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¡Nadie es más esclavo que quien falsamente cree ser libre! Y la verdad es que a día de hoy la palabra trabajo es para algunos sinónimo de «obligación», «monotonía», «cansancio», «aburrimiento» y «estrés»; y no debería, porque dedicamos aproximadamente un 60% de nuestras vidas a trabajar. Y para algunos simplemente se traduce en sentarse en oficinas junto a gente a quienes curiosamente vemos más que a nuestras propias familias, cargados con horarios abusivos, compañeros no afines y jefes siervos de la mano que les paga y crueles con quienes son sus subordinados. ¿Y todo por 22 días de vacaciones al año?

Queramos o no las empresas se han convertido en las instituciones predominantes de nuestra era. No sólo condicionan y limitan nuestro estilo de vida, sino que son dueñas de nuestro tiempo y de nuestra energía. Y aunque algunas empresas han sido líderes en conciliar la vida personal con la profesional, otras han decidido no abolir la esclavitud y simplemente ponerle una nómina. ¿Somos víctimas y verdugos de nosotros mismos, de nuestros miedos e inseguridades?, ¿Podemos cambiar el modelo de trabajo convencional? ¿Hay solución para mejorar el trabajo?

Puede que una de las soluciones para cambiar el modelo convencional de empresa sea la proactividad desde dentro; y así poco a poco consigamos una mayor conciliación entre vida personal y profesional. Son muchas las compañías que han conseguido ser líderes en este aspecto mediante ejemplos como: la subvención de un servicio de Spa, el agradecimiento a la fidelidad con un obsequio como puede ser un Rolex, permitir llevar a su perro a la oficina y la flexibilización de los horarios, etc. que demuestran una correlación directa entre rendimiento y conciliación.

Pero otra opción poco considerada en España, en comparación con nuestros vecinos europeos, es el emprendimiento. Conseguir empezar algo de cero con tus reglas y tus condiciones es algo que en España ha venido pronunciándose de manera notable en los últimos años pero donde aún no somos ni mucho menos pioneros. Las trabas burocráticas, los altos costes y el difícil acceso a la financiación hacen que en nuestro país emprender pueda convertirse en tarea imposible.

Por este motivo tal vez este mismo mes el Gobierno apruebe la tan esperada Ley de Emprendedores y por lo que así fuera, se pondría fin a más de un año y medio de espera, desde que anunciase una ley que nunca acaba de llegar. Hasta ahora, muchas han sido las insinuaciones y rumores que han crecido sobre las posibles novedades que podría incluir esta ley, entre ellas una mayor flexibilidad en la responsabilidad, ayudas fiscales a la contratación, un mejor acceso a los mercados alternativos, y un posible visado de emprendedores con el fin de atraer el talento.

Dicen que el miedo al fracaso tiende a ser más frecuente que el miedo a la muerte y por este motivo mucha gente, desconectada de los valores que nos hacen verdaderamente humanos,  continúan por un camino marcado por miedo a salirse de lo que la sociedad cree como el idóneo, pero ¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? ¿Emprenderías?

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