comparte algunos sólidos consejos sobre cómo entrar en McKinsey.

«La respuesta rápida es no, no tienes que tener un MBA para entrar en McKinsey. En Management Consulted (empresa de la que Le Roux es fundadora) hemos conocido candidatos, e incluso hemos formado a algunos de ellos, que han sido contratados por McKinsey sin tener un MBA. Algunos de ellos simplemente han tenido una trayectoria académica muy destacada, otros han obtenido Posgraduados muy avanzados (doctores, etc.) o eran expertos en determinado campo.»

¿Quiere decir esto que un candidato sin MBA tiene las mismas posibilidades de entrar en McKinsey que uno que no lo tiene?

«No exactamente. Aunque no es algo imprescindible, tener un MBA sigue siendo la mejor vía para entrar en McKinsey».

La reputación de McKinsey para crear CEOs y otros líderes empresariales habla por sí misma. Existe una larga lista de ex-McKinsey que son la prueba fehaciente de que una carrera en dicha consultora abre puertas para muchos impensables. Y hay más de una razón por la que la firma de consultoría más prestigiosa del mundo se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los MBAs desde hace más de 75 años.

Estas son varias razones de peso por las que un MBA te ayudará a entrar en McKinsey:

• Facilita la elección a los reclutadores. Hay dos razones por las que eligen candidatos con MBA: es fácil – han configurado un proceso de selección muy eficiente para ellos, focalizados en las escuelas top, y el ratio de éxito de dichos programas es más alto -lo que quiere decir que emplean menos tiempo para seleccionar un candidato con determinados requisitos.
• Demuestras haber adquirido habilidades consultoras. Obtener un MBA en una buena escuela, demuestra que el candidato ha adquirido durante el proceso una serie de habilidades requeridas para entrar en el mundo de la consultoría, tales como la capacidad de realizar varias tareas de forma simultánea, la priorización de objetivos o el rendimiento enfocado hacia los resultados.
• Habrás respondido a la pregunta de «¿Por qué la consultoría?». Cuando los candidatos aplican desde diferentes sectores -imagina una doble titulación en Filosofía y Matemáticas y una beca de verano con el Departamento de Estado de USA- la pregunta es más que obvia: «¿Por qué una persona con este perfil se puede interesar en la consultoría?». Con un MBA, además de estar preparado -supuestamente- para responder a esa pregunta, el enfoque va incluso más allá, hacia «¿Por qué una firma concreta?»
• Habrás creado una valiosa red de networking. Es una de las grandes ventajas de un programa MBA. Gran cantidad de contactos con los que habrás compartido escuela serán algún día líderes, expertos o propietarios de negocios en diferentes industrias. El acceso a esta red le da a McKinsey, en este caso, también acceso a potenciales clientes.
• Está más que demostrado que McKinsey contrata MBAs. Es un hecho, como así lo reflejan los artículos de Bloomberg «Ranking de Escuelas contratadas en McKinsey» y «Las 25 Escuelas de negocios a las que asistir si quieres una carrera segura con MBB«, de Consulting Times.

Con estas razones, hemos dado unas buenas justificaciones para obtener un MBA si queremos trabajar en McKinsey pero, ¿y si no estamos en ese barco? ¿Es posible acceder siendo un recién graduado, o teniendo una pequeña experiencia? ¿Cuáles son entonces las opiniones?

Como comentábamos al inicio del artículo, sigue siendo posible el acceso a la compañía sin un MBA, pero para ello son necesarias ciertas condiciones:

• Networking. Tu red de contactos puede servirte para contactar tanto como con actuales como empleados deMcKinsey. Herramientas como LinkedIn permiten también obtener presentaciones, pero el objetivo no es pedir un trabajo. La clave es buscar consejo, conocer el proceso de selección, informarse sobre qué delegaciones son más competitivas, etc. Existe la posibilidad de que trabajadores internos hagan llegar tu candidatura a RRHH.
• Tener una destacada trayectoria académica. McKinsey tiene un programa de reclutamiento para undergraduates, por lo que si tienes un brillante expediente de estudios, quizás tengas la posibilidad de unirte a la firma como Business Analyst. Para ello, deberás reunir cuatro cualidades clave:
  • Pedigrí – Haber estudiado en una universidad con prestigio siempre será un plus a la candidatura.
  • Carrera universitaria – Económicas, Empresariales, Ingenierías, Matemáticas… aquellas que demuestren que eres una persona analítica. Por otro lado, candidaturas con estudios que no tengan una relación tan directa son mucho más difíciles de defender como Derecho o Historia.
  • Expediente –Mejor cuanto mayor sea las puntuaciones. Un perfil con unas notas simplemente «buenas» ni siquiera será considerado.
  • Liderazgo – Punto muy importante, y por el que los consultores se dejan impresionar: Presidente de asociaciones estudiantiles, etc.
• Ser experto en determinado área. Obtener tanto un posgrado superior (JD, PhD, Master) o demostrar una dilatada experiencia laboral en determinado sector (salud, IT, legal, operaciones…). En ambos casos, se hace patente que eres un experto en un determinado campo, y cuanto mayor es tu conocimiento sobre un sector, más interesante eres para la firma.

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